miércoles, 30 de junio de 2010

“PORCENTAJES DE CONSTITUCIONALIDAD” O EL MINISTRO SIN VERGÜENZA


EL “ESTATUT DE CATALUNYA” NO ES YA PLENAMENTE CONSTITUCIONAL, SINO MAYORMENTE CONSTITUCIONAL.


Supongamos que cualquiera de los lectores se somete a un chequeo médico completo (no lo recomiendo: es una hipótesis o “un suponer”, que decimos en Madrid). Le miran, le escanean, le radiografían, le pinchan de varias formas y en varios lugares, le analizan sangre y otros fluidos, le endoscopean, le cateterean, le bombardean con ondas atómicas: días o semanas de pruebas exhaustivas. Finalmente, tras cobrarle un Congo y entregarle un buen paquete de folios muy bien encarpetados, el médico director del chequeo le proporciona el siguiente resumen verbal: “Tengo la satisfacción de comunicarle que el 98’3 por ciento de su volumen de Vd., estimado usuario, presenta un excelente estado de salud, con elementos patológicos y mórbidos limitados sólo al 1’7 por ciento de su volumen. Enhorabuena, le agradecemos que haya acudido a nosotros y esperamos verle de nuevo a bordo de nuestras modernas instalaciones.”

Digo yo que el chequeado del ejemplo podría hacer dos cosas: irse muy contento con ese veredicto sanitario cuantitativo (centímetros cúbicos propios muy mayoritariamente sanos) o responder al imaginario médico, superando la sensación de tomadura de pelo, más o menos en los siguientes términos: “¿Le importaría a Vd., doctor, explicarme ese 1’7 por cierto patológico o mórbido? Porque, sabe Vd., yo me puedo imaginar que entre las caries, la alopecia y el colon irritable (el de antes, no el que se me está irritando ahora) podría llegar quizás al 1’7 %, pero ¿hay algo más? Y si lo hay, de qué se trata?”

Evidentemente, a quien, sin más, se marchase tan contento con su estupenda salud en el 98’3 por ciento de su masa le podríamos tener por imbécil. Y, en cambio, consideraríamos sensato (además de sumamente paciente, flemático y humorístico: un santo, vamos) al que aguantase el veredicto volumétrico y después interpelase educadamente al facultativo. Porque si el 1’7 por ciento patológico-mórbido de nuestra masa, además de dos pequeños quistes, una ligera alopecia y un menisco averiado, incluye un maligno tumorcillo de cuatro milímetros en el páncreas, no deberían felicitarnos por un porcentaje volumétrico tan alto de salud y no tendríamos motivos de satisfacción, sino de muy seria preocupación.

Pero ahora están de moda los porcentajes para todo. Por ejemplo, para los deportes: rebotes, asistencias, tapones, canastas (en baloncesto); aces, errores propios, dobles faltas, etc. (en tenis); posesión del balón en fútbol. Y así sucesivamente. Ése ha debido ser el motor intelectual que ha impulsado a D. Francisco Caamaño, Ministro de Justicia del “Gobierno de España”, a superar las primeras valoraciones cuantitativas (290-1, contra el PP, dijo Rubalcaba, siempre tan deportista él), a superarse a sí mismo (porque al principio Caamaño también habló de “goleada absoluta a la posición del PP”) y alcanzar una precisión muy superior. A base de porcentajes, el catedrático de Derecho Constitucional ha llegado a una exactitud sobre constitucionalidad realmente notable. Asombrosa.

Porque Caamaño ha dicho que la sentencia sobre el “Estatut” catalán, "viene a constatar que es casi plenamente constitucional en un 98 o 99%". "De un texto con cerca de 39.000 palabras y aprobado por las Cortes, el PP impugnó algo más de 16.000, y el TC dice que no hay más que 350 que merezcan algún reproche".

Antes, hace ya muchos años, la extensión de los textos impresos se medía por “cíceros”. Pero esa medida era propia casi únicamente de las imprentas. A los autores, tratándose de artículos breves, se les (nos) decía “no más de un folio” (o dos o dos y medio). Ahora, como casi todos sabrán, los textos se miden por “caracteres” o “caracteres con espacios”. Los “bytes” o Kb no son demasiado fiables. Pues bien, D. Francisco Caamaño ha debido utilizar la función “contar palabras” después de que sus asesores le pasasen a “word” los textos pertinentes. Y así tenemos un "Estatut" científicamente medido en su constitucionalidad: es entre un 98 y un 99 por ciento constitucional. Dejémoslo en un 1'5 de inconstitucional. O sea, que el “Estatut” goza de buena salud jurídica en el mayor porcentaje de su superficie, se mida en centímetros, caracteres o “bytes”. El 1’5 de inconstitucionalidad no es casi nada:  quantité négligeable, que dicen los franceses. Matemáticamente despreciable.

Un as de las imágenes, este Dr. Caamaño. Pero ocurren tres cosas, que más bien descabalan la última ocurrencia del Dr Caamaño.

1ª) Que D. Francisco Caamaño se ocupó de peinar, lavar y maquillar constitucionalmente el texto de “Estatut” procedente de Catalunya cuando hubo de someterse al escrutinio del Congreso de los Diputados. Así se ha dicho miles de veces, como consta en las hemerotecas sin rectificación alguna.

2º) Que, una vez aprobado el texto ahora enjuiciado por el Tribunal Constitucional, D. Francisco Caamaño declaró públicamente muchas veces (y así consta, también sin rectificación) que el Estatuto de Cataluña era constitucional, sin matizaciones ni reservas o que era “plenamente constitucional” o se ajustaba “plenamente” a la Constitución. Ahora, según Caamaño, el Estatut es “casi plenamente constitucional”, lo que, si bien se mira, es algo similar (perdonen las manidas comparaciones) a declarar a una doncella “casi plenamente virgen” o a una mujer “casi plenamente embarazada”.

3º) Y más importante: la relación del Dr. Caamaño con el 1’5 de inconstitucionalidad que él ha calculado.

A) Al Dr. Caamaño nunca le importó que en el Preámbulo del “Estatut” se definiese a Cataluña como Nación. Es más: defendía esa definición “vigorosamente”. Pues bien, al Tribunal Constitucional sí le ha importado ese punto del Preámbulo, de modo que lo ha llevado al fallo, en los términos reproducidos en el “post” anterior. Es constitucionalmente inaceptable que esa definición tenga valor y eficacia jurídica alguna. Duro palo a la soberanía y, desde luego, a la vehemente tesis de la irrelevancia total sostenida por el Dr. Caamaño.

B) El Dr. Caamaño, pulimentador del “Estatut” en su texto definitivo, dio su visto bueno al Título III, con el rótulo “Del Poder Judicial en Cataluña” (artículos 95-109). Después, pasó a ocupar el Ministerio de Justicia. Ahora, por lo que sabemos, si el fallo, en lo que declara directamente inconstitucional y nulo, es contundente en alguna materia resulta ser respecto del modelo de "Justicia catalana" avalado por Caamaño. Se declaran inconstitucionales y nulos (cito): “el art. 97; los apartados 2, letras a), b), c), d) y e), y 3 del art. 98; los incisos “y con la participación del Consejo de Justicia de Cataluña” de los apartados 5 y 6 del art. 95; el inciso “por el Presidente o Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que lo preside, y” del apartado 1 del art. 99; el apartado 1 del art. 100; el inciso “o al Consejo de Justicia de Cataluña” del apartado 1 y el apartado 2 del art. 101”, todos ellos relativos a la Justicia.

No me entretendré en calcular el porcentaje de inconstitucionalidad que hay en los artículos 95 a 109, es decir, la inconstitucionalidad que ha chorreado y empapado especialmente a Caamaño, pero ¿podríamos hablar de un 90 por cien de su 1'5 por cien?. Una pieza clave de la Justicia de la nación catalana era el “Consejo de Justicia de Cataluña”. ¿Dónde se definía? En el art. 97 del Estatut, directamente declarado inconstitucional y nulo.

El art. 97 decía (ya no está) así: “El Consejo de Justicia de Cataluña es el órgano de gobierno del poder judicial en Cataluña. Actúa como órgano desconcentrado del Consejo General del Poder Judicial, sin perjuicio de las competencias de este último, de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial.“ Ni la extravagancia retorcida de considerarlo “órgano desconcentrado del Consejo General del Poder Judicial” ni el “sin perjuicio”, han salvado este precepto de la quema total. Nada del purgatorio de los fallos interpretativos: directamente al fuego de la inconstitucionalidad y la nulidad absoluta.

Algún medio ha iniciado una encuesta entre sus lectores sobre la dimisión o no del “President” Montilla. A mí esa encuesta me ha parecido cruel, casi sañuda, porque D. José Montilla Aguilera, natural de Iznájar, Córdoba, es un político puro, sin títulos universitarios. ¿Qué iba a hacer sino seguir sus instintos políticos y los del Sr. Zapatero? Pero Caamaño es Doctor en Derecho e incluso Catedrático de Derecho Constitucional. Objetivamente, si alguien ha quedado especialmente desautorizado por lo que se conoce de la sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña es el Sr. Caamaño. Si no fuese un animal político que, como hemos visto, manipula lo que sabe de Derecho para trepar políticamente (debería estar en el Bloque Nacionalista Galego, pero ahí no hubiese hecho la carrera que lleva) y carece absolutamente de vergüenza, el Dr. Caamaño habría dimitido. Pero es que estamos ante un peso pesado del zapaterismo más recalcitrante, que es un catedrático, un Ministro y un hombre sin vergüenza. Por algo menor (un error sobre la flagrancia, propulsado por el expresivo "motto" de la "patada en la puerta") dimitió José Luis Corcuera como Ministro del Interior cuando el TC declaró inconstitucional la patada. Dicen que Corcuera era muy bruto. No lo sé. Sí sé, en cambio que Caamaño lo es, y mucho, en el sentido italiano: “è un Ministro veramente brutto”.

martes, 29 de junio de 2010

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SOBRE EL “ESTATUT” DE CATALUNYA: A ZAPATERO Y DE LA VEGA LES PARECE ESTUPENDA, PERO EL “PRESIDENT” MONTILLA, CiU Y ERC ESTÁN MUY INDIGNADOS


A LA ESPERA DEL TEXTO COMPLETO, LEAN TONTERÍAS DE NOTICIA Y NOTICIAS DE TONTERÍAS


Se ha aprobado finalmente la ponencia de Dña. Maria Emilia Casas, Presidenta del Tribunal Constitucional, sobre el “Estatut de Catalunya”. El TC ha sentenciado. Naturalmente, cuando escribo no se conoce el texto de la sentencia, que seguramente se “filtrará” antes de su notificación oficial, porque son de prever votos particulares, que deben acompañar a la decisión del Tribunal.

Los “flashes” informativos de los “medios” señalaban casi unánimemente que la sentencia avala la mayor parte del “Estatut”. Nunca me he fiado de los “flashes”, que como hemos visto en sobradas ocasiones, pueden ser inexactos e interesados. Siempre he pensado que cuatro o cinco puntos son la clave para leer políticamente como favorable o desfavorable, en su conjunto, esta sentencia, que será muy compleja. En estos momentos, ni siquiera hay información completa sobre esos puntos, pese a la publicación de la parte dispositiva. Y, después de los “flashes”, en cuanto se conoció el “fallo” o parte dispositiva de la sentencia (2 folios y medio), Dña. María Teresa Fdez. de la Vega, rostro fiel del “Gobierno de España”, ha salido a la palestra para afirmar que el PP ha perdido “en toda regla” y como esta mujer resulta tan expresiva, ha derrochado felicidad en sus sonrisas y en sus frases de satisfacción. Pero debe tener algo (bastante algo) menos satisfactorio la sentencia porque CiU la califica de “gravísima” y el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Puigcercós, ha afirmado que "después de la estocada mortal al Estatut, más catalanes creen que la independencia es el único camino razonable para alcanzar la plenitud nacional. Esquerra está y seguirá al servicio de esta causa y de la libertad democrática de Cataluña". El “President” Montilla, se ha considerado “defraudado” y “engañado” y ha llamado a una “movilización masiva”, es de suponer que superior al 70 por ciento de abstenciones en el referéndum aprobatorio del “Estatut”. Y, significativamente, el Molt Honorable President de Catalunya ha advertido al Presidente del "Gobierno de España" de que "habrá que rehacer el pacto que hizo posible el Estatut". Analicen, por favor, esta última exigencia del Montilla.

