miércoles, 28 de octubre de 2009

BODAS DE PLATINO DE "CAMBALACHE", EL TANGO PERENNE DE LA CORRUPCIÓN


"LOS INMORALES NOS HAN IGUALAO"


En 1934, hace 75 años, Enrique Santos Discépolo (1901-1951), hijo de un italiano que, como muchos, embarcó para Argentina en el s. XIX, escribió la música y la letra de un tango que, a buen seguro, han estado recordando en estos días -o, más bien, en estos meses y en estos años- todos los que saben algo de tangos. Todos los mínimamente informados (aunque sea a través de Julio Iglesias, una extraña pero eficaz vía de conocimiento tanguista) sobre esta singular especie musical, tan espectacularmente bailable, conocen "Cambalache". Si el tango es, muchas veces, desgarrado y emocional, en otros casos, como en "El día que me quieras" (cantable y cantado como un bolero) o en "Volver", encierra intensos sentimientos de ternura o nostalgia. En "Cambalache", el lirismo es desalojado por el desgarro de la denuncia, la protesta, la impaciencia próxima a la desesperación y una resignación muy a duras apenas aceptada. Antes de escuchar este tango extraordinario, echen una ojeada a su letra, que la música enfatiza a la perfección: en eso reside, me parece, la genialidad de "Cambalache":

"Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).

Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...


Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.


Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...


¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!


¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!


No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.


Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...


¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...


Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...


¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!


¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!


Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...


Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos..."

Para entender bien la letra, ahí van unos datos de lunfardo, el idioma o jerga de los tangos, un idioma arrabalero y porteño. "Chorro" es ladrón. "Dublé" es la joya de imitación o falsificada. "Aplazaos" son los alumnos a los que se suspende: "no hay aplazados" significa, por tanto, "no hay suspensos" (¡qué singular actualidad en lo educativo!). "Afana" es lo mismo que "manga", que no necesita aclaración. "Gil" es "gili", es decir, tonto de remate. "Calefón", que no es propiamente lunfardo, significa calentador doméstico de agua caliente. Y "labura" significa trabaja.

Algo más sobre la letra: aparecen mezclados (porque el cambalache mezcla, confunde e iguala) distintos personajes: Stavisky fue un célebre estafador francés, que acababa de morir en 1934: una especie de Madoff. Don Bosco es San Juan Bosco, canonizado precisamente en 1934. Se piensa que "La Mignón" es, genéricamente, la querida, la mantenida. Don Chicho era el jefe de la mafia argentina de la época. Finalmente, Carnera, Primo Carnera, boxeador argentino que ostentaba el título mundial de los pesos pesados en 1934, es emparejado nada menos que con San Martín, el general correntino al que se considera Padre de la Patria en Argentina y en Chile y, por si fuera poco, Libertador del Perú.

Dicho todo lo anterior, ya están en buenas condiciones para ver y escuchar cómo Julio Sosa canta "Cambalache". Utilicen este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=T0kTiKCC3UI. Disfrutemos, aunque quizá también aumente un poco la pena. Porque lo que vemos y oímos desde hace tiempo es de pena, de mucha pena.

Como pueden fácilmente imaginar, se han hecho muchos comentarios muy atinados sobre la letra de "Cambalache". No haré aquí otro. Sencillamente, digo y pido que digan, de todas las formas posibles, que no nos conformamos con los que roban ni con los que viven de los demás; que tenemos localizados a los impostores; que sabemos distinguir al señor (al señor fetén, que puede ser mileurista) del ladrón y a las "celebrities" de las personas que de verdad merecen fama y prestigio; que nos trae al fresco ser considerados "gilis" por no afanar (preferimos afinar con lo público que afanar); que los Stavinskys, las "Mignon" y los Don Chichos de ahora no pueden conseguir que todos vivamos revolcaos en un merengue o manoseaos en el lodo. Hacemos oídos sordos al mensaje: "¡No pienses más,/sentate a un lao,/que a nadie importa/si naciste honrao!". No nos automarginamos y nos importa a cada uno, y a otros muchos, haber nacido honrados.

Hay, es verdad, en este siglo XXI como en el anterior, "un despliegue de malda insolente". Hay que oponer a esa insolencia un sólido y indeclinable orgullo de ser y querer ser honrados y el atrevimiento, a veces también con una miaja de insolencia, de manifestar una "tolerancia cero" contra todo lo que se le ocurrió describir a Discépolo y hoy continúa. No es cosa de convertirse en "amargaos" profesionales de la denuncia. Pero hay muchos modos de combatir el despliegue del cambalache con buenos modales y sin caer en intolerancias ni fanatismos de ninguna clase.

