domingo, 15 de julio de 2012

EL "CÍRCULO INFERNAL" PARA INTERVENIR Y COMPRAR ESPAÑA (I)



“NO HABÍA MÁS REMEDIO”, PERO EL REMEDIO NO REMEDIA
(actualizado a 17 de julio de 2012)


Los “recortes” y “ajustes” decididos en estos últimos días por el Gobierno de España han venido impuestos indirectamente por el MoU (Memorandum of Understanding), el acuerdo que el Gobierno español debía firmar para lograr el rescate a la banca española solicitado y en principio aceptado el 9 de junio de 2012. Firmar ese MoU, con condiciones más duras de las esperadas, era ineludible para dar una imagen de país en vías de estabilidad y no al borde de la quiebra, impresión ésta que nos había cerrado todas las vías para conseguir crédito. De modo que sí, es muy probable que, como dice el Gobierno, no había más remedio que adoptar esas concretas medidas.

LA SITUACIÓN ACTUAL DE ESPAÑA

Quizá para los lectores no españoles no esté de más decir que la inmensa mayoría de los españoles han recibido con malhumor y descontento muy grandes los “recortes” y “ajustes”: sobre todo, el nuevo descenso de las remuneraciones de los empleados públicos y la importante subida del IVA (que se hará efectiva a comienzos del mes de septiembre). Se han anunciado más medidas de “recorte”, como una disminución de las pensiones y la desaparición de beneficios fiscales. El malhumor y el descontento, que desembocan en cólera y en protestas, se deben, me parece, no sólo a que en cientos de miles de casos los “recortes” colocan a los afectados en una situación de gran apuro económico o agravan esa situación, sino también a otros tres factores, que no cabe ocultar ni minusvalorar, porque son de mucha importancia.

El primero consiste en que, a fin de cuentas, lo que no ha habido más remedio que acordar se ha debido a la situación bancaria y no son precisamente los bancos unas instituciones mercantiles bien consideradas por los españoles.

Un segundo y aún más importante motivo del descontento es que ya está muy extendida la convicción, que aquí hemos mostrado siempre, de que los “recortes” y “ajustes” no van a servir de nada, a corto y a medio plazo, para reactivar la economía real de España. Todo lo contrario. Menos consumo, menos producción, más paro: eso es lo que se sigue de que la inmensa mayoría de la gente disponga de menos dinero. Y si la economía real no se reactiva, el horizonte de la inversión sigue siendo muy negro. Primero, con razón, era el déficit público lo que espantaba a “los mercados”. Después, no sin razón, el índice de paro les parece una señal de que España no es fiable.

En tercer lugar, ocurre -y eso lo aprecia el peatón democrático lo mismo que bastantes analistas- que el aumento de la recaudación parece importar mucho más que la disminución del gasto. El Estado central se ajusta, pero las Comunidades Autónomas se mantienen con aproximadamente las mismas dimensiones y muy parecido gasto y déficit. Lo que significa que el incremento de la recaudación se exige, a costa de los peatones democráticos, para seguir costeando el gasto público. Hay que entender que esto encolerice a muchos.

Pero sobre esto último conviene tener muy claro que el gasto que al Estado le urge ahora poder costear es ya tan elemental como el de pagar las nóminas. Lo digo porque, así las cosas, no seré yo, funcionario de un cuerpo estatal, quien encabece protestas callejeras ni anime a los funcionarios a protestar, pese a que adquirí la condición funcionarial hace 38 años, cuando estábamos muy lejos del desmadre del gasto y del déficit. Protestaré contra quien denigre a los funcionarios. Pero no iré a protestar por nuestros recortes salariales cuando tenemos cinco millones de parados.