Total, que, en efecto, los “flashes” iniciables eran inexactos y muy probablemente interesados. De nuevo, más manipulación a cargo de quien ha lanzado la primera información y escasa o nula seriedad en cuantos se han hecho eco. Pasados los “flashes” algunas cosas se van sabiendo con certeza: 1ª) Las reacciones que acabo de consignar, 2ª) El rechazo del TC a un Poder Judicial propio de Cataluña; 3ª) El aptdo. 1º del fallo, que dice así:

“1º Carecen de eficacia jurídica interpretativa las referencias del Preámbulo del Estatuto de Cataluña a ‘Cataluña como nación’ y a ‘la realidad nacional de Cataluña’.”

Por supuesto, nunca se discutió que el Preámbulo carecía de fuerza normativa. Pero se le priva de la que podría tener: la interpretativa. Quiérese decir que no es conforme a la Constitución Española vigente que Cataluña o Catalunya se considere una nación o una realidad nacional.

A la necesidad de conocer el texto se une la prudencia y conviene esperar, quizá bastantes fechas, porque la sentencia será extensa, mucho más que el texto estatutario enjuiciado. Y habrá que leer, una vez ingerido el necesario protector gástrico (no uno cualquiera, uno potente) el "tocho" tremendo y releer el "Estatut". Cuando me haya recuperado (si me recupero) de tanta prosa indigesta y me haya hecho una idea, escribiré algo, pero no mucho. No soy el único español harto de este asunto (el del “Estatut” y el del “soberanismo” catalán, etc.). Desde luego, adelanto ya que me parece tremendo que haya se haya recurrido al expediente de la sentencia interpretativa, para salvar la inconstifucionalidad, respecto de una treintena larga de preceptos. Los fallos interpretativos se han venido considerando indeseables, por numerosos autores y por muchos motivos. Eso de “si lo que dice XX, se lee como si dijese XY, podrá entenderse constitucional", resulta poco serio en una sentencia, incluso de este TC. En la práctica, hace que el que quiera ser constitucionalmente ortodoxo (si queda alguien así entre los aplicadores del “Estatut”) necesite ir por la vida con dos textos: el del "Estatut" y el de la sentencia interpretativa. Como si hubiese dos “Estatut”, vamos.

Y, por ahora, lo del “Estatut” no da para más, salvo que ya sí se pueden darse nuestros próceres políticos la prisa que les parezca, con el tino que acostumbran, especialmente el PP, en renovar el TC.

Pero el mismo día 28 de junio de 2010, antes de que el pleno del Tribunal Constitucional se reuniese por enésima vez para votar la séptima ponencia de sentencia sobre el “Estatut de Catalunya”, varios medios de comunicación en España publicaban noticias que merecen ser subrayadas, no por la importancia de “lo noticiado”, sino cabalmente por lo contrario, por la insignificancia del hecho que ha sido considerado noticioso y, por tanto, publicado. O por convertir en noticia destacada algunas tonterías.

Para empezar, hay varias “noticias” en la prensa española relativas a Dña. Leire Pajín. Pero a mí me llaman la atención dos. Titular de la primera:

“Pajín: ‘Es nuestro Estatut, nos sentimos identificados con él’"

De todos los políticos involucrados en el Estatut (se calcula que más de 200.000), al parecer uno de los más relevantes para declarar sobre el asunto era esta donostiarra que aún no ha cumplido 34 años, licenciada en Sociología, con el impresionante curriculum vitae que pueden consultar en el consabido enlace:

http://es.wikipedia.org/wiki/Leire_Paj%C3%ADn, aunque es mucho más expresivo lo que aparece en la web del PSOE.


¿Cómo puede ser que lo que haya dicho o le hayan dicho a la Sra. Pajín constituya noticia en medios de comunicación serios? Porque Dña. Leire, siendo Secretaria de Organización del PSOE, partido mayoritario en España, puede hacer algunas cosas de interés. Y ha hecho cosas, a mi parecer nada provechosas y bastante perniciosas. Pero, como quiera que de esos doscientos mil (200.000) políticos profesionales que calculo que hay en España (mujeres y hombres), al menos la mitad hacen declaraciones, digo yo que ha de haber motivos muy poderosos para publicitar en estos momentos la autorizada opinión de Dña. Leire. Pero esos motivos son otro misterio de nuestro machacado "Estado de Partidos".

El titular de la segunda noticia protagonizada por la Sra. Pajín (ahora me he acordado de Bobby Deglané, un veteranísimo locutor de la radio, ya fallecido, que preguntaba a las mujeres que llamaban o eran llamadas por teléfono: “¿Señora o señorita?” y, cuando le respondían “señorita”, denominación antaño propia de las solteras, invariablemente afirmaba: “Será por usted quiere”), el titular, digo, es éste:

Zapatero a Pajín: "Leire, cuéntame cómo va a ser mi crisis de Gobierno"

Reconozco que no abundan noticias directas sobre la clase de conversación que puede producirse entre Zapatero y sus allegados, de manera que cabría clasificar este testimonio entre las curiosidades notables. La Sra. Pajín relata: "El otro día, hablando con José Luis, me dijo: 'Leire, cuéntame tú cómo va a ser mi crisis de Gobierno'. Es posible que la crisis le esté rondando por la cabeza, seguro que sí. Pero el único que lo sabe es él". Apuesto a que bastantes de los lectores habrán pensado, como yo, que podría haber bastante ironía y sarcasmo en la frase de “José Luis”. Pero a Dña. Leire no ha debido parecérselo. Asombra que con lo jovencísima que empezó en política aún conserve dosis de candidez.

“Cospedal amenaza a Bono con una querella por 'calumniar' a su marido”

Dice la Sra. Cospenal: "Si sigue insistiendo [Bono] en que una persona de mi familia levanta o dice cosas sobre él que pueden ser constitutivas de delito, tendré que plantear una acción judicial, o tendrá que plantearlo esa persona -su marido-, pues no se dedica a la política y no tiene por qué soportar mentiras, infundios y calumnias". Que el marido de Dña. María Dolores no tiene que soportar la política (incluída la de su mujer) es algo muy discutible. Porque aquí, en España, señora, todos apechugamos como podemos con nuestra dosis de política ajena. Pero a lo que voy es a que, suponiendo que el consorte de esta señora haya tenido que ver con el conocimiento público de datos sobre el patrimonio y los negocios de D. José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados, no veo yo en eso ningún delito perseguible de oficio y, por tanto, no se me alcanza cómo podría considerarse calumniado el marido. Verdad es que la Sra. Cospedal, licenciada en Derecho, superó las pruebas de ingreso en el importantísimo Cuerpo de Abogados del Estado. Para eso no se exige en especial mucho Derecho Penal, pero las características esenciales del delito de calumnia prácticamente no se olvidan una vez que se estudian en la Carrera. Es deseable que Dña. María Dolores reflexione antes de calificar jurídicamente su indignación (y, así, de paso, dejaría a su marido expresarse con voz propia, lo que no estaría mal para la igualdad de género).

Dejo casi para el final esta clara “tontería de noticia”:

“España fue el tercer país de la Unión Europea (UE) donde las bebidas alcohólicas se vendieron más baratas en 2009”

¡Estaría bueno que España fuese de los países en que se vendiesen más caras las bebidas alcohólicas!. Lo curioso de la “noticia” es que Rumanía y Bulgaria nos superen en baratura. ¿Con qué alcohol hacen las bebidas alcohólicas en Rumanía y Bulgaria? Mejor no saberlo y, desde luego, si tienen que ir a esos países, les aconsejo llevarse una petaquita con el líquido espirituoso preferido y no probar los productos típicos del lugar, al menos mientras Eurostat no aclare el misterio del alchohol rumano y búlgaro.

¡Ah! Se me olvidaba otra "noticia": una revista de gran altura cultural publica el primer desnudo masculino en su portada (el de un personaje televisivo, claro). En los medios internéticos, ésta es una de las noticias más vistas. What a country, Miquelarena!

sábado, 26 de junio de 2010

LA PERVERSIÓN DE LA CIENCIA: SÍNTOMAS Y VACUNA (y III)


COMO VACUNA CONTRA LA PSEUDOCIENCIA Y LA MANIPULACIÓN, ¿NO VALDRÍA RECUPERAR LA UNIVERSIDAD?


En el “post” que era primera entrega de esta serie, mostraba nuestra paradójica y poco justificable ausencia de certezas en asuntos capitales: estado global de nuestro planeta, fuentes de energía a las que recurrir, causas y remedios de la profunda crisis económica y social. Describía a grandes rasgos los mecanismos de la manipulación interesada, la indefensión de la sociedad ante esa manipulación, la consiguiente falta de control sobre los centros de poder (difíciles de localizar, por cierto) y la resultante dificultad extrema que para muchos presenta adoptar decisiones acertadas y, para todos, juzgar si las que se adoptan son razonables y de posible eficacia para el bien común o, por el contrario, disparatadas y sólo beneficiosas -incluso demasiado beneficiosas- para unos pocos.

En el “post” inmediatamente anterior, les ofrecí un ejemplo de manipulación de los datos científicos indiscutibles. Ahora es el momento de proponer una vacuna contra la mistificación de las Ciencias y la implacable difusión de las manipulaciones.

Vaya por delante que no creo en recetas simples y menos aún en efectos de fulminante o rápida mejoría. Pero, si bien se mira, hay en el mundo una constelación de instituciones que pueden -y deben- operar positivamente sobre nuestra crisis de saberes y de sólidas bases para decidir. Me refiero, ya lo adivinan, a las Universidades. Lo que propongo es que, antes de imaginar inventos, pensemos, como remedio, como posible vacuna, en algo inventado hace siglos.

Muchas denominadas “Universidades” del mundo no nos sirven para lo que interesa. No nos sirven las “Universidades” que no investigan y sólo son centros de enseñanza. Pero, descontadas todas ésas, aún resta un gran número de Universidades que, pese a todos los pesares (en los que incluyo infinidad de cambios no precisamente positivos: p. ej., primar la rentabilidad económica de las actividades sobre la independencia, libertad, calidad y seriedad de la investigación y la docencia), todavía no se han alejado por completo de lo que, a fin de cuentas, ha sido y debe seguir siendo el núcleo de una verdadera Universidad: la búsqueda independiente y desinteresada de la verdad, sin otro requisito que la utilización de métodos científicos.

La idea clásica de la Universidad, sustentada y respetada durante siglos desde muy distintas perspectivas, presente en su ceremonial plurisecular o recientemente inventado, es el servicio a la verdad. Llevo toda mi vida en la Universidad convencido de esta idea. Pero ahora le encuentro más sentido que nunca a mi vieja convicción (personalísima, pero en absoluto original). Porque la independencia o la no sumisión de la Universidad a estos o a aquellos poderes, cobra una importancia capital en este momento. Con esa idea originaria y esencial, la Universidad prestaría hoy a la sociedad el servicio, muy apremiante, históricamente decisivo, de ser una instancia fiable de adquisición y difusión de saberes.