Hace falta reforzar una especie de sólida "Plataforma Cambalache" contra esa corrupción tan bien descrita por el tanguista al exclamar: "¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!". Porque no se trata sólo de avaricia, engaño e injusticia. Hay algo más: nos están faltando demasiado al respeto. Y, como ahora se dice, se están pasando demasiado al pretender que aceptemos a diario los atropellos a la razón. Pues no. No nos gustan las vidrieras de ese mundo o mundillo en el que todo vale (anything goes: recuerden) y todo se quiere presentar, en un revoltijo, como si fuera igual ("¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!"), normal o inevitable. No, rechazamos ese escaparate irrespetuoso en que, junto a un viejo calentador, junto a un cachivache desvencijado, se ve llorar a una Biblia herida por una espada sin remaches, una espada de ínfima categoría.

Nos están intentando igualar por abajo, a un nivel de cloaca intelectual y moral, con una educación en la que no hay "aplazaos" y es "lo mismo un burro que un gran profesor". Esa igualación no es la de la igual dignidad de las personas. Es una igualación en la bajeza, a la vez consecuencia e imperativo de la corrupción, de la inmoralidad. Acertó Discépolo, probablemente sin saber hasta qué punto, cuando dijo:  "los inmorales nos han igualao".

sábado, 24 de octubre de 2009

MIENTRAS EL PIRATA CUMPLE AÑOS, EL CONSEJO (CGPJ) SE DIVIERTE



FIGURAS JUDICIALES Y DECISIONES VERGONZOSAS


ὁδηγοὶ τυφλοί, διϋλίζοντες τὸν κώνωπα, τὴν δὲ κάμηλον καταπίνοντες.
Excolantes culicem, camelum autem glutientes
(Mt, 23, 24)


Como apenas pasa nada interesante y de importancia en España, D. Baltasar Garzón tenía que apresurarse a dejar sentir la fuerza de nuestra ley y del Derecho Universal (de los que es fácticamente el máximo intérprete) sobre dos piratas (dos sicarios del negocio montado en Londres, para ser exactos) que, por descuido muy poco profesional (sólo les pagan 2500 dólares por buque secuestrado), se dejaron capturar en la costa de Somalia. Se gastaron miles de euros en traer a España a toda prisa a los dos negligentes sicarios. Y, de inmediato, como en este país nos aburrimos mucho y es preciso disponer de noticias curiosas cada diez minutos (porque ahora, gracias a internet, los periódicos no son periódicos, sino continuos), comenzó un nuevo "show" judicial y fiscal, a la vez ridículo y vergonzoso, con el que se supone que la ciudadanía anda entretenida.

Por motivos que desconocemos, sale de la escena Garzón y entra en ella D. Santiago Pedraz, otra rutilante figura de nuestro foro. Y D. Santiago, oido uno de los sicarios (amateur, pero no tonto), que alega ser menor, decide que es más bien menor de 18 años que mayor de edad. Concretamente, exige D. Santiago Pedraz "seguridad plena" de que el piratuelo supera los 18 años. Después, tras otro informe, el Juzgado Central de Menores sostiene que es mayor de edad y se inhibe a favor de Pedraz. Pero éste, erre que erre, se atiene a las dudas de la forense adscrita a su Juzgado y rechaza la inhibición, remitiendo de nuevo el caso al Juez Central de Menores, que acuerda internar a nuestro joven sicario pirateador en un Centro juvenil, pero sin salir al "recreo" ni cosas parecidas.

A todas éstas y desde el secuestro, los lectores más aficionados a la especulación y a la deliberación sobre graves asuntos, sobre temas de calado (nunca mejor dicho, porque de buques se trata), disfrutan de declaraciones de tirios y troyanos políticos (que cambian de criterio cada dos días) y de expertos en seguridad, etc., acerca de si los pesqueros de altura deberían disponer de armamento o de "efectivos" armados y si los expertos en disparar o, mucho mejor, en disuadir con su armamento a los piratas, deberían ser empleados de empresas de seguridad o soldados regulares (de la nación a que pertenecen los pescadores o de la correspondiente al abanderamiento del buque es cuestión también polémica).  No se habla de algo tan socorrido como la creación de algún Cuerpo funcionarial, autonómico o estatal, que podrían ser los Guardamares o la Guardia Jurada del Mar, porque a uno se le ocurre que si hay guardabosques y guardias jurados para bosques o determinados terrenos, también podrían guardarse los buques de pescas o los cruceros de recreo. Nadie habla tampoco, por cierto, de la Guardia Civil del Mar (ya sé que está para nuestras aguas territoriales, pero las leyes pueden cambiar las competencias, aunque no sería yo partidario de embarcar en pesqueros de altura a gente muy de secano).