El círculo infernal (histórico, fáctico, no teórico) que yo veo -lo digo por si alguien no lo ve y, sobre todo, por si alguien lo explica mejor, aunque lo amplíe- consiste en que estamos condenados a la recesión pero ésta impide que los ingresos del Estado español aumenten en medida similar al gasto, aunque éste se reduzca y en que, además, todo lo que se recaude se va a ir a pagar simplemente intereses de lo que, hasta el momento, se ha prestado al Reino de España. Muchísimo tendría que mejorar la lucha contra el fraude fiscal para compensar una especie de perpetuum mobile de nuevos endeudamientos, que, en realidad, no puede ser perpetuo. Y si desde fuera tampoco se presta, porque estamos en recesión y muy endeudados, no es posible tampoco esperar elementos, no ya para reactivar la economía real , sino ni siquiera para poder parar la recesión. Y seguiremos sin dinero. Y acabaremos no pagando a los prestamistas de fuera.

Por si todo esto fuera poco, la estructura de la población española hace cada vez más difícil de sostener las prestaciones más elementales a las llamadas “clases pasivas”. Porque ya ahora son muchos los que dependen de bastante pocos. No es de extrañar que se piense en retrasar la jubilación: así se mantendría más gente cotizando en favor de jubilados, inválidos, etc. Ahora, retrasar la jubilación no sería, en muchos ámbitos, privar a jóvenes o parados de puestos de trabajo, puesto que a los que se jubilen no se les piensa sustituir.

Más o menos, ésta es la situación nada esperanzadora (es lo más suave que se me ocurre) del Reino de España, conforme a sus datos. El rescate de la banca española no va a ser suficiente para parar ninguno de nuestros grandes problemas y, en especial, el de la deuda y la financiación de España. Me parece que no se equivoca John Mauldin en su newsletter de 14 de julio de 2012 cuando escribe lo siguiente (traduzco):

“España tiene ahora sobre el nivel del 7% sus bonos a 10 años. Sus bonos a dos años se encuentran en el 4,5%. España no puede ni siquiera cambiar a financiación a corto plazo para aliviar la presión de la deuda. Pronto perderá el acceso al mercado de bonos a cualquier precio inferior al 10%, lo que es totalmente insostenible. Aunque España no es Grecia, pues las causas de sus problemas son muy diferentes, el resultado es el mismo. El exceso de deuda significa la pérdida de acceso a los mercados de bonos. España pronto tendrá un rescate importante. Y que vendrá -DEBE venir- con impagos (default) de al menos una parte de la deuda. El impago (default) puede tener otro nombre, como "reestructuración", pero los tenedores de bonos no va a conseguir lo que ellos pensaban que estaban comprando. Llámese como se quiera, será impago, suspensión de pagos (default). Sencillamente, España no puede pagar la deuda que debe asumir.”

LO OCURRIDO FUERA: NO SOMOS PROTAGONISTAS ÚNICOS DE NUESTRA SITUACIÓN

Pero, dicho lo anterior, conviene ampliar el campo de visión. Porque no pertenezco a los pseudo-regeneracionistas que nos agotan con la cantilena de la España sin remedio, el “¡qué país”, como si -insisto- fuera de aquí todo hubiese sido y fuese perfecto o casi. No lo ha sido ni lo es, sino que, de nuevo insisto, en todas partes cuecen habas. España no sólo no ha tenido el monopolio de la avaricia y el engaño, del endeudamiento y de la burbuja inmobiliaria, sino que ni siquiera ha ido a la cabeza de esos elementos de una globalización envenenada por la corrupción.