Testimonio de mi vieja convicción, acorde con la idea clásica de la Universidad, son los siguientes párrafos de un artículo publicado en ABC, el 5 de agosto de 1976, bajo el título “UNIVERSIDAD CRÍTICA”:

(...) La cuestión es ésta: ¿cuál es la inspiración fundamental de la Universidad? ¿Cuál es la experiencia sobre la que esta institución vive? (...) Cabe responder sencillamente que la experiencia fundamental de la que vive la Universidad (cuando está viva) es la verdad. La Universidad es aquel lugar donde se dice —o se puede decir y oír— la verdad. La literatura ceremonial universitaria insiste en este punto hasta caer en el tópico, pero se trata de un tópico válido frente a otros de baja ralea (...).

“Esta «centella primitiva» de la Universidad contiene también la solución al problema de su relación con la sociedad. En efecto: al preguntar a qué necesidad subviene la Universidad entre todas las instituciones sociales, la respuesta es: poner al hombre en relación con el todo. Porque verdad se opone, antes que a falsedad, a ocultamiento. La Universidad se ha de proponer, como proyecto expreso y metódico, una cultura, un cultivo del hombre, consistente en que se abra más y más. Ya definía Whitehead al pensamiento humano como el que se ocupa de la cuestión «¿qué hay con el todo?» (...)

“Muchas instituciones de la sociedad actual tienen una inclinación que puede hacerlas converger, mediante mecanismos propiciadores del anonimato, hacia el aplastamiento del hombre en cuanto ser personal. En este contexto, que es tanto el de las sociedades verdaderamente socialistas como el de la que Galbraith llama «sociedad posindustrial» y cuando se aprecia que, por paradoja, todo el «sistema» se ha puesto en manos de la educación, ¿quién no ve la situación privilegiada de la Universidad y quién no advierte que, al propio tiempo, la Universidad corre el peligro de converger con otras instituciones en la línea de la despersonalización? Soslayando ese peligro, la Universidad tiene el privilegiado deber de poner en tela de juicio —esto es, de enjuiciar sin prejuicios— los objetivos del «sistema» social y el sentido de lo que acontece. (...)”

“Suene como suene, poner en tela de juicio al ‘sistema’ constituye el objetivo que la Universidad ha de fijarse. Y eso no es la subversión social al uso (que, por cierto, nada subvierte), sino la iluminación que impulsa la acción libre, a partir del saber y de la decisión de buscar y decir la verdad.”

Ahora, en nuestros días, con tremenda perversión de las Ciencias por intereses parciales (quizá divergentes del interés de todos), por sumisión a poderes económicos y políticos y con problemas enormes ante los que, como he señalado, son demasiadas y demasiado injustificadas nuestras incertidumbres, la sociedad debería poder reencontrar en las Universidades fuentes seguras de conocimientos sólidos y, ni que decir tiene que desinteresados. Las Universidades podrían ser esos lugares, apremiantemente necesarios, donde se busque y se diga la verdad (aunque con falibilidad), donde no se tolere la manipulación y se combata la impostura.

Honradamente, pienso que mi propuesta de “vacuna” frente a la degradación científica y la manipulación no falla en cuanto a la lógica. Lo que las Universidades deben ser (y aún no ha desaparecido del todo en ellas) encaja perfectamente con lo que la sociedad más necesita en este trance histórico. Eso es seguro. Y no escribiría este “post” si mi diagnóstico no incluyese que en 2010 no han logrado todavía, entre unos y otros, la completa desaparición del llamado “espíritu universitario”, del que hablaré después. La dudoso es si aún es posible enderezar la deriva autodestructiva de muchas Universidades. Objetivamente, la rectificación es posible: no habría que lograr cambios que presenten dificultades insalvables y ni siquiera extremadamente difíciles (p. ej., asignar recursos económicos no disponibles). Las dificultades que hacen dudosa la viabilidad de una propuesta lógica y objetivamente posible derivan de la actitud subjetiva de los dirigentes directos e indirectos de las Universidades.

Sé que desde 1976 han ocurrido muchas cosas respecto de las Universidades. Y no todas ni la mayoría buenas. He sido consciente de esos cambios. Voy a mostrarles esa conciencia y también la persistencia de mi convicción, a sabiendas de que es la de muchos universitarios en todo el mundo.

He seleccionado algunos textos. Vean primero los procedentes del artículo titulado “UNIVERSIDAD: ‘ESTRUCTURA’, ESPÍRITU Y LIBERTAD”, publicado en el desaparecido periódico YA, el 1 de marzo de 1988:

“Es cosa notable que la Universidad viva aún, después de tantas leyes y reglamentos universitarios desorientados o insensatos. Y eso se debe a la hondura, a la profundidad de sus raíces. Claro que la vida de la Universidad (…) es hoy no tanto vitalidad o actividad de instituciones, de entidades orgánicas —organizadas, cohesionadas por principios de razón y orden— como vida universitaria, esparcida aquí y allá en pequeños núcleos personales, a modo de rescoldos dispersos de numerosas fogatas ya desaparecidas."

“(...) Se insiste en improvisar ‘profesores’ que proporcionen algunos conocimientos —no importa que sean vulgares y atrasados: se acepta lo que sea— al mayor número de personas. O lo que es igual: se insiste en eliminar la Universidad como lugar en que se busca la verdad, en el que se afrontan con seriedad unas tareas intelectuales arduas, las científicas, para las que, por ley de la naturaleza, no todos son aptos, ni como profesores ni como alumnos, y que, por lo demás, no a todos pueden gustar.”

“(..) Burocratización exacerbada: cada vez más papeles, cada vez más rigidez en los formularios, cada vez menos resultados positivos de los papeles y los formularios y más distancia entre éstos y los resultados. Asambleítis, comisionitis y reunionitis agudas. Mercantilismo feroz. Reproducción cada año más perfecta de la fenomenología de la política menor, de los vicios del parlamentarismo nacional y autonómico, del amiguismo y la picaresca nepotista, del esplendor de los ‘aparatchiks’ y los nomenklaturistas….(...)”

“Y, sin embargo, hay vida universitaria, hay trabajo de calidad: se publican libros espléndidos, manuales de buena calidad, trabajos de investigación de la máxima altura, se dan clases o lecciones genuinamente magistrales, se hacen algunas magníficas tesis doctorales, etc. Hay profesores y alumnos que se pueden codear con cualesquiera homónimos del planeta. Son los frutos de lo que se ha llamado frecuentemente, en contextos de cursilería o retórica trasnochada, pero, a fin de cuenta, con acierto, ‘espíritu universitario’.”

“Huelga decir que ese espíritu, esa auténtica ‘vocación universitaria’, no sobrevuela los recintos académicos como sustancias angélicas o ectoplasmas del espíritu: se encarna en y pertenece a personas concretas, de carne y hueso.”

Más recientemente, ya en este siglo, he vuelto a insistir (“UNIVERSIDAD, SOCIEDAD, EUROPA”, ABC, 5 de noviembre de 2005). Se trataba del “proceso de Bolonia”, ocasión para que el tiránico “lobby” pedagógico sostenga las más absurdas y retardatarias posturas, como verán. Esto es lo que escribí y en lo que insisto:

“Una vez más, se plantea una pugna sobre la cuestión del servicio de las Universidades a la sociedad. La ocasión de esta nueva pugna es la configuración del denominado ‘espacio europeo de educación superior’”.

“(…) Hay quienes, con el pretexto de la convergencia europea, quieren imponer una determinada idea del servicio de la Universidad a la sociedad, previamente reducida al mundo empresarial: la Universidad como una industria educativa auxiliar de ese mundo. Ningún documento de autoridades europeas con legitimidad normativa avala esa idea, pero en la constelación de nuestras Universidades no faltan unos cuantos entes (Direcciones generales, vicerrectorados, gabinetes, agencias, institutos, etc.) empeñados en lograr determinadas y no pequeñas transformaciones.”

“La principal transformación sería la de los profesores. Aunque parezca increíble, el objetivo transformador se resume, sin exageración, en los siguientes términos: los profesores universitarios no deben dedicarse a enseñar lo que saben. Habrían de dedicarse a procurar que los estudiantes adquieran ciertas destrezas, habilidades, aptitudes y actitudes. ¿Por qué esta mutación tan radical? Porque, dicen, personas con destrezas, habilidades, aptitudes y actitudes son lo que demanda el mundo empresarial. Y porque, añaden, el conocimiento es algo muy secundario en nuestros días. ‘Lo cognitivo’, dicen, ‘debe dejar paso a lo psico-sociológico’. Alguna versión concreta de la mutación deseada pretende que los profesores universitarios sean 'compañeros' de los alumnos y sus consejeros ‘psicológicos, sexológicos, ergonómicos y jurídicos”.

“(...) Es verdad que las Universidades no deben vivir de espaldas al mercado. Y es verdad que los profesores universitarios no deben desconocer la importancia de que su trabajo investigador y docente vaya más allá de la transmisión de conocimientos. Pero las exigencias del mercado (tan difíciles de establecer, por lo demás) no pueden ser el norte de la planificación de la formación universitaria básica: la formación básica superior en Matemáticas, Química, Derecho o Filología, p. ej., depende del estado de las correspondientes Ciencias."
(...) “De modo indirecto, la Universidad responde a muchas necesidades humanas, sociales. Pero la necesidad social y humana a la que responde directa y específicamente es la de un serio progreso en el saber y en un saber de totalidad, que incluye la investigación y el cultivo de parcelas aparentemente inútiles"

“Consecuentemente, la Universidad —repito— puede tener “patrocinadores”, pero no “clientes”; puede tener mecenas, pero no señores feudales; puede establecer conciertos y convenios, pero no venderse, alquilarse o condicionarse. Toda verdadera Universidad merece nutrirse con suficiencia de recursos allegados por la generalidad de los ciudadanos. Si los poderes públicos no lo comprenden, no comprenden la sociedad actual y lo ignoran todo sobre la Universidad. La “privatización” no debe invadir los trabajos universitarios. Hay muchas cosas que pueden no interesar a las empresas, pero que nos interesan y nos afectan a todos. Y, además, hay cosas que interesan a empresas, pero que conviene a todos que se lleven a cabo también al margen de cualquier interés particular, incluso perfectamente legítimo.”

(...) "En la entraña de esa función está que la Universidad, mediante la adquisición y transmisión de conocimientos científicos, pueda poner en tela de juicio (es decir, enjuiciar sin prejuicios) las percepciones de la realidad, el sentido de lo que acontece y hasta la estructura y los objetivos del “sistema” social. Eso no es ninguna temible subversión social (...): es la crítica libre, a partir del saber científico, lejos de toda virulencia o arrogancia, porque cuando se busca conocer, se conoce ante todo la propia vulnerabilidad al error. A partir de esa crítica libre y constructiva se progresa.”

Sostener, en el mundo actual, que el conocimiento es lo menos importante parece la idea fuerza de un sabotaje colosal para destruir la Humanidad o, si se liga sólo al “Espacio Europeo de Educación Superior”, para darle la puntilla a la vieja Europa, objetivo que quizás a algunos les interese. Pero las Universidades, de iure o de facto, poseen cierta autonomía para orientarse en aspectos claves -planes de estudios, métodos y exigencias de aprendizaje, condiciones y estímulo de la investigación y de la difusión de sus resultados-, desvinculándose de propuestas absurdas e incluso no ligándose fatalmente a las consecuencias y resultados de los anteriores escalones educativos. ¿Serían capaces unos cuantos Rectores de impulsar un cambio sustancial del rumbo de sus Universidades, orientándolas claramente a la seriedad de una investigación sin sujeciones ni dependencias y estableciendo alianzas para un apoyo mutuo en el trabajo así dirigido y para la máxima difusión de certezas y debates rigurosos?