Es clamorosa la falta de decisión de estudiar y de resolver este problema de la piratería y nuestra pesca, después de enterarse bien de los ejemplos de otros países. O sea, padecemos sin respiro la vagancia que caracteriza en los últimos tiempos a quienes, comisionados por el pueblo para resolver problemas, viven de los impuestos que el pueblo paga. Mucho chau-chau, pero poco trabajo y poco esfuerzo: ni estudian ni deciden.

Pero volvamos a los jueces internacionales, a nuestros figuras, que tapan con sus payasadas el trabajo diario de sus compañeros anónimos, que sí resuelven problemas reales. ¿Se puede saber qué norma exige que esté determinada con total certeza la mayoría de edad de un imputado sin papeles ni registro civil accesible mientras se lleva a cabo la instrucción de un proceso penal? Ya se lo digo yo: ninguna (no, desde luego, los artículos 374 y ss. de la Ley de Enjuiciamiento Criminal). Y ninguna jurisprudencia exige en la instrucción tal certeza ni inclinarse, en la duda, por la menor edad: las sentencias que cita Pedraz (Sala Segunda del TS: de  25 de junio de 1964, de 14 de enero de 1988, de 18 de mayo de 1992 y de 24 de septiembre de 1992) no dicen lo que sostiene Pedraz, con burda manipulación. Durante la instrucción, a falta de papeles y registro, es suficiente un juicio sobre la apariencia, con informes periciales que lo apoyen.

Por tanto, ha sido y es absurdo y vergonzoso este ping-pong judicial con el joven sicario pirateador, un peloteo que marea y desconcierta de todos los españoles provistos de sentido común. Pero estos figuras judiciales saben tan poco Derecho que, lo mismo que los escribas y los legistas fariseos, pueden dedicarse y se dedican a colar mosquitos mientras se tragan camellos. Los camellos son, no pocas veces, derechos fundamentales de personas de carne y hueso. Y el engullido y deglución de bastantes de esos camellos es delictivo (subsumible en un tipo penal, decimos los "letrados"), pero no pasa nada, porque aunque cada dos por tres se anuncian querellas, casi nunca se presentan. Vengo observando que, de hecho, quien se quiere querellar lo hace, sin anunciarlo ni amagarlo. Los que amagan, no lo hacen. O sustituyen la querella por una denuncia ante la Fiscalía, que es algo mucho menos efectivo que dirigirse al Defensor del Pueblo.


Lo que acaba de completar el cuadro socialmente visible -no coincidente con la realidad- de nuestra justicia penal, es que, mientras sucede todo lo dicho y se siguen desarrollando otros "shows" judiciales anteriores, el órgano constitucional del que depende la selección, la formación, el nombramiento y la promoción de los Jueces y Magistrados, el Consejo General del Poder Judicial, se divierte. Como el Congreso de Viena, el Consejo se divierte, en distintos sentidos y de diversos modos. Se divierte, en sentido vulgar, escuchando a la compañera de Stieg Larsson en la entrega de Premios de un Observatorio que no se dedica a observar y registrar, como hacen todos los observatorios, porque no es "Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género", sino un Observatorio "contra" esa violencia, tan deplorable como jurídicamente maltratada. Me parece bien que estén en contra, pero me parece mal, por eso mismo, que monten un Observatorio, porque ni la Constitución ni la ley ni reglamento alguno les asignan esa función y cuando un órgano público se dedica a lo que ninguna norma le atribuye está, como mínimo, malgastando los caudales públicos.

El CGPJ se divierte también, en el sentido del término en nuestra literatura del del Siglo de Oro, porque se aparta de lo que tendría que esmerarse en hacer bien. Como lo que les corresponde hacer legal y constitucionalmente parece resultarles aburrido, en el CGPJ (hablo del colectivo, no de todos y cada uno de sus miembros, que los hay serios y sufridores) se dedican a otras muchas cosas, todas ellas inútiles para la Justicia, aunque útiles para los amigos. Así, p. ej., se dedican a la beneficencia privada con fondos públicos, aumentando sin desmayo el número de asesores de los Altos Cargos, por si fuesen pocos en el CGPJ los letrados, cuyo número exacto es materia reservada, para no causar irritación en varias instituciones que disponen de muchos menos y piensan, a buen seguro, que los necesitan más. Se acumulan las vacantes de puestos judiciales y en el CGPJ se divierten tramando combinatorias consensuales, también llamadas "cambio de cromos".