Queridos lectores: la mangancia superlativa, el engaño superestafador, la crisis bancaria y el apalancamiento (endeudamiento) cósmico no empezaron aquí. Empezaron en los EE.UU., Wall Street & White House, con la constante y eficacísima cooperación de la City Londinense. Lo de dicho cien veces pero lo diré otras tantas, dada la amnesia inducida y porque aún habrá quien lo niegue, cuando es ya historia super probada. Ahora, mientras los españoles estamos angustiados (en todos los sentidos, comenzando por el etimológico, el de la estrechez), empieza a aparecer el gigantesco fraude del Libor, cometido, no sólo por Barclays, sino, conforme a las recientes investigaciones, también por Royal Bank of Scotland (RBS), UBS, Citigroup, HSBC y JPMorgan, sin excluir algún otro gigante. Y se viene a estimar que ese fraude puede haber afectado a contratos por importe de entre 290 y 315 billones de euros. Pero se trataría de operaciones en dólares, francos suizos, yenes y, por supuesto, libras, no en euros.  (v. más sobre la manipulación del precio del dinero con este enlace: http://economia.elpais.com/economia/2012/07/03/actualidad/1341344221_232462.html). ¡Hablamos del precio del dinero, del precio de eso que necesitamos como el agua! Y hablamos de bancos entre los que no hay ni uno que esté libre de mayúsculos escándalos. [ACTUALIZACIÓN: Añadan el Deutsche Bank a la lista de los implicados en el fraude del Libor. Y tomen nota de que se calcula que los implicados tendrán que pagar 22.000 millones de dólares en multas. Está al alcance de cualquiera preguntarse si, pese a ser astronómicas esas multas, no les compensarán sobradamente los beneficios que el fraude les puede haber propocionado.]

Las cifras económicas son muy malas, no sólo en España, sino también en Francia, en Italia y en el Reino Unido de la Gran Bretaña, que ya está oficialmente en recesión. De China, aunque no sabemos nada seguro, parece claro que su crecimiento se desacelera. Y los analistas serios ven problemas muy graves en los EE.UU. (los mismos analistas de ese gran país). La crisis, exportadores de petróleo aparte, es mundial.

ERRORES (¿!) EUROPEOS

Pero, ¿y Europa? ¿Acaso se ha visto y se ve que alguien actúe (o que a alguien le dejen actuar) con mediana altura de miras y con verdadero interés por construir una Europa unida, con su identidad cultural y política y su potencia económica conjunta? ¿Ha sido España reticente a cualquier iniciativa de reforzamiento de la Unión Europea? ¿Fue España quien convirtió Islandia en un burdel bancario? ¿Inventó España, por su cuenta, los Fondos de Cohesión Europeos? España nunca ha boicoteado a Europa. Si acaso ha incurrido en un seguidismo excesivo (por ejemplo, al “proceso de Bolonia) con grave deterioro interno. Es esta Europa en crisis, gobernada en solitario por Alemania, la que no quiere la Europa pensada por Schuman, Adenauer, Monet y otros protagonistas menores.

Lo que ahora está en la boca de todos -los no europeos y los antieuropeos- es el tópico de la imposibilidad de Europa, del erróneo diseño de Europa  a causa del desequilibrio estructural entre su zona norte y centro y la periferia. Supongamos que es así. Pero ¿no ha sido siempre así, si hablamos de los países nórdicos, Holanda, Alemania y Austria, por un lado y, por otro de los bañados por el Mediterráneo? ¿Acaso Grecia, el eslabón más débil de los periféricos, no engañó a las autoridades comunitarias y a la banca alemana y no fue el impresentable Presidente actual del Banco Central Europeo (BCE)? Don Mario Draghi, hasta hace poco jefe europeo de ese templo de la pureza económica y bancaria llamado Goldmann Sachs, quien ayudó a que Grecia siguiese engañando? ¿Es que fue España quien jugó un papel decisivo en el ingreso de Grecia? Dejarse engañar por Grecia no fue un error menor, sino un fallo garrafal, que no dice mucho de la pericia de los gobernantes europeos y de quienes podían asesorarles.