Eso no es imposible, aunque si lo considero improbable de no mediar estímulos externos, que ahora no soy capaz de imaginar. En todo caso, afirmo que, objetivamente, se podría invertir la galopante tendencia a la degradación y a la manipulación de la ciencia. Si no ocurre, no será por falta de mimbres. Será porque no hay quienes quieran hacer cestos. Será que incluso los que presumen de dirigir Facultades, Institutos y Universidades de calidad están, a la hora de la verdad, preocupados principalmente, no por hacer Ciencia, sino por el “marketing”. En el ámbito de lo económico, la preocupación por  el "ranking" (debe haber varias docenas) raya en lo escandaloso. Y también me escandalizan un poco las instituciones universitarias dedicadas a la Economía y presuntamente serias que producen y difunden “papers” sobre clubs de fútbol, mientras un inteligente y laborioso jubilado explica por su cuenta a media España (y a medio mundo)  el origen y desarrollo de la crisis financiera. Decididamente, si siguiésemos por la cuesta abajo, la culpa sería de "dirigentes" sin talento y sin carácter, cortos de miras y egoístas. No querrían aplicar la vacuna, que ya existe.

jueves, 24 de junio de 2010

LA PERVERSIÓN DE LA CIENCIA: SÍNTOMAS Y VACUNA (II)


EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL DESHIELO DEL ÁRTICO: UN ESPLÉNDIDO EJEMPLO DE MANIPULACIÓN

Antes de abordar, en una tercera y última entrega, la posible y deseable vacuna contra la manipulación y la falsificación de la ciencia y las vías de recuperación de la confianza social en los trabajos científicos, voy dedicar este “post”, como anuncié, a un ejemplo de manipulación de datos que no me extrañaría que les hiciese exclamar: “¡increíble!”. Pero, se trata de un ejemplo real. Dos noticias aparecidas en medios de comunicación españoles (prescindo de nombrarlos, para no hacer publicidad en ningún sentido): la primera del 17 de septiembre de 2009 y la segunda, del día anterior, 16 de septiembre de 2009. Se trata del mismo asunto: la extensión del hielo en el Ártico (en relación, desde luego, con el calentamiento global).

Si Vds. introducen en su buscador (Google, p. ej.) los términos “superficie hielo Ártico”, como yo lo he hecho hace un rato, se encontrarán una abrumadora confirmación de la vigencia de esta verdad oficial: mientras la Antártida crece o, al menos, permanece terriblemente inmutable, el Ártico disminuye y camina hacia la desaparición. Por cada 100 entradas de Google sobre el tema, quizá 1 ó 2 presenten divergencias sobre esa verdad oficial. Las 98 ó 99 restantes son absolutamente correctas. Uno piensa que, a estas alturas de la vida humana, debe haber datos, mediciones. Que la superficie de hielo en el Ártico esté disminuyendo (más o menos dramáticamente), se mantenga sustancialmente invariable o vaya en aumento no parece cuestión ideológica, política o de apreciación subjetiva por razones estéticas o por las personales preferencias hacia el estado sólido o líquido del agua.

Las dos noticias deberían decirnos los datos que hay o que no los hay o que, por esta razón y esta otra, los datos disponibles no permiten responder a este sencillo interrogante: ¿está desapareciendo paulatinamente el hielo en el Ártico? Pues bien: las dos noticias coinciden en que hay datos y resulta que las dos noticias (si se pasa, como hay que hacer siempre, de los titulares al texto), transmiten los mismos datos, que seguramente el lector, como yo, considerará suficientes para hacerse una idea fiable acerca de si estamos en camino de que desaparezca el Polo Norte helado que hemos conocido siempre.

Expongo las noticias cronológicamente desordenadas porque aunque las dos incluyen dosis de orientación al lector y de “militancia”, me parece que la que reproduzco en primer lugar manipula más los datos, muy probablemente sin intención: se reproduce un despacho de agencia. Y aquí viene lo bueno: sobre exactamente los mismos datos de superficie helada, los dos medios transmiten mensajes opuestos. Una noticia se ajusta a la tesis “ortodoxa” -climatológicamente correcta- del calentamiento global y la otra, por el contrario, combate abiertamente esa tesis de la corrección. Vean.

El 17 de septiembre de 2009, en un acreditado diario de difusión nacional aparece el titular y el texto siguientes:

“La extensión del hielo marino alcanza su tercer mínimo en 30 años”

“El hielo marino del Ártico parece haber alcanzado su extensión mínima para este año, siendo la tercera más reducida desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979. Aunque esta extensión mínima está por encima de la de los dos últimos años, sigue la tendencia negativa observada en los últimos treinta años al final del verano.”

“Según los datos divulgados por el Centro Nacional para la Nieve y el Hielo (NSIDC, en sus siglas en inglés), la extensión mínima se alcanzó el pasado día 12 de septiembre, con una superficie de 5,10 millones de kilómetros cuadrados. A partir de ese día las señales parecen indicar que el hielo marino ha comenzado su ciclo anual de crecimiento en respuesta al frío del otoño.”

“La extensión para este año es 580.000 kilómetros cuadrados mayor que en 2008 y 970.000 kilómetros cuadrados sobre la superficie helada de 2007, año en que se batieron todas las marcas de deshielo acelerado. Aún así, la superficie alcanzada el pasado 12 de septiembre es 1,61 millones de kilómetros cuadrados inferior a la media entre 1979 y 2000 y 1,28 millones de kilómetros cuadrados menor que la media entre 1979 y 2008.”

“Sin recuperación”

“La explicación para que este año la extensión a final del verano no haya caído a los niveles de los dos años anteriores habría que buscarla en que las temperaturas durante el verano fueron relativamente más frías. Así, por ejemplo, la temperatura en el mar de Chukchi y en el mar de Beaufort fue especialmente fría comparada con la de 2007.”

“No obstante, a pesar de que el deshielo se ha contenido, los científicos no consideran que esto sea una recuperación. A pesar de las condiciones menos favorables para la pérdida de hielo, la extensión mínima de 2009 se sitúa un 24% por debajo de la media de 1979-2000, y un 20% si se tienen en cuenta los últimos treinta años. Además, en el Ártico predomina ahora un hielo joven y fino, que es más vulnerable al deshielo estacional, por lo que se espera que el declive de su extensión a final del verano continúe en los próximos años.”

El día anterior, 16 de septiembre de 2009, un diario digital, notablemente visitado, había publicado los titulares y el texto siguientes:

“El calentamiento global no evita que el hielo Ártico crezca un 24% desde 2007”

“La superficie de hielo polar ártico sigue creciendo a pesar de las predicciones de los alarmistas del cambio climático. El propio Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace, reconoció en agosto que mintió al predecir que el hielo en el Ártico se habrá derretido en el año 2030.”

Tras el titular y antes de los nombres de las personas responsables de la información, se podía leer el siguiente texto:

“La superficie de hielo polar ártico sigue creciendo a pesar de las predicciones de los alarmistas del cambio climático. El propio Gerd Leipold, director ejecutivo de Greenpeace, reconoció en agosto que mintió al predecir que el hielo en el Ártico se habrá derretido en el año 2030.”

Después de los nombres, aparecía el siguiente texto (con cuadros ininteligibles para los no especialistas, de los que prescindo aquí):

“Los datos reflejan que el supuesto calentamiento global que amenaza la vida en la tierra (según los alarmistas del cambio climático) no logra acabar con la superficie de hielo en el Ártico. “

“Así, según los datos de Nansen Environmental and Remote Sensing Center, el IARC-JAXA Information System y el National Snow and Ice Data Center, recogidos por el blog Desdeelexilio, la capa de hielo polar Ártico ha crecido un 24% desde el año 2007. Desde 2008, la subida ha sido del 12%.”

“Actualmente, la superficie helada en el Ártico alcanza los 5.301.219 kilómetros cuadrados, cuando en 2007 era de 4.267.813 kilómetros cuadrados y en 2008 de 4.731.875%. Estos datos reflejan un crecimiento del 12% interanual de la masa de hielo Ártica.”

“Además, según las estadísticas que nos ofrecen estos grupos de análisis, la masa de hielo polar Ártico se va recuperando. Estos datos reflejan las magnitudes medidas a día 15 de septiembre de cada uno de los años señalados.”

[Cuadro con el siguiente título: “The latest value: 5,301,094 km2 (September 15, 2009)]

“Estos analistas hacen estos cálculos empleando el algoritmo NORSEX. Es decir, la extensión del hielo es la superficie total de todas las cuadrículas polar del hemisferio norte que tienen al menos el 15% de concentración de hielo del mar, utilizando este algoritmo de NORSEX.”

“La zona de hielo es la suma de las áreas de la red celular, multiplicado por la concentración de hielo para todas las células con concentraciones de hielo de al menos el 15%.”

[Nuevo cuadro titulado “ICE AREA, NORSEX SSM/I”]

“En plena temporada de deshielo en el Ártico, la superficie del Polo Norte ha experimentado un aumento del 12% respecto al año pasado. No obstante y pese a que los datos del National Snow and Ice Data Center (NSIDC), reflejan un incremento de la capa de hielo ártico, sus analistas señalan que el deshielo sigue su curso. No obstante, es cierto que la capa de hielo se mantiene aún muy por debajo de la extensión alcanzada en 1979.”

“La trampa radica en cómo efectuar la comparación de tales mediciones, ya que el centro toma como referencia la extensión media de superficie helada entre 1979 y el año 2000. Así, en 2007 la extensión mínima de hielo ártico fue el 42,6% menor que en el período 1979-2000, mientras que en 2008 fue un 33,1% menor, y así sucesivamente. Es decir, continúa creciendo de un año para otro.”

Hasta aquí las dos “noticias”. No sé qué pensarán Vds., pero a mí me parece que el titular de la primera es retorcidamente manipulador. La afirmación de que “la extensión del hielo marino alcanza su tercer mínimo en 30 años” induce a pensar (aunque no sea eso lo que dice) que esa extensión marcó un registro mínimo en el año 2007, otro en el 2008 y otro en el 2009, partiendo de la extensión gélida medida (en el mismo momento de deshielo) en 1979, cuando se iniciaron las mediciones mediante satélite. Pero resulta que la medición de 2009 arroja una extensión de hielo superior a la del 2008, que fue, a su vez, superior a la del 2007. ¿Dónde están los tres "mínimos"? La noticia sólo afirma uno: el del 2007, "en que se batieron todas las marcas". Pero si en 2008 y en 2009 la extensión ártica helada ha aumentado, la del 2007 sería el único "mínimo". Hablar de 3 "mínimos" en el año 2009 son ganas de decir sandeces y enredar.

Cualquier profesor universitario español sabe hoy el peligroso potencial de los algoritmos. ¿Hay que comparar el expediente académico de varios concursantes? Antes atribuíamos 4 puntos a la Matrícula de Honor, 3 al Sobresaliente, 2 al Notable y 1 al Aprobado (las opciones respecto de valoración de “suspenso” o “no presentado” eran diversas). Durante mucho tiempo los resultados de esta cuantificación nos iban bien. Ahora hay que aplicar un algoritmo, para tener en cuenta la nota media de la promoción del concursante, las notas medias de las promociones en otras Universidades, etc. El resultado es que los miembros de las comisiones enjuiciadoras no entienden el algoritmo, aunque sean físicos o biólogos (lo he comprobado, aunque no, lo confieso, con matemáticos). Otro ejemplo: el profesor debe atenerse a un PDA (Plan de Dedicación Académica), todo o en parte medido en ECTS (los créditos "a la boloñesa"): en mi Universidad disponen de un complejo algoritmo, pues no en vano nuestro Vicerrector de Política Académica y Profesorado es un prestigioso matemático.