Por si fuera poco, el Consejo se divierte, en su interior, con vejatorias demostraciones de poder despótico sobre sus empleados. Si se les dice que no, es que no. Todo el Derecho, Constitución incluída, se conculca, se pisotea y se baila sobre él, como divertimento palaciego cruel y secreto, en esa suerte de Panteón que es, desde hace tiempo, el CGPJ. Un Panteón en el sentido griego (que heredó Roma), porque acoge a toda suerte de diosecillos, con sus caprichos y vicios. Y un panteón, en sentido funerario, porque es la sede de una considerable putrefacción. Desde fuera, huele mal. Dentro, el hedor debe ser mucho más intenso.

Mientras tanto, "Abdu Willy", nuestro joven sicario, duerme en el Centro juvenil de internamiento. Y como la edad que le atribuyen no es menor a 17 años y superaría los 19, muy bien podria cumplir 18 años en los próximos días... mientras unos figuras indocumentados dan el espectáculo y el mientras el Consejo, que dice no poder hacer nada, se divierte. ¡Ah! Casi olvidaba recordar, que nuestros pescadores secuestrados continúan sin libertad y, probablemente, sin un mínimo confort. Es de suponer que, por lo menos, no les contarán la bobada judicial de "Abdu Willy". Sin embargo, las familias y los amigos de los secuestrados, más los ciudadanos sensibles, si añadimos al sufrimiento y a la preocupación los efectos del ignorante divismo de un par de figuras judiciales.

viernes, 16 de octubre de 2009

DOS EXCEPCIONALES CANCIONES DE SOLIDARIDAD



PARA QUÉ ESTÁN LOS AMIGOS Y EL MUNDO SOMOS NOSOTROS


Hoy, para descansar de tanto desvarío y de tanto abuso, traigo a este blog dos grandes canciones, que podrán escuchar viendo a los artistas cantarlas. Las dos canciones tienen rasgos comunes: 1º)  Musicalmente excelentes; 2º) Corales; 3º) Interpretadas por cantantes extraordinarios; 4º) Hablan de amistad, hermandad, alegría y esfuerzo personal; 5º) Levantan el ánimo y buscan promover la solidaridad.


Por orden cronológico de composición, la primera canción es “That's What Friends Are For”. La componen en 1982 Burt Bacharach y Carole Bayer Sager. Pero es en 1985 cuando, para beneficio de la Asociación Americana de Investigación del SIDA, la canción aparece en el mercado de la mano de Dionne Warwick, espléndida, que canta junto a la fabulosa Gladys Knight y a los geniales Stevie Wonder y Elton John. La canción fue premio Grammy y Canción más popular de 1986 en Billboard. Está en el puesto 61 de las Billboard's Greatest Songs of all time. Usen este link: http://www.dailymotion.com/video/x1ynqp_stevie-wonder-thats-what-friends-r_music. En ese video, Elton John está sentado al piano junto a Stevie Wonder. En http://www.youtube.com/watch?v=xGbnua2kSa8&feature=related la cantan de nuevo en otra ocasión. ¿No es un gozo verles y oirles?


La letra de "That's What Friends Are For" tiene miga y categoría. Y es que en USA, aunque no sólo allí, se esfuerzan mucho en las letras: es más, desde siempre, ponen música a las letras y no al revés (por supuesto, me refiero a “baladas”, “standards”, etc.: la regla no vale para todo: no vale para el “rap”, p. ej.). Ahí va la letra, con barras en las pausas:


“And I/never thought I'd feel this way,/and as far as I'm concerned/ I'm glad I got the chance to say/that I do believe I love you.//And if/I should ever go away,/well then close your eyes and try to feel the way we do today./And than if you can't remember.....//Chorus: Keep smilin'/Keep shinin',/knowin' you can always count on me,/for sure,/that's what friends are for./In good times,/and bad times,/I'll be on your side forever more,/that's what friends are for.//Well, you came and open me/And now there's so much more I see/And so by the way I thank you....//Ohhh and then,/for the times when we're apart/Well just close your eyes and know/these words are comming from my heart/And then if you can't remember....Ohhhhh// Chorus: Keep smiling...(Se repite el coro tres veces).