¿Advirtieron alguna vez las autoridades de la CEE y de la UE a España de la deriva peligrosísima de la burbuja inmobiliaria y del endeudamiento excesivo? Sí, pero las advertencias europeas no comenzaron hasta que Zapatero (ZP) alcanzó la Presidencia del “Gobierno de España”. ZP, Solbes y Fernández Ordóñez son los principales culpables de haber retrasado criminalmente la rectificación que debía haber sido inmediata. La crisis mundial que explotó en los EE.UU. llevó a otros países a nacionalizar bancos y comenzar a sanearse con bastante prontitud, incluso dedicando al salvamento de sus bancos cifras muy superiores a las que aquí se han dedicado:  250.000 millones en Alemania, en el Reino Unido cerca de los 300.000 millones y en Francia, más de 200.000 millones En esos mismos tiempos, los tiempos de los “Gobiernos de España” de ZP, aquí se negó la crisis y no se hizo nada. Mejor dicho: se hizo mucho en la más errónea posible de las direcciones: inflar aún más el sector público, endeudarse más, comenzar a cargarse todas las cajas de ahorros, etc.

Pero volvamos a los amigos europeos. ¿Qué es lo que dicen desde hace bastantes meses los genios económicos alemanes y la Sra. Merkel? ¿Qué están cansados de ser la locomotora económica de Europa? ¿Que los vagones, además de formar el tren que da sentido a la existencia de una locomotora, tienen que ser locomotoras también? Algunos, bastantes, comprarán o han comprado ya esa idea, pero a mí me parece una monserga absurda. ¿Es que Alemania no ha ganado nada haciendo de locomotora? ¿Ha ejercido de locomotora por amor al arte, por altruismo, beneficiándonos a los demás, mes tras mes, año tras año, con una especie de Plan Marshall por entregas, sin beneficiarse ella? A otro perro con ese hueso. Alemania ha llegado a ser lo que es, ciertamente por méritos propios, pero también por exportar y vender bienes y servicios a un mercado en el que los países periféricos, como España, contábamos y contamos mucho.

LA PANGERMANIZACIÓN DE LA UE

Se puede entender que una Alemania reunificada se haya ido encontrando en los últimos años con problemas de los que carecía la República Federal de Alemania nacida tras la Ley Fundamental de Bonn en 1949. Se puede entender e incluso agradecer que, por esa razón, Alemania haya pedido esfuerzos importantes a sus socios, pero lo que ahora está ocurriendo no es eso: lo que están haciendo es imponer condiciones de asfixia, para situarse a los mandos de este país y comprar (o permitir a otros comprar) a precio de ganga los muy buenos activos de una España previamente arruinada, pero con mano de obra cualificada, que se avendrá a trabajar por remuneraciones nada parecidas a las de la zona norte y centro de Europa y ni siquiera a las habituales aquí hasta hace poco, sino similares a las de los países del Este europeo o a los de la cuenca desregulada del sudeste asiático.

España no es Grecia, ni Irlanda ni Portugal: es, dicho con todos los respetos a esos países, una presa mucho, muchísimo más apetitosa, con activos suculentos, incomparables a los de los países ya rescatados. (al capital, a los activos de España me referí, p. ej., en un post, al que dejo enlace directo, de 23 de septiembre de 2011: reitero mi estimación de nuestro capital, aunque no pueda seguir siendo, como entonces, moderadamente optimista: http://andresdelaoliva.blogspot.com.es/2011/09/espana-esta-muy-bien-un-pais.html)

Repasemos las últimas semanas. Después de darle muchas vueltas, demasiadas, vueltas, finalmente la UE, en mayo/junio de 2012, parecía admitir la necesidad de un mínimo de solidaridad, no porque lo exigiese la idea de Europa (eso sería esperar peras del olmo), sino para beneficio de todos, Alemania incluida, y para que la Eurozona no se fuese al garete. La misma Frau Merkel lo reconoció de palabra. Nos dieron esperanzas el 9 de junio de 2012, pero, finalmente, acaban imponiéndonos durísimas condiciones para prestarnos dinero, a sabiendas de que eso nos condena. Además, mientras el dinero va a tardar en llegar, las condiciones son exigencias de medidas inmediatas. Para más inri, no han dejado de procurar, por todos los medios, que España continuase bajo sospecha grave, sin dinero para nada: ahora mismo leo que el Presidente del Bundesbank  alemán aconseja públicamente que pidamos el rescate y la intervención como país, porque “el mercado de la deuda reaccionaría positivamente si los inversores vieran que las condiciones de la ayuda van mas allá", lo que viene a ser un reconocimiento de que las condiciones del MoU no iban a ser suficientes para “tranquilizar” a “los mercados”. En un pequeño pulso, parecía que Merkel había dado su brazo a torcer, no sólo ante España, sino ante otros países, los periféricos. Pero no era así.