Otro día les reproduzco ese algoritmo. Pero, volviendo a nuestro asunto, nos encontramos con que el algoritmo NORSEX permite concluir que disminuye la superficie helada del Ártico, pese a que las mediciones de esa superficie, con el mismo método y en la misma época, arrojan los siguientes resultados, que no se discuten:

En el año 2007: 4.267.813 km. cuadrados de superficie ártica helada.

En el año 2008: 4.731.875 km. cuadrados de superficie ártica helada.

En el año 2009: 5.301.219 km. cuadrados de superficie ártica helada.

Con independencia de la militancia anti calentamiento de la segunda noticia, lo que se afirma en ella es cierto, frente a lo que se afirma en el titular de la primera, que es falso y que se revela falso cuando la noticia, con sus datos, se lee entera. Y para los que somos “de letras”, que conocemos “las cuatro reglas” (sumar, restar, multiplicar y dividir) e incluso sabemos calcular porcentajes, con esos datos hay que afirmar que el hielo crece notablemente en el Ártico en los dos últimos años con datos conocidos. Esperemos a las mediciones por satélite del próximo septiembre. Pero si el Ártico iba en camino de desaparecer, llevamos dos años con la tendencia invertida y no sólo ligeramente: los incrementos de superficie helada han sido de 464.062 kilómetros cuadrados en 2008 (extensión próxima a la de España) y de 569.344 kilómetros cuadrados en 2009 (extensión superior a la de España, que es de 506.019 kilómetros cuadrados). En dos años, más de 1.033.406 de kilómetros cuadrados de aumento del hielo en el Ártico (más del doble de la superficie de España). ¡Vaya deshielo! No me pronuncio sobre el calentamiento global, pero sí digo que, con los datos manejados, la primera noticia es un guisote periodístico lamentable para seguir sosteniendo que se deshiela lo que lleva dos años helándose mucho más.

Se cumplen 31 años de mediciones mediante satélites. ¿De qué nos sirve ese extraordinario instrumento si los resultados que arroja pueden ser aderezados por los manipuladores para presentar dos considerables aumentos de extensión del hielo ártico como "tres mínimos históricos" de esa extensión?

lunes, 21 de junio de 2010

LA PERVERSIÓN DE LA CIENCIA: SÍNTOMAS Y VACUNA (I)


NUESTRA "SOCIEDAD AVANZADA" SE ENVENENA POR MANIPULACIÓN

Hoy voy a atreverme mucho. Porque voy tratar de exponer una síntesis de lo más importante que está (nos está) sucediendo. Allá va. 

La crisis ética, junto con las enormes posibilidades modernas de comunicación, están conduciendo a la sociedad humana a su autodestrucción. Tenemos más medios que nunca para conocer la realidad, pero, paralelamente, son también mayores que nunca los medios para manipularla: para negarla, esconderla (total o parcialmente) y falsearla. El trabajo científico está siendo interferido, perturbado, ocultado e incluso suplantado como nunca. La discusión científica ha sido alterada del mismo modo y en la misma medida. Mentira, ocultación y tergiversación sistemáticas envenenan el tratamiento científico de muchos problemas humanos. Intereses de muy diversa naturaleza -entre los que destacan los económicos y los ideológicos y políticos-, defendidos mediante un nutrido complejo de entidades e instituciones, impulsan las tupidas redes de comunicación. Y los productos de los procesos de perversión científica e intelectual alcanzan rápidamente todas las terminales de opinión, deliberación y decisión.

La extraordinaria abundancia de informaciones (verdaderas o falsas, completas o parciales) y de opiniones (estudios, informes, declaraciones) apenas puede ser procesada a fin de resolver certeramente sobre infinidad de asuntos, en los que, además, confluyen con frecuencia bienes e intereses divergentes e incluso diametralmente opuestos. Así, hemos llegado a la situación paradójica de una sociedad científica, técnica y tecnológicamente muy avanzada que camina con suma desorientación y torpeza hacia un futuro que no conoce y que no tiene proyectado, lo que sin duda resulta muy peligroso. Tan peligroso como lo es para un alpinista no saber en qué lugar de la montaña se encuentra y a qué lugar querría llegar.

Consideremos, para comprobar que no hay exageración en lo anterior, estos tres puntos relativos a nuestro mundo:

1º) No hay certezas sobre el planeta que habitamos. Sabemos que en él se está registrando, como siempre, un cambio climático, pero, pese a la fuerza de una doctrina oficial, no existe un mínimo consenso científico ni sobre el cambio mismo ni sobre sus causas.

2º) No hay certezas tampoco acerca de las características de las fuentes de energía que necesitamos. Las llamadas “energías renovables” (solar, eólica, biocarburantes) están sometidas a una discusión muy seria. El uso civil de la energía nuclear (centrales nucleares) es también controvertido en bastantes países, como todo el mundo sabe. Y las fuentes de energía hasta ahora habituales han sido descalificadas por escasas y contaminantes.

3º) No hay certezas económicas, con las visibles consecuencias actuales y las muchas y muy graves incertidumbres sobre nuestro futuro.

La falta de certezas en los dos primeros puntos resulta especialmente llamativa, porque se trata de ámbitos en los que el saber se podría adquirir mediante el cultivo de las ciencias experimentales. En cuanto a la carencia de certezas en lo económico, no parece coherente con la convicción, muy extendida hasta hace poco, de que los mecanismos de la vida económica eran algo cognoscible científicamente e incluso, en parte, también mediante ciencias experimentales.

Antes de avanzar, desarrollemos un poco los tres puntos precedentes (por supuesto, en ese desarrollo acogeremos aquí incertidumbres que consideramos reales, aunque reñidas con la corrección y negadas por ella. Pero precisamente la corrección política, económica, cultural y ecológica es una de las imposiciones sociales causadas por los mecanismos de manipulación masiva descritos inicialmente).

- Nuestro planeta. Se discute si el cambio climático consiste en un calentamiento global. Y aún más discutido es si el cambio obedece principalmente a comportamientos humanos (emisiones de CO2) o a causas naturales, como la actividad solar. Algunas de las teorías sobre las causas del cambio climático enlazan estrechamente esta cuestión con la de las fuentes de energía.

- Fuentes de energía. La opción por las energías “renovables” presenta, según bastantes autores, elementos muy discutibles: en la actualidad y a corto plazo, es innegable que la electricidad producida por “granjas solares” o parques eólicos es mucho más costosa económicamente que la de origen hidráulico, p. ej. La falta de rentabilidad de las “renovables” ha conducido a la subvención y ésta, a su vez, a problemas económicos inmediatos. La producción de las llamadas “placas solares” parece ser contaminante y se afirma que es limitada la duración de dichas placas, de elevado coste de fabricación. Se duda también del espacio que se necesitaría para reemplazar con “energías límpias” o “renovables" (placas solares, molinos, cultivos especiales) el actual recurso a las fuentes energéticas convencionales. En cuanto a la energía atómica, se reconoce su carácter ilimitado y su escaso coste, pero las centrales nucleares se encuentran bajo sospecha por motivos de seguridad y se considera no resuelto (e incluso sin solución) el problema de las residuos nucleares. No sabemos si la inseguridad es baja, media o muy alta. Unos dicen una cosa y otros, la contraria. Al parecer, para esa cuestión, a la que pensamos que cabría responder científicamente, no vale la ciencia. 

- Economía. En los últimos tiempos se cuestiona con más fuerza el carácter genuinamente científico de la Economía. Con otras palabras, aunque se han estudiado seriamente y con resultados sólidos muchos aspectos de la Economía, las llamadas “Ciencias Económicas” parecen muy lejos de contribuir a un saber de totalidad e incluso cabe dudar de que alguna vez lleguen a proporcionar ese saber.

Manifestación innegable de lo que se acaba de decir es que no se sepa cómo salir de la crisis económica, en gran medida porque no se sabe, a ciencia cierta, cómo hemos llegado a ella. Sabemos mucho sobre distintos elementos de la crisis: sobre la burbuja financiera, sobre el gasto público excesivo, sobre la expansión excesiva del crédito y el endeudamiento general, sobre los fallos de los reguladores de mercados, sobre el papel de los bancos centrales, etc. Esos factores son conocidos, lo mismo que otros: los defectos de las grandes auditoras, los errores de las calificadoras, el desbordamiento de las instituciones bursátiles por la especulación. Pero lo que se sabe parece contribuir principalmente a suscitar más y mayores dudas e incertidumbres. Se llega a cuestionar el hasta ahora indiscutido dogma del crecimiento económico incesante. Se intenta averiguar qué contenido tiene hoy el concepto de “dinero”, de forma que cuando utilicemos esa palabra sepamos de qué estamos hablando. El desconcierto y la inseguridad llegan a tal punto que se duda del futuro del euro y del dólar, se alzan voces de retorno al patrón oro, se vaticinan guerras y los juicios sobre las economías “emergentes” (India, China, Brasil) no pueden ser más dispares. Con todo, no sabemos cómo desintoxicar la economía y reavivarla, con objetivos tan simples como sufrir mucho menos paro y menos estrecheces y soportar menos irritantes desigualdades.

Dicho todo lo anterior, parece indiscutible que la falta de certezas en cuanto a la situación de nuestro planeta y su evolución, como la que atañe a las cuestiones energéticas, obedece a una enorme y doble perversión: por una parte, de la comunicación de los resultados de la investigación y, por otra, de la discusión científica en los asuntos enunciados. Si no fuese así, y puesto que, junto a científicos oportunistas vendidos o en alquiler, hay muchos otros que llevan a cabo una rigurosa investigación, deberíamos disponer ya de respuestas sólidas a las cuestiones apuntadas, que, sin embargo, hoy permanecen dudosas en todos sus aspectos. Sin esa tremenda perversión, aunque los resultados de los trabajos científicos bien hechos no fuesen todavía concluyentes, cuando menos sabríamos con mediana precisión lo que ya se conoce con certeza y lo que falta por conocer y por qué. Si esos trabajos arrojasen resultados susceptibles de distintas interpretaciones, conoceríamos los resultados -los datos- y los precisos términos del debate o los debates sobre el cambio climático o sobre diversas cuestiones relativas a las distintas fuentes de energía. Pero lo que presenciamos, en vez de serios debates científicos con previos datos asentados, son informaciones (presuntas informaciones) contradictorias sobre datos, ausencia de foros insobornables de debate científico y disputas entre posiciones que parecen apoyadas primordialmente en intereses económicos, aprioris ideológicos de más o menos entidad y posturas políticas de menor o mayor consistencia (a veces, “tics”, manías, tradiciones).

