jueves, 24 de junio de 2010

LA PERVERSIÓN DE LA CIENCIA: SÍNTOMAS Y VACUNA (II)


EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL DESHIELO DEL ÁRTICO: UN ESPLÉNDIDO EJEMPLO DE MANIPULACIÓN

Antes de abordar, en una tercera y última entrega, la posible y deseable vacuna contra la manipulación y la falsificación de la ciencia y las vías de recuperación de la confianza social en los trabajos científicos, voy dedicar este “post”, como anuncié, a un ejemplo de manipulación de datos que no me extrañaría que les hiciese exclamar: “¡increíble!”. Pero, se trata de un ejemplo real. Dos noticias aparecidas en medios de comunicación españoles (prescindo de nombrarlos, para no hacer publicidad en ningún sentido): la primera del 17 de septiembre de 2009 y la segunda, del día anterior, 16 de septiembre de 2009. Se trata del mismo asunto: la extensión del hielo en el Ártico (en relación, desde luego, con el calentamiento global).

Si Vds. introducen en su buscador (Google, p. ej.) los términos “superficie hielo Ártico”, como yo lo he hecho hace un rato, se encontrarán una abrumadora confirmación de la vigencia de esta verdad oficial: mientras la Antártida crece o, al menos, permanece terriblemente inmutable, el Ártico disminuye y camina hacia la desaparición. Por cada 100 entradas de Google sobre el tema, quizá 1 ó 2 presenten divergencias sobre esa verdad oficial. Las 98 ó 99 restantes son absolutamente correctas. Uno piensa que, a estas alturas de la vida humana, debe haber datos, mediciones. Que la superficie de hielo en el Ártico esté disminuyendo (más o menos dramáticamente), se mantenga sustancialmente invariable o vaya en aumento no parece cuestión ideológica, política o de apreciación subjetiva por razones estéticas o por las personales preferencias hacia el estado sólido o líquido del agua.

Las dos noticias deberían decirnos los datos que hay o que no los hay o que, por esta razón y esta otra, los datos disponibles no permiten responder a este sencillo interrogante: ¿está desapareciendo paulatinamente el hielo en el Ártico? Pues bien: las dos noticias coinciden en que hay datos y resulta que las dos noticias (si se pasa, como hay que hacer siempre, de los titulares al texto), transmiten los mismos datos, que seguramente el lector, como yo, considerará suficientes para hacerse una idea fiable acerca de si estamos en camino de que desaparezca el Polo Norte helado que hemos conocido siempre.

Expongo las noticias cronológicamente desordenadas porque aunque las dos incluyen dosis de orientación al lector y de “militancia”, me parece que la que reproduzco en primer lugar manipula más los datos, muy probablemente sin intención: se reproduce un despacho de agencia. Y aquí viene lo bueno: sobre exactamente los mismos datos de superficie helada, los dos medios transmiten mensajes opuestos. Una noticia se ajusta a la tesis “ortodoxa” -climatológicamente correcta- del calentamiento global y la otra, por el contrario, combate abiertamente esa tesis de la corrección. Vean.

El 17 de septiembre de 2009, en un acreditado diario de difusión nacional aparece el titular y el texto siguientes:

“La extensión del hielo marino alcanza su tercer mínimo en 30 años”

“El hielo marino del Ártico parece haber alcanzado su extensión mínima para este año, siendo la tercera más reducida desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979. Aunque esta extensión mínima está por encima de la de los dos últimos años, sigue la tendencia negativa observada en los últimos treinta años al final del verano.”

“Según los datos divulgados por el Centro Nacional para la Nieve y el Hielo (NSIDC, en sus siglas en inglés), la extensión mínima se alcanzó el pasado día 12 de septiembre, con una superficie de 5,10 millones de kilómetros cuadrados. A partir de ese día las señales parecen indicar que el hielo marino ha comenzado su ciclo anual de crecimiento en respuesta al frío del otoño.”

“La extensión para este año es 580.000 kilómetros cuadrados mayor que en 2008 y 970.000 kilómetros cuadrados sobre la superficie helada de 2007, año en que se batieron todas las marcas de deshielo acelerado. Aún así, la superficie alcanzada el pasado 12 de septiembre es 1,61 millones de kilómetros cuadrados inferior a la media entre 1979 y 2000 y 1,28 millones de kilómetros cuadrados menor que la media entre 1979 y 2008.”