El traido y llevado desequilibrio estructural europeo ha sido considerado connatural a la diversidad de los países de cada zona de Europa y, así visto, el veredicto lógico sólo podría ser, como ya he dicho, la imposibilidad del proyecto europeo, que es precisamente lo que han sostenido y sostienen muchos expertos al otro lado del Atlántico.  Pero hay otra “salida”, que se inicia seriamente con España. Alemania, que ha impedido sostener o reactivar la economía real con dinero nuevo, fresco, como lo han hecho los EE.UU. o los británicos; Alemania, que, frente a Sarkozy y a Hollande y frente a la misma Comisión Europea, se ha opuesto y se opone prácticamente en solitario a los eurobonos (no quieren ni estudiarlos), está llevando adelante un proyecto europeo, sí, pero de conquista de Europa, de pangermanización europea, en el que el desequilibrio estructural no es ni eliminado ni atenuado, sino aprovechado. Por supuesto, Alemania cuenta con aliados y cómplices (no excluyo la alianza con los EE.UU.), pero es el país que lleva la batuta de todas las operaciones desde el interior de la eurozona.

[ACTUALIZACIÓN: al filo del día 17 de julio de 2012 (hora española), el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de recomendar que el Banco Central Europeo (BCE) , dirigido por Don Draghi, no sólo baje aún más los tipos de interés, sino que "realice nuevas operaciones extraordinarias de liquidez e incluso la compra de bonos de deuda soberanos". Por si no estuviese claro para algunos que dejar caer a España (y a Italia) sería de enorme gravedad para todos, Olivier Blanchard, Economista Jefe del FMI, ha dicho que "el mayor riesgo de la economía mundial es obvio. Es que el círculo vicioso de deuda soberana y bancos de España e Italia empeore". Frente a esta visión de las cosas, sigue empujando la idea del rescate directo de España, con el que, en realidad, no se trata de rescatar a España, lo que tendría un coste inasumible, sino de arruinarla. Pese a las últimas buenas palabras de solidaridad para que el Bundestag apruebe el rescate bancario, Merkel y sus aliados continúan sin entender que, no ya un genuino rescate, sino la ruina de España (para acabar comprando muy baratos sus activos y comerse las empresas del IBEX) podría ser la ruina de Alemania y de la Eurozona. Alemania parece olvidarse de que la exportación es el 40% de su economía y que la mitad de sus exportaciones van a sus socios europeos. Si perdiesen simplemente un 5% de sus exportaciones, entrarían en una profunda recesión...]

John Mauldin, que no considera viable Europa, tiene razón en su citada newsletter de 14 de julio de 2012 cuando fotografía la situación española. Pero no analiza cómo y a causa de quiénes (además de nosotros mismos) hemos llegado a esta situación ni cómo podríamos ir saliendo de ella, porque no es ése el tema que le interesa y trata. Con todo, justo antes del párrafo que he transcrito, no omite decir lo siguiente (traduzco): “Merkel se ha mostrado bastante exigente en sus demandas y su aceptación en Alemania ha alcanzado el 66% por el modo de tratar la crisis de la eurozona.  No ganará votaciones de aprobación en España, Italia o Grecia, pero ésos no son los votantes que la mantienen en su puesto”. Y después de eso hay un análisis muy importante (ahora no puedo trasladarlo), que se inicia con este subepígrafe: " Will All Europeans Become Germans?" Lo que sí puedo adelantar es que la respuesta es negativa.