El resultado es que, sin ningún control social (que incluye el político), los más poderosos en cada momento, lugar y ámbito están decidiendo sobre asuntos que nos conciernen y afectan a todos. La ciudadanía carece de informaciones fiables y de personalidades en quien confiar. Y es bombardeada interesadamente a diario con todos los productos e instrumentos de la manipulación. Pero la situación es crítica -el desconcierto general, del que quizá unos pocos se aprovechen, es máximo- porque la dinámica de la manipulación se ha disparado y la ausencia de criterios de decisión dotados de mediana coherencia acaba pasando factura. La manipulación acaba afectando a los manipuladores. Y la sensación general se resume en un “¿a dónde vamos a parar?” o en un “¿cómo va a acabar esto”?, interrogantes que ahora se formulan con la máxima hondura, porque ya no son preguntas sobre la coyuntura, sobre el corto plazo ni sobre el pequeño espacio vital de cada uno, sino que significan incertidumbre e ignorancia sorprendidas respecto del futuro también en clave global. Cuando se hacen esas preguntas, muchas personas no están pensando sólo en ellos mismos, sino en sus hijos y nietos.  Y, por apegados que estén a su tierra, esos interrogantes los proyectan sobre el planeta entero. No elucubro: podría poner nombres y apellidos a la inquietud planetaria de obreros y campesinos que nunca se podrán plantear invertir, sino sólo ahorrar como lo han hecho siempre la personas prudentes y austeras.

La crítica situación de la sociedad actual sólo se disimula por miopía o comodidad y sólo se niega por el interés de “vender” falsas certezas. Pero la opinión pública está infectada de dudas y mentiras. Aunque no le gustan tantas dudas ni se cree fácilmente tantas mentiras.

Por si todo lo anterior fuese poco, no hay certezas comúnmente aceptadas en aspectos básicos de la cultura. Por poner solamente un ejemplo, la incertidumbre o la confusión están muy extendidas en cuanto al aprendizaje humano, desde el infantil hasta el de la educación superior. Un asunto clave. Si, además de no saber a dónde vamos, no sabemos cómo se aprende, no es que estemos en muy mala situación, sino que, además, estamos en muy malas condiciones.

Hay que recobrarse, recuperarse. El pensamiento crítico no puede decaer: ha de abrirse paso, por cualquier resquicio, combatiendo con opinión informada y libre, con datos claros, con algunas imprescindibles diatribas, todas las manipulaciones, los tópicos interesados, las falsedades y los sofismas. En un próximo “post” les ofreceré un significativo ejemplo concreto de manipulación de datos. Y más adelante, me propongo ocuparme de los antídotos y la vacuna.

viernes, 18 de junio de 2010

LIBROS, “PECÉS” Y PALABROTAS: DOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS “LOW COST”


REMEDIOS CONTRA LOS EFECTOS DE LA PEDAGOGÍA MODERNA Y LOS DOLORES AGUDOS DE LA CRISIS



Mientras se aclara quién debe más a quién y quién miente a los otros (y a todos, de paso) con más “efficiency”, hay que seguir viviendo. Y suceden algunas otras cosas aparte de la gran madeja económica global, que nadie parece capaz de ir desenredando (quizá porque hay situaciones que no tienen arreglo, contra el axioma implícito que afirma exactamente lo contrario).

Ya saben los lectores que en este “blog” se apoya “a muerte” (ahora, si no es “a muerte”, no hay apoyo verdadero) la investigación científica de calidad. Hoy les doy noticia de dos estudios científicos de diversa naturaleza (el primero mucho más serio que el segundo), pero ambos interesantes y muy útiles en estos tiempos. Además, los dos se han realizado sin grandes inversiones y gastos, lo que

Aprendizaje mediante papel o por pantalla de PC: resultados comparativos; el grave peligro de TV y PCs

Traduzco con cierta libertad una parte del artículo que pueden encontrar en este enlace:


Los monitores del ordenador tienen un efecto similar [al de la TV] debido a la luz que irradian. A tres grupos de estudiantes del mismo nivel de lectura se les presentó por tres medios distintos la misma información. Al Grupo A se le facilitó una hoja de papel. Al Grupo B se le proyectó una película con la misma página. El Grupo C la vio en un monitor de ordenador. Entonces, se comprobó la retención de la información por los estudiantes.”

El Grupo A arrojó un porcentaje de 85% de retención después de ver el papel. El Grupo B retuvo entre el 25% y el 30% después de ver la pantalla de cine. El Grupo C alcanzó una retención de entre el 3% y el 5% tras ver el monitor del ordenador. Joseph Chilton Pearce, responsable de la investigación afirma: “Los ordenadores y la televisión están cambiando los cerebros de nuestros niños. Debemos animar a los niños a desarrollar su capacidad de pensar y sólo después darles un ordenador". Pearce cita la investigación sobre el desarrollo de Piaget: “Los primeros doce años de vida se dedican a construir las estructuras cognitivas que permiten a las personas captar tipos de información abstracta, metafórica y simbólica…el peligro es que los ordenadores y la televisión interrumpen ese desarrollo.”

A quienes este asunto crucial les interese más, les aconsejo vivamente que lean el artículo íntegro. En todo caso, empieza a resultar incontrovertible lo que ya captó Herbert Marshall McLuhan en los años 60, a partir de la para él dolorosa experiencia de que sus alumnos cada vez leían menos... porque la TV –eso descubrió- les absorbía. El bombardeo de imágenes retrasa o disminuye la capacidad de pensar, de entender y de expresar abstracciones, como lo son todos los conceptos. Lo más interactivo es un libro (afirmación de un informático).

Decir “tacos” o palabrotas reduce el dolor

No es que no supiéramos lo mucho que alivia soltar un “taco” cuando te das con el martillo en el dedo y no atinas en el clavo, pero ahora se ha estudiado universitariamente el fenómeno. Simplemente les copio la noticia, tal como apareció, ya hace unos meses.

“Según una investigación realizada por la Universidad de Keele (Reino Unido), decir palabrotas y maldecir reduce el dolor que sentimos cuando nos caemos o nos golpeamos. El estudio, que publica hoy la revista ‘NeuroReport’, concluye que emplear los términos malsonantes del lenguaje alarga en un 50 por ciento el tiempo que podemos soportar el dolor.”

“El director de la investigación fue el profesor de Psicología de esta Universidad Richard Stephens, quien explica que tuvo la idea de estudiar esta conexión cuando accidentalmente se golpeó un dedo con un martillo al construir un cobertizo.”

Stephens pidió a 64 estudiantes voluntarios que metieran una de sus manos en una cuba con agua helada y que resistieran lo más posible mientras repetían una misma palabrota de su elección. Después, les pidió que repitieran el experimento, pero esta vez utilizando una palabra común con la que describirían una mesa. El resultado fue que los estudiantes resistían una media de 2 minutos cuando empleaban términos ofensivos, indecentes o groseros, y una media de un minuto y quince segundos cuando no lo hacían.”

“El estudio admite que no queda claro el cómo o el por qué de la existencia de este vínculo, pero sugiere que el efecto de reducción de la sensación de dolor tiene que ver con que las palabras gruesas desatan lo que denominan `la reacción natural lucha-huida’.”

“Stephens explica que el corazón se nos acelera cuando utilizamos un vocabulario malsonante, lo mismo que ocurre cuando nos encontramos en una situación de debilidad o de miedo y tratamos de reducir la sensación de amenaza para hacerle frente.”

“Esta sería la razón por la que a lo largo de los siglos se ha creado en todos los idiomas un lenguaje paralelo de palabrotas, hasta completar diccionarios casi tan extensos como los oficiales.”

“El estudio de la Universidad de Keele también hace un ejercicio de pedagogía y advierte de que es importante no malgastar munición: ‘quien quiera utilizar este efecto de reducción del dolor en su beneficio debe limitar el uso de este lenguaje en el día a día’.”

"Decir palabrotas es un lenguaje emocional, pero si se emplea en exceso se pierde su vínculo emocional", concluye Stephens.

En resumen: no nos privemos, ahora y en el futuro, de aliviar los dolores habituales y otros venideros, menos habituales pero fáciles de conjeturar. Ahora bien: cuantas menos palabrotas digamos de ordinario, más alivio sentiremos en los momentos en que sean oportunas.

¡Qué cosas nos enseñan ahora las “Ciencias Sociales” y, sobre todo, la Psicología! Yo echo de menos, no obstante, un perfeccionamiento en los planes de estudio de Psicología y Sociología. Debería existir una materia titulada “Fenomenología de lo obvio”, que podría constar de dos partes: “Parte I: Teorización de lo obvio” y “Parte II: Comprobaciones empíricas de lo obvio”.

miércoles, 16 de junio de 2010

ESTO VA DE MAL EN PEOR, PERO ¡QUÉ MALOS SOMOS CON EL “POBRE ZAPATERO”!


CUANDO TODO ESTÁ AL REVÉS: LOS CULPABLES SON LAS VÍCTIMAS Y LAS VÍCTIMAS, LOS CULPABLES


Como saben los lectores de este “blog”, el "ajuste" del Decreto-Ley 8/2010, de 20 de mayo, no me gustó nada. Me pareció facilón, injusto y erróneo. Por su parte, lo que comenzó a saberse de la llamada “reforma laboral” me llevó a hablar de “caos”, de desorden sumo, con la sola orientación de contentar a todos a base de oscuridades y, como única claridad vislumbrable, la negación del principio de no contradicción: despedido barato que cuesta lo mismo. Hastiado, pensé en dejar de escribir sobre estos asuntos.

Hastiado sigo. Vuelvo, sin embargo, sobre nuestro inmediato futuro porque llevo mal, francamente mal, lo último que sucede, a saber: que andan funcionando por ahí unas personas dedicadas a la más cruel tomadura de pelo a toda la ciudadanía. Una tomadura de pelo cuya crueldad consiste en promover la compasión con los culpables y fustigar a las víctimas por su falta de compasión y de comprensión. Han llegado incluso a acercarse a este “blog” unos visitantes anónimos con ínfulas aleccionadoras a favor del consenso y en pro de la más rendida simpatía hacia “el pobre Zapatero” y hacia los esforzados miembros del “Gobierno de España” que, pobrecitos todos ellos, se están dejando la piel por salvarnos, con enorme ingratitud y colosal irresponsabilidad nuestra, porque no entendemos el sacrificio que por nosotros están haciendo y nos parece mal todo lo que se les ocurre. Uno de ellos llega a decir que se quema “la casa común” y nadie ayuda a apagar el fuego. Otros ponen en la edición digital de su diario una encuesta sobre el desmejoramiento físico de Zapatero y las posibles causas de este deterioro, tan conmovedor. Y el Presidente donante de anchoas de Santoña cumple el encargo de relatar al país por entregas lo mucho que sufre Zapatero y cuán dispuesto está a morir chamuscado en el empeño de rescatarnos.

Esta especie de retorcimiento psicológico el estilo del "síndrome de Estocolmo" se basa en el colmo de la tergiversación de los datos históricos, pero no de los relativos a lo que aquí sucedió hace 20 ó 45 años, sino de lo que ha sucedido hace 2 meses y hasta 20 días atrás. Y si en el PP o en CiU o en ERC hay una táctica o una estrategia que aprovecha el desastre, ni este “blog” es el PP (del que se han dicho aquí algunas cosas muy claras, no precisamente panegíricas) ni yo tengo nada que ver con lo que el Sr. Rajoy tenga pensado, sólo o en compañía de más o menos “gurús” asesores. Es un extremo indecible de perversión que los causantes de la catástrofe sean convertidos en víctimas y las víctimas, en promotores de la catástrofe por sus críticas a los catastroferos (esto de "catastroferos" es un neologismo de mi invención, que viene del griego griego katastrophé y del verbo latino fero-ferre-tuli-latum: los que llevan la catástrofe. Podría ser también "catastróforos", más culto, pero menos popular).

A los promotores de la simpatía con nuestros héroes del ajuste (injusto y erróneo) y de la “reforma laboral” (caótica), ”héroes” que presuntamente están llegando a sacrificar lo que para ellos es más sagrado (sus “principios”, su “ideología”, su “proyecto”) hay que decirles que ese sacrificado heroísmo ha sido directa consecuencia de Zapatero & friends, de su ligereza, de su ignorancia e incompetencia y, por supuesto, de su “proyecto” de España, tan dogmático, hiriente y excluyente. Hay que decirles que, además, la ciudadanía no ha salido a la calle a pedir a los “héroes” que se queden hasta el final, inmolándose por nosotros. Si no les va (que no les va) el discurso de “sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas” (Winston Churchill, 13 de mayo de 1940), puerta, compañeros, y a currar como cualquier ciudadano.