“Sin recuperación”

“La explicación para que este año la extensión a final del verano no haya caído a los niveles de los dos años anteriores habría que buscarla en que las temperaturas durante el verano fueron relativamente más frías. Así, por ejemplo, la temperatura en el mar de Chukchi y en el mar de Beaufort fue especialmente fría comparada con la de 2007.”

“No obstante, a pesar de que el deshielo se ha contenido, los científicos no consideran que esto sea una recuperación. A pesar de las condiciones menos favorables para la pérdida de hielo, la extensión mínima de 2009 se sitúa un 24% por debajo de la media de 1979-2000, y un 20% si se tienen en cuenta los últimos treinta años. Además, en el Ártico predomina ahora un hielo joven y fino, que es más vulnerable al deshielo estacional, por lo que se espera que el declive de su extensión a final del verano continúe en los próximos años.”

El día anterior, 16 de septiembre de 2009, un diario digital, notablemente visitado, había publicado los titulares y el texto siguientes:

“El calentamiento global no evita que el hielo Ártico crezca un 24% desde 2007”

“La superficie de hielo polar ártico sigue creciendo a pesar de las predicciones de los alarmistas del cambio climático. El propio Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace, reconoció en agosto que mintió al predecir que el hielo en el Ártico se habrá derretido en el año 2030.”

Tras el titular y antes de los nombres de las personas responsables de la información, se podía leer el siguiente texto:

“La superficie de hielo polar ártico sigue creciendo a pesar de las predicciones de los alarmistas del cambio climático. El propio Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace, reconoció en agosto que mintió al predecir que el hielo en el Ártico se habrá derretido en el año 2030.”

Después de los nombres, aparecía el siguiente texto (con cuadros ininteligibles para los no especialistas, de los que prescindo aquí):

“Los datos reflejan que el supuesto calentamiento global que amenaza la vida en la tierra (según los alarmistas del cambio climático) no logra acabar con la superficie de hielo en el Ártico. “

“Así, según los datos de Nansen Environmental and Remote Sensing Center, el IARC-JAXA Information System y el National Snow and Ice Data Center, recogidos por el blog Desdeelexilio, la capa de hielo polar Ártico ha crecido un 24% desde el año 2007. Desde 2008, la subida ha sido del 12%.”

“Actualmente, la superficie helada en el Ártico alcanza los 5.301.219 kilómetros cuadrados, cuando en 2007 era de 4.267.813 kilómetros cuadrados y en 2008 de 4.731.875%. Estos datos reflejan un crecimiento del 12% interanual de la masa de hielo Ártica.”

“Además, según las estadísticas que nos ofrecen estos grupos de análisis, la masa de hielo polar Ártico se va recuperando. Estos datos reflejan las magnitudes medidas a día 15 de septiembre de cada uno de los años señalados.”

[Cuadro con el siguiente título: “The latest value: 5,301,094 km2 (September 15, 2009)]

“Estos analistas hacen estos cálculos empleando el algoritmo NORSEX. Es decir, la extensión del hielo es la superficie total de todas las cuadrículas polar del hemisferio norte que tienen al menos el 15% de concentración de hielo del mar, utilizando este algoritmo de NORSEX.”

“La zona de hielo es la suma de las áreas de la red celular, multiplicado por la concentración de hielo para todas las células con concentraciones de hielo de al menos el 15%.”

[Nuevo cuadro titulado “ICE AREA, NORSEX SSM/I”]

“En plena temporada de deshielo en el Ártico, la superficie del Polo Norte ha experimentado un aumento del 12% respecto al año pasado. No obstante y pese a que los datos del National Snow and Ice Data Center (NSIDC), reflejan un incremento de la capa de hielo ártico, sus analistas señalan que el deshielo sigue su curso. No obstante, es cierto que la capa de hielo se mantiene aún muy por debajo de la extensión alcanzada en 1979.”

“La trampa radica en cómo efectuar la comparación de tales mediciones, ya que el centro toma como referencia la extensión media de superficie helada entre 1979 y el año 2000. Así, en 2007 la extensión mínima de hielo ártico fue el 42,6% menor que en el período 1979-2000, mientras que en 2008 fue un 33,1% menor, y así sucesivamente. Es decir, continúa creciendo de un año para otro.”