Termino por hoy. Me reafirmo en que ha habido y hay una guerra política, con muchos distintos frentes de batalla (les dejo al final, para los nuevos lectores del blog o para quienes deseen repasar, algunos enlaces). Han ido y están yendo a por España y van a ganar una gran batalla, que España va a perder, pero no es el fin de la guerra y puede comenzar a ser el fracaso económico de Alemania y también de la Eurozona. Lo procuraré explicar en un próximo post, así como algunos efectos colaterales en la política hispana. Mientras tanto, me aferro a una observación del mismo John Mauldin, en su newsletter de 10 de julio de 2012: “Finalmente, como un antídoto para el sombrío panorama de hoy sobre España, tómense unos minutos para ver este “flash mob” en Barcelona. ¿Cómo se puede ser pesimista por mucho tiempo acerca de un país que puede hacer esto? http://www.youtube.com/watch_popup?v=GBaHPND2QJg&feature=youtu.be.” Véanlo, disfruten y piensen que, intervenidos y todo, somos los que somos y tenemos lo que tenemos. Se tardará, pero podemos y debemos recuperarnos.

Enlaces de repaso:






8 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, simplemente, gracias,

Ignacio

Joaquín Galan dijo...

Querido profesor. Veo que hace encomiables esfuerzos por entender lo que sucede. Quizás este enlace le permita avanzar en sus pesquisas.

http://qmunty.com/blog/2010/12/17/el-privilegio-que-oculta-la-banca-por-la-ruina-que-a-todos-provoca/

Creo que le va a interesar ya que el argumento de fondo es de los que no había conocido hasta ahora. La situación de la humanidad, esa que usted conoce, y la crisis que ahora vive son consecuencia de la despenalización de un delito de apropiación indebida. No es fácil entender la relación así que no le extrañe si no lo ve claro al principio.

Entiendo lo que usted denomina círculo vicioso. Yo que soy de ciencias diría que ese círculo vicioso está representado por una función exponencial que es la que representa el crecimiento de un capital puesto a un tipo de interés a largo plazo. El drama que explica nuestra situación es que nosotros no somos los que ponen el capital sino los que pagamos los intereses y que esa función exponencial tiende a infinito, es decir, que llega un momento en que esa deuda es imposible de pagar o devolver. El sistema evoluciona de manera matemática hacia la insolvencia y la morosidad .

Nuestros problemas, todos ellos, tienen el punto de origen en común en la banca de reserva fraccionaria.

“Sería un error suponer que la moderna organización del cambio tendrá que seguir existiendo. Lleva en sí misma el germen de su propia destrucción; el desarrollo de los medios fiduciarios la llevará infaliblemente a la quiebra”. Ludwig von Mises

Joaquín Galán dijo...

Releyendo su artículo profesor, me he percatado de una cosa: está impregnado de keynesianismo. No se preocupe, es el pensamiento económico dominante. Usted solo está con la mayoría en este aspecto.

No se si conoce a Hayek. Esto fue lo último que encontré de él. Espero que le haga reflexionar.

http://www.youtube.com/watch?v=IX_0mgW5Fus

Yo creo que Hayek le caería bien. Creo que encaja en su modo de pensar. Aquí pongo un ejemplo.

http://www.elcato.org/publicaciones/ensayos/ens-2002-01-08.html

Estamos en el largo plazo de Keynes.