He defendido, desde el principio, que aunque hubiese una presión exterior fortísima y en absoluto desinteresada, pero a la que se habían dado muy serios motivos, lo procedente no eran unos gestos cualesquiera de “recortes”, sino una seria política de ajuste y de austeridad sistemática que conviniese a la recuperación de nuestra economía y que, por tanto, acabase frenando el paro y estimulando el empleo.

Me parecieron mal los 15.000 millones de euros con tanto coste social y económico a corto y medio plazo (más depresión económica, más paro). Los consideré un recorte injustificable como ofrenda a Obama, Merkel & Cía, portavoces de eso a lo que ahora llaman “los mercados”. Porque advertí que una cosa era la imposibilidad de ignorar las presiones externas y otra, hacer el canelo con un plan de ruina propia para que enseguida nos comprasen los "listos" de fuera. He venido sosteniendo que la recuperación de la confianza internacional tendría que basarse, no sólo en “ajustes” y “recortes” bien estructurados y más ambiciosos, sino en propósitos concretos de recuperación económica nuestra (más consumo, más producción y menos paro). He recordado que, según lo aclaraban los que saben, lo importante no es tanto el tamaño absoluto y relativo del déficit (hay muchos países con peores cifras que las nuestras), como los elementos en que se basa un sensato juicio de probabilidad de que paguemos. He afirmado también que la idea de subir impuestos es irracional y sólo explicable por la cortedad de miras del “Gobierno de España” (con el muy reciente aval del Banco de España, que quiere más recaudación para que las cuentas cuadren porque da por sentada la no disminución del gasto) y por la avaricia de los califas de gran parte de nuestras Autonomías, consumados derrochadores, que no quieren reducir su corte, su séquito y sus legionarios a sueldo (subsidiados especiales, subvencionados, empresas públicas, etc.). He defendido que lo que hace falta es un gran recorte del Estado –Administración central, Autonomías y Ayuntamientos- empezando por las supersobredimensionadas “cúpulas” político-administrativas. Eso supondría bastante más de 15.000 millones de euros y, además, nos daría la autoridad que hace falta, hacia adentro y hacia afuera, para empezar a salir de la ratonera. Autoridad también para resistir algunas presiones ilegítimas (las hacen careciendo de legitimación) e injustificadas (la alemana de estos días, por ejemplo), pero esa resistencia sólo es posible cuando se tiene y se transmite confianza en unos planes coherentes y se está en condiciones de hacerse respetar. De todo eso carece el "Gobierno de España", que es a quien correspondería resistir y responder.

Pues bien, resulta que, tras atreverme a decir todo eso, ocurren, entre otras cosas, las siguientes: 1ª) Después del Decreto-Ley 8/2010, de 20 de mayo, el Banco Mundial , más allá del déficit público, diagnostica el estado de nuestra situación económica como “muy grave”, con especial énfasis en el tremendo paro; 2ª) Las medidas extraordinarias del Decreto-Ley 8/2010 le parecen a la UE poca cosa (aunque, por supuesto, “en la buena dirección”, “admirables”, etc.) y nos piden ahora mucho más para 2011; 3ª) No sólo no hemos inspirado confianza con el tan repetido Decreto-Ley, sino que la desconfianza ha seguido aumentando y, como prueba infalible, ahí están nuestros bonos, con el famoso diferencial frente a los alemanes sin parar de subir; 4ª) La confusión y el caos” de la llamada “reforma laboral” están siendo reconocidos por todos (sin que los textos circulantes le convenzan a nadie ni como mal menor) y el asunto llega al extremo de que, publicado un primer borrador de Decreto-Ley, se consulta a diversos expertos externos a la Administración y se anuncia que no sólo el Decreto-Ley estará abierto “hasta el último instante”, sino que se tramitará como proyecto de ley, para incorporar enmiendas. 5º) Al final, el Decreto-Ley presentado hace unos minutos se queda, al parecer, en abaratar algo el despido para los empresarios, en buena medida a costa de los contribuyentes (porque si fuese a costa de los trabajadores o de los empresarios estaríamos en las mismas). Nada más.

Cuentan que al final de las últimas Cortes franquistas, no muy lejos de su “harakiri”, un anciano General, Procurador en esas Cortes, pronunció la siguiente frase: “No entiendo nada; mejor dicho, estoy empezando a entender y, a medida que entiendo más, me gusta menos”. He recordado esta frase, tan naïf como archifranquista, porque, al principio yo tampoco entendía y quizá ahora siga sin entender, pero veo que los resultados de mis modestas entendederas coinciden con lo que van diciendo los entendidos.

Y, por otra parte, el recuerdo del juego de palabras del viejo General se ha debido a que también me gusta cada día menos o, mejor, me horroriza cada día más, lo que voy entendiendo. Porque voy entendiendo que, dentro de la crisis global, para la UE y para los USA somos, finalizada la trascendencia internacional del episodio griego, el muñeco del pim, pam, púm. Los USA no deben dar consejos, porque están trufados de tramposos y, con la inestimable ayuda de la City, han sido decisivos en la crisis global, de la que algunos siguen lucrándose. Frau Merkel, a la que se atribuye tan estrecha relación con Mr. Obama, nos ha gastado una faena muy gorda, como ya Bruselas ha tenido que aclarar. Pero, a fin de cuentas y aunque sea un grandísimo lugar común, es verdad que de todo eso (desde luego de la falta de un mínimo respeto al "Reino de España") hay un gran culpable, que es, a la vez, el gran obstáculo para salir del círculo vicioso-diabólico: José Luis Rodríguez Zapatero, la gran promesa progresista, al que me precio de haber calado muy tempranamente (v. ABC, 3 de junio de 2006: La indisimulable inanidad del presidente), como intelectualmente inane y maléfico revanchista, que se ha quedado en indigente intelectual y moral, sólo empecinado en que la España aconfesional pase a ser laíca-anticatólica, en que Catalunya disponga de su disolvente Estatut, en que la Justicia deje de funcionar y en que su ojito derecho, Dña. Bibiana, conserve su Ministerio de Igualdad y, en medio de la penuria y el ahogo generales, no carezca ella de dinerito efectivo para subvencionar y financiar bobadas.

Este José Luis Rodríguez Zapatero no va a hacer nada inteligente, porque nadie da lo que no tiene. Y no va a hacer nada valeroso, porque ha comprado el rastrero mensaje de D. Felipe González: cerrar filas, militancia pura y dura y cuidado con vuestra yugular, compañeros. D. Felipe, gran hombre de negocios, puesto en el trance de reanimar al PSOE destrozado por su líder incompetente, sectario y terco, no ha encontrado nada que decir de mayor elevación intelectual y ética que esa miserable consigna, que no guarda relación con los males que España padece, sino con seguir en el poder.

La tontuna incurable de Zapatero se ha mostrado espectacularmente en su breve viaje a Roma: fue a ver al Papa, de malos modos, con su sectaria ley de libertad religiosa previamente reactivada y acabó ridiculizado históricamente por el bufón Berlusconi, mucho más listo que él, por impresentable que Berlusconi nos parezca y sea. El "pobre Zapatero" pensaba que podía tomar en pelo, en unas horas, él solito, a Benedicto XVI y al Presidente berlusco. Benedicto XVI salió incólume del encuentro y Berlusconi... (ya lo saben, pero vean la escena mediante el siguiente enlace):


Para los mayores: ¿recuerdan a Pompoff y Teddy, del Circo Price si no me equivoco?. Pues eso. Pero Pompoff -nos dicen- es un héroe sacrificado al que, por patriotismo y elemental comprensión, deberíamos apoyar con toda simpatía.

Mientras tanto, quienes hemos avisado y quienes hemos procurado razonar, somos saboteadores y antipatriotas. La manipulación no conoce límites. Los de nuestra paciencia están por descubrir, pero no es infinita.

domingo, 13 de junio de 2010

VACAS Y MUJERES: SU ESTATUTO JURÍDICO EN LA UNIÓN EUROPEA


VOLUNTAD POLÍTICA FRENTE A “DUDAS JURÍDICAS”: EL MAGISTERIO DE PECES-BARBA MARTÍNEZ

Desde hace más de una semana tenía pendiente un asunto que veía de importancia, porque parecía afectar directamente a la dignidad humana e incidir en lo que aquí llamé “animalismo”, es decir, la progresiva equiparación jurídica de los seres humanos con los animales, siempre en detrimento de nosotros, los hombres (y mujeres) “sapiens sapiens” (v. post del lunes 5 de abril de 2010, titulado “LA FIESTA DE LOS TOROS Y LOS ‘DERECHOS’ DEL TORO DE LIDIA” y subtitulado “EL “ANIMALISMO”, UNA EXCRECENCIA IDEOLÓGICA CONTRARIA A LAS PERSONAS”).

Sucedió que la Sra. Dña. Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional de PSOE, lanzó en el Congreso de los Diputados una frase histórica:

“Europa protege más a las vacas que a las mujeres”.

Cuando leí ese titular no me asusté, pero sí me asombré bastante y quedé muy intrigado. No me asusté porque, pese lo que llevamos oído, no era de creer que verdaderamente Europa desbarrase así sobre vacas y mujeres. Pero me asombró que le hubiese dado motivo a la Sra. Valenciano para tamaña invectiva Y, lógicamente, me intrigaba conocer el motivo de un pronunciamiento tan severo contra la UE, precisamente en estos tiempos de tanta unidad y solidaridad. Pero, por estar ocupado en otros menesteres, aplacé la investigación sobre la lapidaria frase de Dña. Elena Valenciano.

Enseguida diré lo que he averiguado. Pero es preciso, para poder valorar el pronunciamiento de la Sra. Valenciano, que antes diga algo acerca de la vaca.

Desde mis muy lejanos tiempos infantiles, en que me lo pasaba “pipa” en los "potreros" (prados) de Colombia, guardo un conocimiento seguro de lo que es una vaca. Una vaca -no hablo de las vacas bravas, sino de las comunes, sean de la raza que sean- es un animal con escasísimo cerebro. Me atrevo a afirmar que es de los mamíferos más tontos del Universo. Esta naturaleza es, sin embargo, conveniente y coherente con su elemental destino, que ya conocen pero enseguida diré. Porque habrán observado que las vacas, siempre en proximidad de los seres humanos, nunca han sido adoptados como "animales de compañía", mascotas o "pets". ¿Por qué? No por su tamaño (ahora, además, las fabrican como “bonsáis” en algunas Facultades de Veterinaria), sino porque las vacas son tontas, inexpresivas e incapaces de cualquier adiestramiento. Una vaca es aburridísima para cualquiera y no se aburre consigo misma porque le falta la más mínima autoconciencia. Las vacas andan sólo lo suficiente para buscar el pasto. Corren sólo en la medida en que se les haga correr, para lo que hay que esforzarse bastante. Y si no les hace falta moverse para comer, se quedan donde se las ponga, como lo que son: meras y simples fábricas individuales de carne y leche con cuatro patas.

De lo anterior se desprende que la comparación de las mujeres con las vacas es, con carácter general, del todo improcedente y resulta ya de una insólita gravedad que, encima, el saldo sea favorable a las vacas.

