martes, 14 de julio de 2009

¿POR QUÉ NO PENSAR EN LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA?

A PROPÓSITO DEL "MODELO" DE "FINANCIACIÓN AUTONÓMICA"
Sé que el título puede parecer extremo, radical e incluso visceral (visceral no lo es en absoluto). Pero reconocerán Vds. que es muy injusto que los poderosos se permitan ser extremosos, radicales y viscerales y que, en cambio, ante sus medidas de visceral animadversión y represalia al adversario, de extrema arbitrariedad y de radical injusticia, los sujetos pasivos debamos ser contemporizadores, benévolos y formalmente mogigatos. "Poner la otra mejilla" no se recomendó (ni se recomienda) para inmolar la justicia y la dignidad ni para justificar la pasividad ante cualquier ultraje o desafuero.
Así que conocer el mal llamado "modelo" de "financiación autónomica" alumbrado en España hace unas horas, tener un "blog" personal para expresarse (tenerlo para callarse carece de sentido) y no atreverse a escribir la sugerencia de un pensamiento como el del título sería como no creer en la democracia, las libertades constitucionales y los "derechos humanos" (pongo entre comillas esta expresión, porque no por universalmente aceptada es menos redundante: sólo los seres humanos tienen derechos y que me perdone, o no, il cossídetto filósofo australiano Peter Singer, que vive de la bobada antediluviana de equipararnos a las amebas y a las cucarachas, aunque ahora estemos centrados especialmente en los "grandes simios").
Como creyente en la democracia, las libertades y los "derechos humanos" (o sea, no inhumanos ni anti- ni a-humanos), debo atreverme a decir que va siendo hora de pensar -al menos pensar- lo que cuesta oponerse a la formal independencia de los amigos de Carod y Puigcercós (de Esquerra Republicana de Catalunya) y lo que nos podría costar dársela (o como quieran llamarlo: incluso "reconocérsela").
El "modelo" de "financiación autonómica" es de una arbitrariedad tan gigantesca que, de verdad, no cabe en cabeza humana. Nos cabe en la cabeza que a alguien le persiga la Fiscalía Anticorrupción por una gran estafa o un blanqueo de capitales, pero no nos cabe en la cabeza el manejo de miles de millones de euros (más de once mil millones, parece) ajenos, repartiéndolos de modo tan visiblemente inicuo a plena satisfacción de Carod y Puigcercós y con la insatisfacción de casi todas las demás Comunidades Autónomas, a excepción de la supersubsidiada Andalucia del hoy Vicepresidente Manuel Chaves. Este latrocinio es impune, porque no cabe reaccionar ante él ni con la acción popular ni con la Fiscalía Anticorrupción.
"Cataluña -leemos en EXPANSIÓN- ingresará 3.855 millones de euros extra de las arcas del Estado de forma progresiva hasta 2012 y su nivel de recursos per cápita quedará cinco puntos por encima de la media. El "listón mínimo" exigido por ERC, socio de los socialistas en el tripartito catalán." 1 de cada 3 euros.
¿Y qué dice Puigcercós, Presidente de ERC? Pues, sin engañar a nadie, afirma lo siguiente:
"Somos conscientes de que el buen acuerdo que apoyamos no es la solución definitiva al déficit final que sufre Cataluña, ya que sólo el día que seamos un Estado, que tengamos una mayoría para proclamar la independencia o declarar que los impuestos que pagan familias y empresas catalanas permanecen en Cataluña, podremos afirmar que se acabará este problema".
De manera que Zapatero y sus Vicepresidentas (de lo que hace ahora Manuel Chaves no se tiene noticia cierta) "sólo" han logrado un ratito de lo que llaman "tranquilidad de Catalunya", que, es, en realidad, un ratito de tranquilidad de Zapatero en el Congreso de los Diputados cuando quiera aprobar alguna de sus ocurrencias.
No les importan los millones de españoles perjudicados por ese "modelo" y que tendremos que pagar su coste (además del de "rescatar al sistema financiero"). Pues bien: si se pudiese lograr la independencia de Catalunya, los catalanes-catalanes (es decir, los que no se consideran españoles ni quieren serlo) estarían tan contentos, pero carecerían de votos en el Parlamento español, no condicionarían ni al PSOE ni al PP y dejarían de determinar episodios como el "modelo" de financiación del Estado español, o sea, de España.
A mí, como a otros muchos, me disgustaría que Catalunya dejase formalmente de ser España, pero me disgusta infinitamente más el modo en que ahora formalmente lo sigue siendo. Y como no veo a nadie capaz de enmendar lo que ahora es y lo que ahora ocurre, por eso, en los "in extremis" en que tanto tiempo llevamos ya, propongo el pensamiento de la independencia de Catalunya.
Consideren la situación hipotética de que se hubiese establecido esa independencia y reconozcan el refrescante alivio que produce imaginar, simplemente, que nos habríamos librado de la sentencia del Tribunal Constitucional español sobre el "Estatut", un producto que amenaza con producir en miles de pacíficos y honrados conciudanos daños neurológicos e intestinales gravísimos.
Digo yo que los nacionalistas moderados de CiU también se realizarían plenamente en su Parlament, aunque perdiesen algunos empleos en las Cámaras españolas. Pero podrían dedicarse en exclusiva a Catalunya, en vez de estar siempre pendientes de nuestro bien y del suyo.
No me olvido de los catalanes que se sienten españoles y quieren seguir siéndolo. Seguramente se podrían encontrar soluciones para ellos. Y me atrevo a afirmar que serían menos costosas que lo que nos está costando y nos costará seguir aguantando todo lo que deriva de los independentistas.
De sobra sé que la independencia de Catalunya presenta problemas políticos. O quizá, más exactamente, les plantea problemas a los politicos. Aquí me conformo con apuntar que, aparte de esos problemas subjetivos, veo más ventajas que inconvenientes a una independencia sin tapujos que a la situación actual y a la previsiblemente venidera.
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1 comentario:

Urola dijo...

MUY INTERESANTE(y muy sensata) SU REFLEXIÓN, PROFESOR.¡Qué pena que sea tan atípica en España su racional manera de discurrir, y de opinar públicamente, sobre estos asuntos!...
Otro gallo nos cantaría a todos si este modo suyo de afrontar las "cuestiones nacionales" fuera la norma, y no casi un "ANATEMA"...
Le felicito por su cordura y buen criterio, profesor, y me voy a permitir lanzarle otra "PREGUNTA-RETO": ¿Y POR QUÉ NO PENSAR EN LA INDEPENDENCIA DE EUSKADI?.
Saludos cordiales.