“No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos”. Albert Einstein

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Me han descubierto una infección de keynesianismo común, pero, al parecer, se cura viendo 1 vez al día un "vidéo" argentino en que John Maynard Keynes y Friedrich Von Hayek comparecen ante una comisión y, a la vez, combaten en un "ring", ilustrándonos sobre sus respectivas posiciones con textos rimados en rap. Por si alguien se encontrase aquejado de tan grave dolencia vea el "vidéo" (http://www.youtube.com/watch?v=IX_0mgW5Fus), aunque esta medicina presenta algunas contraindicaciones en ciertos enfermos(diarreas, estreñimiento, ansiedad, depresión, somnolencia, insomnio, irritabilidad). En estos casos, aunque el tratamiento resulte más laborioso, se recomienda leer a Hayek, comenzando por "Camino de servidumbre" y terminando, como él (con ayuda) terminó, por "La fatal arrogancia", obra ya aludida en este "blog".

Andrés de la Oliva Santos dijo...

En serio. Mire, querido amigo Galán, le agradezco que aprecie "encomiables esfuerzos" míos por "entender lo que sucede" y que me dirija Vd. en unas "pesquisas" que Vd. cree observar en mis escritos. Pero la verdad de mis "esfuerzos" es más sencilla y mucho menos importante: la verdad es que no estoy haciendo investigación económica y menos aún matemática sobre el comportamiento bancario. Simplemente opino, después de haberme informado, sobre temas y acontecimientos que considero interesantes.

Vd., querido Galán, es hombre de grandes síntesis. Ya me había Vd. propuesto varias explicaciones de todo lo que sucede. Y ahora me dice que la "situación de la humanidad" y la crisis mundial se deben a "la despenalización de un delito de apropiación indebida"

Reconduce Vd. así el descomunal desaguisado económico mundial a unos conceptos jurídicos y a una teoría sobre la "propiedad" del dinero. Eso lo quiero pensar y le agradezco su aportación. Pero pertenece a un ámbito de mis esfuerzos intelectuales que, por una parte, no tendrá reflejo en este blog a corto y medio plazo y, por otra, me parece que no va a influir en lo que nos suceda a los humanos en los próximos días, meses y años.

Para terminar, amigo Galán, he leído, hace bastante tiempo, tanto a Hayek como a Von Mises. No he leído a Keynes. Eso se debe a que me interesaban más las posiciones ideológicas liberales (y otras) que las teorías económicas. Le agradeceré que, puestos a tratar de autoridades y de doctrinas, no me estimagtice o etiquete con tanta facilidad. Aquí, en este blog, no tratamos de discusiones entre escuelas económicas, pero, si lo hiciéramos, desde luego no sería como Vd. lo ha hecho. Es Vd. muy libre de declararme infecto de keynesianismo. Pero no tengo yo menos libertad, para, de ahora en adelante, no publicar los comentarios de Vd. en que me trate con tan ligera condescendencia. Porque en sus comentarios de las últimas ocasiones no me parece que se exprese con claridad una postura determinada, coincidente, opuesta o distinta. Parecen más bien dirigidos a orientarme por el camino de la vida. Eso lo puede Vd. hacer, si le apetece, mediante mi mail, pero no enriquece el blog.

Joaquín Galán dijo...

Le pido excusas profesor porque lo he tratado injustamente.

He de reconocer que he expresado rematadamente mal la cuestión. Voy a hacer un esfuerzo por enmendar el entuerto de la manera mas escueta posible.

Buena parte de la población de este país mira a su alrededor y, ante el espectáculo que se les presenta, solo ve como salida inmediata que nuestros vecinos y amigos nos echen una mano para salir de la emergencia y luego, con la situación mas normalizada, ya podríamos devolverles el favor. Si nuestros amigos no nos ayudan en esta situación desesperada es que son unos egoístas insolidarios con un plan oculto.

Este razonamiento tiene un fallo evidente. Si nuestro problema tiene su origen en una deuda excesiva no se va a resolver con mas deuda ya que eso solo empeoraría la situación. Sería como una patada adelante para que todo siga igual pero sobre todo, evitando abordar la raíz del problema.