Pero la segunda canción no desmerece de “That’s What Friends Are For”. Es la aún más conocida y quizá más recordada “We Are The World”. La escribieron Michael Jackson y Lionel Richie en el mismo año 1985 en que se lanzaba “That’s What Friends Are For” (¡vaya año!). Fue grabada por un extraordinario grupo de famosos cantantes, formado especialmente, a iniciativa de Harry Belafonte, para la campaña Usa for Africa (United Support of Artists for Africa). Los beneficios obtenidos por la canción se destinaron a intentar acabar con la tremenda hambruna de Etiopía. La canción fue un exitazo aún mayor  que el  de  "That's What Friends Are For".  Se  vendieron 800.000 copias de la primera edición en menos de una semana. Y, en total, más de 10 millones de discos (entre singles y albums). Llegó a ser número 1 en ventas y se mantuvo en esa posición durante 4 semanas. Ganó los premios Grammy de Canción del año, Disco del año y Mejor actuación de un grupo Pop.

Pueden ver y oir a gente de primerísima categoría cantando “We Are The World” en http://www.youtube.com/watch?v=k2W4-0qUdHY. Es un video truly amazing, porque aparecen los nombres de los solistas que van interviniendo y la letra de lo que cada uno canta. Verán, entre otros, a Diana Ross, Dionne Warwick, Tina Turner, Lionel Richie, Michael Jackson, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Ray Charles, Paul Simon…. La letra entera es ésta, tan buena, al menos, como la de primera canción:

“There comes a time/we must heed a certain call,/when the world/must come together as one./There are people dying/and its time to lend a hand/to life,/ the greatest gift of all.//We cant go on/ pretending day by day/that someone,/somewhere will soon make a change/we are all a part of/Gods great big family/and the truth, you know,/love is all we need.//We are the world,/we are the children,/we are the ones who make a brighter day/so lets start giving./There’s a choice we’re making/we’re saving our own lives;/its true we’ll make a better day/just you and me.//Send them your heart/so they’ll know that someone cares/and their lives/ will be stronger and free/as God has shown us/ by turning stones to bread/so we all/ must lend a helping hand.//We are the world,/we are the children/we are the ones who make a brighter day,/so lets start giving./Here’s a choice were making,/we’re saving our own lives/its true well make a better day/just you and me.//When you’re down and out, there seems no hope at all,/but if you just believe,/there’s no way we can fall/let us realize/that a change can only come/when we/stand together as one.//We are the world,/we are the children/we are the ones who make a brighter day,/so lets start giving./There's a choice we’re making/we're saving our own lives/its true well make a better day/just you and me.//Chorus: We are the world,/we are the children,/we are the ones who make a brighter day,/so lets start giving./There’s a choice we’re making/we're saving our own lives/its true well make a better day/just you and me.” (Se repite con variaciones hasta cuatro veces, con el estribillo “There is a choice we’re making…”).

Si quieren oir y ver “We Are The World” sin interferencias en la imagen, hagan click en http://www.dailymotion.com/video/x497u_we-are-the-world-clip_events?from=rss. En todo caso, nos puede venir muy bien (a mí, desde luego) recordar, parafraseando estas canciones, que, sí, que ahora mismo es el tiempo de escuchar una cierta llamada a la unidad en el mundo, que hay gente muriéndose y que ahora es el tiempo de tender una mano a la vida, el mayor bien de todos. Podríamos,  sí,  seguir fingiendo que algún día, alguien, en alguna parte, hará el gran cambio. Pero somos, en realidad, “a part of God’s big family”, una parte de la gran familia de Dios, y la verdad, lo sabemos, es que lo que necesitamos es poner amor. Somos el mundo, somos los niños de ese mundo y somos los únicos que podemos lograr un día más brillante. De manera que, “lets start giving”, empecemos a dar de una vez: hemos de hacer una elección para salvar nuestras propias vidas. Y, sobre todo, es verdad que lograremos un mundo mejor por la acción de una persona junto a otra, “just you and me”: simplemente tú y yoNo será alguien, en alguna parte, “someone, somewhere”, quien haga el gran cambio. Hemos de ser cada uno. Enviémonos un mensaje del corazón y que todos sepamos que hay quien se preocupa de cada uno. Así nuestras vidas serán más fuertes y más libres. Como Dios nos lo ha enseñado al convertir las piedras en pan, “so we all must lend a helping hand”, así debemos todos (y cada uno) echar una mano.

Echemos una mano. Sepamos decir, a veces silenciosamente, con la mirada: “Sigue sonriendo, sigue brillando”, no te apagues. "Keep smiling, keep shinin'". "Estaré a tu lado en los buenos tiempos y en los malos, puedes siempre contar conmigo, con toda seguridad", “for sure”. Para eso están los amigos: “that’s what friends are for”.

