tag:blogger.com,1999:blog-3183634337846237013.post6369934414165522800..comments2023-07-03T12:58:16.360+02:00Comments on LO QUE URGE RECORDAR. POR DERECHO - IV Época (2018): NASCITURUS, NO MORITURUS (II)Andrés de la Oliva Santoshttp://www.blogger.com/profile/01537443726090054226noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-3183634337846237013.post-87833820457102879802010-07-24T03:52:35.302+02:002010-07-24T03:52:35.302+02:00A pesar de la extensión del comentario transcribo ...A pesar de la extensión del comentario transcribo un artículo aparecido en:<br />wwwoutono.net/elentir/2010/07/23/%c2%bfcual-de-estos-dos-arzobispos-tiene-razon/<br />"En fecha mucho más reciente, concretamente el pasado 1 de abril -Jueves Santo-, el Papa Benedicto XVI pidió “no aceptar una injusticia, aunque sea retenida como derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes aún no nacidos”. Así mismo, afirmó que la lucha de los cristianos “consiste en que rechazan lo que en los ordenamientos jurídicos vigentes no es derecho, sino injusticia“, y recordó que “la lucha de los mártires consistía en su “no” concreto a la injusticia”.<br /><br />La desobediencia civil, defendida por pensadores no católicos<br /><br />No sólo los autores católicos han tratado esta cuestión. Décadas antes del nacimiento de Cristo, el jurista, filósofo y político romano Marco Tulio Cicerón, uno de los más grandes pensadores de la Roma clásica, escribió en su obra “De legibus” la siguiente reflexión: “es justo que se entienda que aquellos que hayan prescrito a los pueblos mandatos perniciosos e injustos, como han obrado en contra de lo que han prometido y profesado, han instaurado cualquier cosa antes que leyes“. Más adelante, Cicerón insiste en esa idea con la siguiente comparación: “ni podrían decirse verdaderamente preceptos de médicos, si los ignorantes e imperitos prescribieren algunos mortiferos por saludables, ni ley en un pueblo, de cualquier modo que fuere ella, cuando el pueblo aceptare algo pernicioso”.<br /><br />Uno de los más importantes ideólogos del liberalismo, Alexis de Tocqueville, escribió entre 1835 y 1840 su libro “Democracy in America”, que contiene reflexiones sobre lo que definió como “la tiranía de la mayoría”: “Los derechos de cada pueblo están confinados dentro de los límites de lo que es justo.” (…) “Cuando me niego a obedecer una ley injusta, no impugno el derecho de la mayoría de mandar, sino que simplemente apelo desde la soberanía del pueblo a la soberanía de la humanidad.” (…) “Cuando veo que el derecho y los medios de mando absoluto han sido atribuidos a cualquiera que sea el poder, llámese un pueblo o un rey, una aristocracia o una democracia, una monarquía o una república, yo digo que es el germen de la tiranía“.<br /><br />En 1849 Henry David Thoreau, uno de los pioneros de la no violencia, escribió: “si la injusticia requiere de tu colaboración, convirtiéndote en agente de injusticia para otros, infringe la ley. Que tu vida sirva de freno para detener la máquina. Lo que debes hacer es tratar por todos los medios de no prestarte a fomentar el mal que condenas. Bajo un Estado que encarcela injustamente, el lugar del hombre justo es también la cárcel.”<br /><br />En línea con el pensamiento de Thoreau, en noviembre de 1909 Mahatma Gandhi escribió en “Hind Swaraj or Indian Home Rule”: “Hemos caído tan bajo que imaginamos que es nuestro deber y nuestra religión hacer lo que la ley establezca. En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.”<br /><br />En el mismo sentido se pronunció otro gran pensador del siglo XX, Martin Luther King, líder del movimiento de derechos civiles: “la responsabilidad de obedecer leyes justas no es solamente legal, sino también moral. A la inversa, la desobediencia a leyes injustas es una responsabilidad moral.”. Casualmente, lo escribió el 16 de abril de 1963 -sólo cinco días después de la publicación de la citada encíclica “Pacem in Terris”- desde la cárcel de Birmingham, donde fue encerrado por oponerse pacíficamente a normas de segregación racial en un país democrático "<br /><br /> Muchas gracias y espero que en días sucesivos nos siga ilustrando.Y reitero mis disculpas por la extensión de los dos<br />comentarios.(El anterios también es mío)<br /> Juan luis Bermejo.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3183634337846237013.post-42169793552095194872010-07-24T03:45:50.616+02:002010-07-24T03:45:50.616+02:00Extraordinarios artículos.
Aunque me lo imagino,me...Extraordinarios artículos.<br />Aunque me lo imagino,me gustaría saber su opinión sobre la actitud que deberían seguir los profesionales del servicio público, que convencidos de la atrocidad y holocausto del aborto,son practicamente puestos entre la espada y la pared "o colaboran ustedes con esta ley o fuera de la esfera pública", es decir,u"obedeces o a la calle, o sancionado fuertemente, o incluso a prisión por prevaricar".Me<br />refiero no sólo a personal sanitario, si no a jueces, fiscales, profesores...etc.<br /> Viene esto a colación porque el cardenal de Madrid, D.A.M Rouco Varela en declaraciones recientes ha dicho que " espera que la Ley del aborto sea declarada «inconstitucional en algunos aspectos», aunque manifestó que los gobernantes que no lo apliquen tendrán que dimitir porque «no están por encima de la ley». «Un gobernante tiene que aplicar la ley y si no lo hace tendrá que renunciar a su cargo»(http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=6888)<br /> A lo cual me pregunto, no cómo católico, sino como simple ciudadano que considera una apología del crimen la ley del aborto, qué papel que no sea la "absoluta muerte civil" le queda al que no esté dispuesto a aplicar u obedecer una ley injusta( si es que, como decía San Agustín, si no mal recuerdo, se puede llamar ley a la injusticia.)<br /> Como jurista que soy, me interesa saber su opinión jurídica al respecto.<br /> Hay esferas, como la judicial, donde la Objeción es considerada casi como <br />prevaricación.<br /> Una alternativa es renunciar, en una actitud, comprensible, pero, a mi juicio, cooperadora por omisión con la Ley.<br />Por otra parte lo que nos queda es llegar a la "Desobediencia<br />civil", y como reza el dicho "Que<br />Dios nos pille confesados"Anonymousnoreply@blogger.com