Estamos en una situación desesperada y, a pesar de ello, lo mejor que se nos ocurre es recurrir a las viejas recetas fracasadas. Si hasta la gente preparada piensa así no hay mucho motivo para ser optimista.

En cuanto al trato que le concede a Alemania creo que es usted injusto. Sin un alemán me vende un coche, yo me quedo con el coche y el alemán con mi dinero. Es un acuerdo voluntariamente aceptado por ambas partes que ya solo resta cumplir. Alegar que el alemán se ha lucrado con ello solo es una excusa que evita asumir las propias responsabilidades.

España está quebrada. Creo que eso usted lo acepta porque evidentemente lo padece. Quizás ahora sea el momento de preguntarnos que es lo que nos ha traído hasta aquí. En mi opinión la solución vendrá de abajo a arriba y no de arriba a abajo. No espere que los mismos causantes de la situación sean los que le pongan remedio.

En cuanto a lo de Hayek. Tanto a el como a usted los tenía catalogados como defensores de la libertad y el estado de derecho por lo que me pareció que tendrían que compartir muchas cosas. Algo falló en el razonamiento. Quizás tuviera un buen fondo y una mala forma. La verdad es que no lo sé. Le reitero mis excusas por ello.

Un cordial saludo

Joaquín Galán dijo...

Acabo de leer su segunda respuesta y se la agradezco profesor.

Admito que he intentado reconducirlo desde la economía al derecho. Creyendo como creo que lo que nos sucede tiene mas que ver con el derecho que con la economía, había centrado mis esperanzas en su especialidad en este campo. Quizás solo buscaba una confirmación de mis pensamientos o un punto de vista alternativo. Dudo si he sido honesto.

En cualquier caso veo una tiranía en el horizonte y no creo que eso se pueda hacer en contra del derecho. Por lo tanto en este campo tiene que estar la prueba que nos permita conjurarla.

Un cordial saludo

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Nos vamos entendiendo, me parece. Pero yo también precisaré, amigo Galán, que no pienso que sea ninguna solución un ciclo de endeudamiento constante. Y con la cita de Mauldin, entre otras afirmaciones en otros "post", lo dejo claro, pienso. Sólo ocurre que, ahora mismo, estamos en una situación tan extrema que no podemos mejorar las cosas de abajo a arriba, porque "abajo" no existen recursos.

Antes de seguir, enlazo con su afirmación: ¡claro está que nos encontramos en una situación de tiranía! La ingeniería financiera avanzada y la praxis bancaria corrupta son la peor de las tiranías: sin rostros, sin responsables bien identificados a los que interpelar. Pues bien: todo el "post" apunta a evitar que la tiranía aumente (en concreto, sobre España y los españoles), sin que los tiranos hagan lo más mínimo por mejorar la estrechez y la penuria de millones de españoles.

Nunca he dicho que el lucro de Alemania sea injusto. Sólo subrayo que ha existido y existe y que deberían entender que dejará de existir si se exceden en sus exigencias. Saldrán ellos mismos perjudicados -lo digo con bastante concreción- sin beneficio para nadie, excepto para los tiburones.

Lo que digo también, en definitiva, es que de esta situación extrema no se sale SIN DINERO. Si esta posición es "hayekiana" o "keynesiana" no lo sé y me parece que nadie puede saberlo, porque ni uno ni otro se enfrentaron nunca al actual estado de cosas.

Estamos en quiebra en España. Y si me pregunto, como Vd. acertadamente propone, por qué hemos llegado a la quiebra, puedo responder, para empezar, que no ha sido una sola causa, sino varias, que tocan fondo, todas ellas, en la mentira y el engaño y en la avaricia, en una amoralidad rampante -en distintos ámbitos: políticos y financieros, sobre todo- más que en fallos jurídicos. Pero es que, además, hay, me parece, elementos económicos muy singulares y aún no explicados, porque si España está en quiebra (no en sentido jurídico estricto), no ocurre cosa distinta con otros muchos países adelantados.