Quizá alguien encuentre cursi todo esto. Lo lamentaría enormemente. Porque una vida racional no es, o no tiene por qué ser, una vida seca, árida. No vale el sentimentalismo. Pero ni la cabeza es suficiente ni excluye el sentimiento. Todo lo contrario. Hacen falta, lo sabemos, cabeza y corazón.

sábado, 10 de octubre de 2009

BALTASAR GARZÓN ES SUPRACONSTITUCIONAL



PARA GARZÓN & FRIENDS VALE TODO: PERO, POR UNA VEZ, LA ABOGACÍA PROTESTA
(actualizado a 12 de octubre de 2009)



[Cuando hablo de "la Abogacía" no me refiero a los Abogados en su conjunto ni a la mayoría de ellos, sino a sus Colegios Profesionales: en este caso, al Consejo General de la Abogacía (CGA), antes "Española" (CGAE). Cuando hablo de los "friends" de Garzón me refiero a los que le protegen y, en especial, a los miembros de una Fiscalía que también actúan como si estuviesen por encima de la Constitución Española]


D. Baltasar Garzón autorizó en febrero pasado la intervención de la comunicación telefónica entre un abogado y su cliente, en prisión provisional. Al hacerse públicas las conversaciones grabadas a causa de esa intervención, se ha producido un mayúsculo revuelo (iba a escribir "escándalo", pero eso sería mucho decir en esta España anestesiada y, a la vez, paradójicamente, cada vez más visceral, en la que demasiados no parece que oren, pero desde luego sí embisten, cuando se sirven usar de la cabeza, que diría M. Machado).

A partir del art. 18.3 de la Constitución ("se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial"), el Código Penal castiga la violación de ese secreto (art. 535) y el art. 579 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal regula la autorización judicial, que ha de hacerse mediante un "auto", es decir, una resolución motivada. El art. 579 LECrim es una norma de pobre contenido, porque no se ocupa de los presupuestos necesarios para que la autoridad judicial dicte esa clase de auto. Hay ríos de tinta, doctrinal y jurisprudencial, sobre los diversos aspectos del tema, que, en cierto modo, procuran remediar la pobreza de la Ley procesal penal. No es éste ni el lugar ni el momento para un resumen que aspire a ser completo, pero puedo afirmar que ni el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ni el mismo Tribunal Constitucional español manifiestan satisfacción ante la citada norma y menos aún ante la práctica, aunque, en materia de garantías, junto a numerosas violaciones, se dan también propuestas y sentencias que van más allá de lo razonable (hipergarantismo). Pero en cuanto a escuchas telefónicas, no hay problema alguno de hipergarantismo. Existe consenso general en sentido contrario: las garantías elementales no se respetan demasiadas veces.

El 27 de julio de 2009 se hacía pública una sentencia de la Sala de lo Penal del TS que absolvía a diversos narcos (presuntos) a causa de escuchas telefónicas decretadas ilegalmente por D. Baltasar Garzón. Se anulaba la sentencia condenatoria a penas de cárcel de 9 a 15 años. Una vez más (no era la primera en Garzón), el desprecio al Derecho por un juez frustraba la persecución y sanción de graves conductas criminales. Lo dije y publiqué hace muchos años a propósito de otro instructor desvergonzado, en el que luego se dió en llamar "caso Naseiro": esta clase de jueces, además de corromperse como los corruptos (presuntos) a los que persiguen, logran su impunidad.

Pues bien: esta vez D. Baltasar se ha superado a sí mismo, porque en febrero decretó escuchas telefónicas que, además de atentar contra la confidencialidad de un imputado, violaban frontalmente la de unos abogados en la relación con sus clientes. Eso no se hace por los jueces, de hecho, casi nunca. Porque, de Derecho, sólo se puede hacer tratándose de casos de terrorismo (como expresamente prevé el art. 51.2 de la Ley General Penitenciaria. Pero lo de D. Baltasar del pasado febrero tiene, nunca mejor dicho, "más delito", porque su auto cita expresamente ese precepto, aunque en absoluto imputa delitos de terrorismo a los telefónicamente intervenidos, gente del "caso Gürtel".