Hasta aquí las dos “noticias”. No sé qué pensarán Vds., pero a mí me parece que el titular de la primera es retorcidamente manipulador. La afirmación de que “la extensión del hielo marino alcanza su tercer mínimo en 30 años” induce a pensar (aunque no sea eso lo que dice) que esa extensión marcó un registro mínimo en el año 2007, otro en el 2008 y otro en el 2009, partiendo de la extensión gélida medida (en el mismo momento de deshielo) en 1979, cuando se iniciaron las mediciones mediante satélite. Pero resulta que la medición de 2009 arroja una extensión de hielo superior a la del 2008, que fue, a su vez, superior a la del 2007. ¿Dónde están los tres "mínimos"? La noticia sólo afirma uno: el del 2007, "en que se batieron todas las marcas". Pero si en 2008 y en 2009 la extensión ártica helada ha aumentado, la del 2007 sería el único "mínimo". Hablar de 3 "mínimos" en el año 2009 son ganas de decir sandeces y enredar.

Cualquier profesor universitario español sabe hoy el peligroso potencial de los algoritmos. ¿Hay que comparar el expediente académico de varios concursantes? Antes atribuíamos 4 puntos a la Matrícula de Honor, 3 al Sobresaliente, 2 al Notable y 1 al Aprobado (las opciones respecto de valoración de “suspenso” o “no presentado” eran diversas). Durante mucho tiempo los resultados de esta cuantificación nos iban bien. Ahora hay que aplicar un algoritmo, para tener en cuenta la nota media de la promoción del concursante, las notas medias de las promociones en otras Universidades, etc. El resultado es que los miembros de las comisiones enjuiciadoras no entienden el algoritmo, aunque sean físicos o biólogos (lo he comprobado, aunque no, lo confieso, con matemáticos). Otro ejemplo: el profesor debe atenerse a un PDA (Plan de Dedicación Académica), todo o en parte medido en ECTS (los créditos "a la boloñesa"): en mi Universidad disponen de un complejo algoritmo, pues no en vano nuestro Vicerrector de Política Académica y Profesorado es un prestigioso matemático.

Otro día les reproduzco ese algoritmo. Pero, volviendo a nuestro asunto, nos encontramos con que el algoritmo NORSEX permite concluir que disminuye la superficie helada del Ártico, pese a que las mediciones de esa superficie, con el mismo método y en la misma época, arrojan los siguientes resultados, que no se discuten:

En el año 2007: 4.267.813 km. cuadrados de superficie ártica helada.

En el año 2008: 4.731.875 km. cuadrados de superficie ártica helada.

En el año 2009: 5.301.219 km. cuadrados de superficie ártica helada.

Con independencia de la militancia anti calentamiento de la segunda noticia, lo que se afirma en ella es cierto, frente a lo que se afirma en el titular de la primera, que es falso y que se revela falso cuando la noticia, con sus datos, se lee entera. Y para los que somos “de letras”, que conocemos “las cuatro reglas” (sumar, restar, multiplicar y dividir) e incluso sabemos calcular porcentajes, con esos datos hay que afirmar que el hielo crece notablemente en el Ártico en los dos últimos años con datos conocidos. Esperemos a las mediciones por satélite del próximo septiembre. Pero si el Ártico iba en camino de desaparecer, llevamos dos años con la tendencia invertida y no sólo ligeramente: los incrementos de superficie helada han sido de 464.062 kilómetros cuadrados en 2008 (extensión próxima a la de España) y de 569.344 kilómetros cuadrados en 2009 (extensión superior a la de España, que es de 506.019 kilómetros cuadrados). En dos años, más de 1.033.406 de kilómetros cuadrados de aumento del hielo en el Ártico (más del doble de la superficie de España). ¡Vaya deshielo! No me pronuncio sobre el calentamiento global, pero sí digo que, con los datos manejados, la primera noticia es un guisote periodístico lamentable para seguir sosteniendo que se deshiela lo que lleva dos años helándose mucho más.

Se cumplen 31 años de mediciones mediante satélites. ¿De qué nos sirve ese extraordinario instrumento si los resultados que arroja pueden ser aderezados por los manipuladores para presentar dos considerables aumentos de extensión del hielo ártico como "tres mínimos históricos" de esa extensión?

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