¿Qué pasó para que la Sra. Valenciano se lanzase a tamaña comparanza? ¿Qué le habían hecho a esta señora los europeos? Como se verá, a ella no le habían hecho nada y su reacción fue de solidaridad militante a machamartillo, últimamente muy recomendada. Realizada la pertinente investigación, ha arrojado el siguiente resultado:

1º) La frase de autos fue emitida, efectivamente, como denuncia de políticas europeas que, según la Sra. Valenciano, protegen a los animales (los "residentes" en Europa) y, en concreto a las vacas, más que a las mujeres. Lo ejemplificó, en concreto, con referencia al transporte animal o a “la necesidad de aislar a los machos agresivos en las granjas” (que la UE sí establece) y lamentó la inexistencia en la UE de una pareja sensibilidad con la violencia contra las mujeres.

2º) La historia precedente al reproche bestial (reconozcan lo adecuado del adjetivo) de Dña. Elena Valenciano es ésta:

La rotatoria Presidencia española de la UE no había logrado un claro triunfo en su único objetivo normativo durante esa Presidencia, que era introducir en la UE, mediante una Directiva, una orden europea (euroorden) de protección de las mujeres víctimas de violencia de género. Se trataría de una directiva por la que las órdenes de protección emitidas por las autoridades de un Estado miembro tendrían ipso iure (automáticamente, dicen ahora) el mismo valor en cualquier otro Estado de la UE. Así, p. ej., una medida de alejamiento de Ticio dictada en España a favor de Calpurnia valdría por sí sola en Alemania sin necesidad de ningún control del Estado alemán, aunque se aplicaría conforme a las normas alemanas y a las posibilidades alemanas y siempre que Calpurnia lo quisiese.

¿Por qué he hablado de falta de un “claro triunfo” de la iniciativa de la Presidencia española, conducida durante meses por el Sr. Caamaño, Ministro de Justicia? Porque, en el Consejo de Justicia celebrado el 4 de junio de 2010, bajo la presidencia de turno del Ministro Caamaño, se puso de manifiesto la oposición a la iniciativa española por parte de una serie de países y de la misma Comisión Europea, representada por la Comisaria de Justicia y Vicepresidente de la Comision, Dña. Viviane Reding. No se trataba de oponerse a una cobertura europea de protección a las víctimas de la violencia de género, sino del fuerte rechazo de varios países al modo en que esa finalidad se pretendía articular en la propuesta española de Directiva. Y, para decirlo de forma moderna, el rechazo se “visualizó” en un debate excepcionalmente bronco entre el Sr. Caamaño y la Sra. Reding, que ya antes había dedicado frases duras al documento español.

La Presidencia española decidió remitir la propuesta de Directiva de orden europea de protección a la Eurocámara para su aprobación definitiva pese a no contar con el apoyo de una mayoría cualificada suficiente entre los Estados miembros. Porque siete países (Alemania, Reino Unido, Austria, Letonia, Eslovenia, República Checa y Hungría) se opusieron a la concreta iniciativa española y pidieron esperar a que la Comisión Europea presentase en 2011 una propuesta mejor. Estos países, gracias al cambio de postura del nuevo Gobierno británico, formaban una minoría de bloqueo suficiente para tumbar la iniciativa de la Presidencia (sumaban 100 votos, por encima de los 87 que se necesitaban, según el servicio jurídico del Consejo).

Sin embargo, la Presidencia española (el Ministro Caamaño) decidió seguir adelante con el procedimiento acogiéndose a una disposición del Tratado que permite dar un "plazo razonable" a Reino Unido para cambiar de postura. Esta interpretación fue cuestionada por las delegaciones opuestas a la propuesta española, entre ellas la del mismo Reino Unido. Su ministro de Justicia, Kenneth Clarke, protestó por la pretensión de Caamaño de expulsarle de una decisión en la que, según dijo, desean "realmente participar, siempre que tenga una base jurídica segura, sin la cual la medida será bastante inútil para las víctimas".

Por su parte, la ministra alemana, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, afirmó que "si no hay mayoría cualificada, el procedimiento no puede seguir". Y luego añadió que se sentía “furiosa” por la forma en que la Presidencia española había gestionado la votación y sus asesores aseguraban no haber visto nunca “un consejo manejado de esta manera”.

La vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, que había atacado desde el principio la orden de protección española y la había calificado de “chapucera”, ofreció como compromiso de última hora aprobar un instrumento de protección de mínimos durante la presidencia española y esperar hasta las propuestas de Bruselas en 2011 para crear un marco completo de protección de las víctimas.

"Muchas gracias, vicepresidenta, pero no", respondió Caamaño a Reding. "Hemos trabajado durante muchos meses y no precisamente con el apoyo más sincero de la Comisión, en sacar este trabajo adelante. Nos hemos aproximado, nos hemos reunido y nos hemos encontrado siempre con una inamovilidad absoluta (de la Comisión) en una interpretación limitada e inflexible" del Tratado, se quejó Caamaño. Y resolvió remitir la propuesta al Parlamento Europeo.

B) Por supuesto, el desenlace inmediato de este rifirrafe se presentó mayoritariamente en España como un triunfo de la Presidencia española y del Ministro, pero resulta significativo que haya que hacer búsquedas muy fatigosas por el ciberespacio para conseguir la propuesta de Directiva. No está disponible en la web de la Moncloa (Presidencia europea) ni en la del Ministerio de Justicia español. Y también es significativo el considerable enfado de Dña. Elena Valenciano, que no sería fácil de entender en caso de verdadero éxito, aunque se hubiese logrado tras vencer muchas dificultades.

El Parlamento europeo, en el mejor de los casos para el “Gobierno de España”, se pronunciará sobre esa propuesta en un sentido u otro, bastante después de finalizada la Presidencia rotatoria española.

Si han leído pacientemente todo lo anterior, se preguntarán Vds. quién llevaba razón. A mi entender, tenía y tiene razón la Comisaría Reding, que advirtió desde el principio de la falta de fundamento legal de la propuesta. Porque tras localizarla y leerla, está meridianamente claro que esa propuesta se quiere fundar en el art. 82.2 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). Es un precepto que dice así:

En la medida en que sea necesario para facilitar el reconocimiento mutuo de las sentencias y resoluciones judiciales y la cooperación policial y judicial en asuntos penales con dimensión transfronteriza, el Parlamento Europeo y el Consejo podrán establecer normas mínimas mediante directivas adoptadas con arreglo al procedimiento legislativo ordinario. Estas normas mínimas tendrán en cuenta las diferencias entre las tradiciones y los sistemas jurídicos de los Estados miembros.”

Estas normas se referirán a: a) la admisibilidad mutua de pruebas entre los Estados miembros; b) los derechos de las personas durante el procedimiento penal; c) los derechos de las víctimas de los delitos; d) otros elementos específicos del procedimiento penal, que el Consejo habrá determinado previamente mediante una decisión. Para la adopción de esta decisión, el Consejo se pronunciará por unanimidad, previa aprobación del Parlamento Europeo.”

La adopción de las normas mínimas contempladas en el presente apartado no impedirá que los Estados miembros mantengan o instauren un nivel más elevado de protección de de las personas.” (la cursiva y la negrita son mías).

Como cualquier lector puede apreciar, este precepto del TFUE se refiere a temas penales y procesales penales. Es lo que se le había señalado a Caamaño: que hay países europeos en que la protección de las víctimas de la violencia de género (o como se quiera expresar) no se sitúa en el ámbito penal y procesal penal, sino en el administrativo e incluso en el civil, en vez de o junto al penal. Pero el Sr. Caamaño se empecinó, de principio a fin, en no admitir o reconocer que el planteamiento jurídico español de la protección de que se trata no era igual al de otros países de la UE, de modo que, efectivamente, fundar la Directiva en el art. 82.2 TFUE generaría considerables problemas, con los que, como se le dijo expresamente, sólo saldrían ganando algunos abogados, no las víctimas.

A esto del "fundamento legal" le llamó despectivamente Dña. Elena Valenciano “argumentos técnicos”, en el claro sentido de pretextos de Reding para oponerse a lo que debería ser una “prioridad” en el conjunto de la UE.

Hasta aquí la historieta, más bien aburrida, si no fuese por los personajes de Caamaño y Valenciano, verdaderamente singulares. Y de todo esto es de donde hay que inferir que las vacas están en la UE más protegidas que las mujeres.

Si en la UE se supiese algo de la Sra. Valenciano, digo yo que habría millones de mujeres europeas indignadas con esta señora al haberlas situado por debajo de las vacas en cuanto a estatuto jurídico. Una cosa hay que reconocer, sin que a uno se le caigan los anillos ni le duelan prendas, y es que la Sra. Valenciano no podía encontrar un símil más expresivo del desamparo jurídico en que, a su juicio, estarían las mujeres de la UE. Porque, ya han visto Vds. lo que son las vacas. Son muy poca cosa, o muy poco animal y, por tanto, apenas necesitan estatuto jurídico. De modo que si las mujeres estuviesen peor que las vacas en la UE, verdaderamente estarían muy, pero que muy mal.

No sé si la Sra. Valenciano habrá pensado en todo esto. Lo que está claro es que a Dña. Elena Valenciano no le ha importado mucho que los países de la UE cuenten con normas propias de protección de las mujeres. Por lo visto, para ella, si los países de la UE no se adhieren plena y totalmente a las normas ideadas por este “Gobierno de España”, las mujeres, en Europa, son menos que las vacas. ¡Menos mal que al común de las vacas europeas no se las trata como a esas jóvenes vacas de Kobe (Japón), que reciben masajes y beben cerveza y sake!

Pero la historieta no debe terminar aquí. Porque tiene más miga. Verán. ¿Cómo logra Caamaño convencer a los Ministros de Justicia de otros países de que apoyen una propuesta legalmente mal fundada? Con este argumento: “la voluntad política debe imponerse ante las dudas jurídicas. En realidad, no hay dudas jurídicas, pero la voluntad política siempre debe prevalecer frente al Derecho y cuando éste es cierto, claro e indudable, se afirma trescientas o diez mil veces que es dudoso y ya queda el toro en suerte para recibir la estocada. Es lo que se ha hecho (concretamente lo que hizo y sigue haciendo Caamaño) respecto del "Estatut" catalán.

Dicen que Caamaño es discípulo de Francisco Rubio Llorente. No soy quien para negar influencias de mi querido compañero de Facultad durante muchos años (nos conocimos en 1974), hoy Presidente del Consejo de Estado. Pero en este punto, a Caamaño le ha proporcionado inspiración más bien Gregorio Peces-Barba Martínez, a quien también conocí la misma Facultad y en el mismo año. Este hombre, verdaderamente tocado por la fortuna, pronunció en las Cortes Constituyentes, el día 6 de junio de 1978, una frase, ésta sí digna de ser marmóreamente esculpida y colocada en lugar destacado de nuestras Cámaras legislativas. La recuerdo y la destaco tipográficamente:

"Desengáñense Sus Señorías, todos saben que el problema del Derecho es el problema de la fuerza que está detrás del poder político".

Ésta, tan excelentemente resumida en la frase de Peces Barba Martínez, es la Filosofía del Derecho con que se ha venido utilizando el poder político en nuestros tiempos, al menos desde Felipe González, que ahora quiere reaparecer como un gran oráculo. ¡Qué cosas estamos viendo!

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PS. Debería pensar la Sra. Valenciano, si lo viese posible, en buscar una ocasión oportuna para rectificar lo de los machos agresivos aislados en las granjas. Porque no se trata, Sra. Valenciano, de una “norma de género”. A mí me parece que los granjeros europeos siempre estarán de acuerdo en aislar a los individuos vacunos, porcinos, caprinos o de otra especie, que presenten agresividad, sean machos o hembras.