El CGA (antes CGAE) ha reaccionado con dureza proporcional a la tropelía de Garzón. Y está por ver qué averiguaciones derivan de esas escuchas ilegales, porque, como lo que éstas mismas pudieran acreditar, lo que se siga de ellas carecerá de valor probatorio, se opine lo que se opine sobre la mayor o menor amplitud de los frutos del árbol envenenado. A los defensores de las ilegalidades de Garzón se les pone muy cuesta arriba defenderle en este asunto. Podrían, eso sí, atribuirle la condición de hipóstasis de una Super Constitución, escondida en ciertos corazones (el del mismo Garzón, para empezar) y nunca promulgada. Sin duda, Garzón ya lleva tiempo dictando resoluciones sólo conformes con su autootorgada condición de deidad del Olimpo jurídico supraconstitucional.

A todas éstas, como siempre, el Ministerio Fiscal está simplemente al acecho. Y apuesto lo que sea a que, si la Fiscalía no sienta una presión excepcional, se hará la distraída ante el desafuero garzoniano. Se moverá sólo para reducir la visibilidad y los efectos de ese desafuero. De hecho, que no se conociese la tremenda ilegalidad de Garzón y que sus inexorables consecuencias jurídicas fuesen las menores posibles ha sido el motivo de que la "Fiscalía anticorrupción" (en conjunto, una "Corrufiscalía", aunque en  ella haya gente íntegra)  ha  sido el  motivo por el  que han pedido que las grabaciones y transcripciones de las escuchas ilegales fuesen excluidas del sumario. No porque  una coversación favoreciese a un imputado, sino para que la ilegalidad superlativa no dejase al Juez en evidencia antijurídica y a la Fiscalía (que ya ha hecho uso de las escuchas) en un trance apurado: el de afrontar la presunta prevaricación del Juez y la nulidad de lo que derive de las escuchas. Pero la Fiscalía ya ha superado, por su casi absoluta impunidad jurídica y su falta de escrúpulos, otros trances semejantes.

miércoles, 7 de octubre de 2009

NO MERECEMOS A ESTA GENTE

¡"QUÉ BONITO"!, DICE, MIENTRAS SE LE CAE LA CASA


[PRELIMINAR. Se puede hablar en cuatro idiomas y hasta entender la carta de los restaurantes en dos o tres más y no por eso se deja de ser un ciudadano como otros innumerables, que sufre por lo suyo y por lo de los otros innumerables y tiene derecho (si no también el deber) de escribir de vez en cuando algunas elementalidades. Los estudios, los títulos y los empleos no privan de sensibilidad ni excusan obrar en consecuencia.]


Muchos sostienen que, en efecto, "cada pueblo tiene el gobierno que se merece". A mí me parece que eso muchas veces no es verdad. No es verdad ni siquiera que cada pueblo tenga el gobierno que se merece la mayoría o varias minorías unidas. Es verdad que elegimos, directa o indirectamente, a los gobernantes. Pero resulta dificilmente discutible que los gobernantes, una vez elegidos, no siempre nos devuelven lo que merecemos, sino que, con frecuencia, nos castigan (por así decirlo, con claridad y de forma inteligible) con una frecuencia y con una dureza completamente inmerecidas.

Hoy está ya muy extendida entre la ciudadanía (e incluso lo reflejan las encuestas) la convicción de que tenemos un Gobierno (o algunos Gobiernos, más bien), que son como plagas bíblicas y, a la vez, una Oposición lamentablemente encabezada. En concreto, ni Valencia se merece lo que ahora tiene como President ni España se merece a Zapatero ni Rajoy responde mínimamente a las esperanzas que cabe depositar en una oposición seria y en una posible alternativa o alternancia, que, sin embargo, cada día resulta más deseable.

Veamos lo de Valencia, que es, en buena medida, también lo de Rajoy y la "cúpula" del PP. En negrita y con algunas frases en cursiva, copio de informaciones concordes y no rectificadas, de fecha 5 de octubre:

"El presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps, ha asegurado que en el PP "nos apoyamos todos, que es lo importante, estamos todos muy contentos", y "eso es muy bonito".


Camps ha respondido así a las preguntas de los periodistas en la inauguración de la exposición 'Els Furs. La Identitat d'un poble' en Valencia, donde ha explicado que no ha podido asistir esta mañana a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP porque "tenía agenda" y "a veces" asiste "y a veces no". [¿No está en su "agenda" el máximo órgano de su partido, cuando le toca dar la cara?]

En este sentido, ha afirmado que el presidente del PP, Mariano Rajoy, le ha dado "todo su apoyo", y ha añadido que en su partido "se está respirando un ambiente de mucha alegría, de mucha expectativa y de mucha esperanza", por lo que "vamos a continuar por ese camino".

En cuanto a las declaraciones del presidente de honor del PP, Manuel Fraga, en las que ha reconocido que la situación del partido en la Comunitat "no da la sensación de que vaya muy bien", Camps ha afirmado que Fraga "está muy feliz" y "está encantado con el partido en la Comunitat y con el partido en toda España".

"El ambiente que se está respirando en el partido es excepcional, siempre lo ha sido, pero ahora más que nunca", ha reiterado Camps, quien ha añadido que están "todos contentísimos" porque "cada vez los españoles están más con el PP".

Los ciudadanos, de todos los colores y sensibilidades, oímos y vemos, a diario y como nunca (si, como nunca), cosas que nos hacen dudar de nuestros sentidos. El Presidente del Gobierno hace y dice cosas increíbles. Pero, por lo visto, también el President de la Generalitat Valenciana ha caído, desde hace tiempo, en un estado merecedor de consulta médica.

Ante el asunto de los trajes, después de afirmar tajantemente que él se los pagaba, se cerró en banda, clamando por el momento en que se le llamase a declarar ante el juez. Faltaban unos "pasitos" para que ante todos reluciese la verdad, esplendorosa y limpia. No veía Camps el momento de ver resplandecer esa verdad. Aguardaba con virtuosísima paciencia ese momento. Y mientras, sin ninguna lógica, callaba y se amparaba en el secreto del sumario, que a él no le afectaba, porque nada había declarado ante el juez y nada le impedía en absoluto hablar y explicarse. Dió los "pasitos", declaró, le imputaron y le exoneraron (en Auto recurrible y recurrido), pero no quedó probado que pagase los trajes, sino más bien lo contrario. Y después han salido a relucir más presuntas golfadas en su entorno político y vital. Pues bien: resulta que Camps está muy contento y que, según Camps, todos están (o estamos) muy contentos, contentísimos: los del PP consigo mismos y los españoles felices con el PP. Hasta Fraga, según Camps, rebosa felicidad. Y todo esto, para Camps, es "muy bonito".

Algo muy serio le pasa a Camps. Si hace días Zapatero apelaba a un paseo por nuestras calles para comprobar lo bien que está España, revelando así que no sale de La Moncloa o que cuando sale, no se entera de nada de lo que las calles enseñan, lo de Camps parece autismo agudo, con el agravante de una insufrible cursilería o de una capacidad inconmensurable para tenernos a todos por tontos de capirote.

Vaya por delante que me producen asco los servidores de la ley y de la justicia que no respetan el secreto del sumario (que tendré que explicar próximamente para los lectores legos en Derecho). Esos tales "servidores públicos" son tan bellacos como los imputados y, a veces, bastantes veces, mucho más que éstos. Asco me producen, igualmente, las escuchas telefónicas generalizadas y las autorizadas judicialmente en los locutorios de las cárceles, cuando la ley sólo lo permite en casos de terrorismo. Vaya por delante que, consecuentemente, me horrorizan los juicios paralelos con penas de banquillo y linchamientos políticos, tras los que, aquí en España, ha habido después, en varias ocasiones, absoluciones judiciales irreprochables. Y aún más, si cabe, me aterra que, después de absoluciones o "desimputaciones" irreprochables, no se exija (e incluso no se pueda o sea dificilísimo exigir) a los causantes de tremendos daños morales y materiales (a los fiscales, p. ej.) ninguna clase de responsabilidad.

Sin embargo, defender que el fin de perseguir a "los malos" (a los que el poderoso de turno clasifica como tales) no justifica los medios, lo mismo que abrigar reservas sobre lo que se filtra y sobre la credibilidad de lo que dicen los protagonistas de ciertas filtraciones o resistirse a adelantar condenas son cosas muy distintas de lo que dice Camps y ha quedado transcrito. Ni lo más bonito es apoyarse unos a otros (los del mismo partido) ni estamos felicísimos con lo que estamos presenciando. No hay que destituir ante cualesquiera dimes y diretes. Pero hay situaciones ante las que no valen la indiferencia (y menos aún el llamamiento a la indiferencia), la indolencia, la indecisión y la inacción.

Ni Zapatero hace bueno a Rajoy ni Rajoy hace bueno a Zapatero. Por más que unos dirigentes e incluso bastantes militantes se empeñen en "vótame a mí" que el otro es bobo, ignorante, dilapidador, etc. y que, en posición opuesta, otros dirigentes y bastantes militantes apelen al voto en su favor estimulando, con atroz simplismo histórico e ideológico, el miedo a la caverna y a una derecha fascista (de dudosa existencia), etc., no hay razones en esos argumentos ni los ciudadanos merecemos esa alternativa sin razones. Ya está bien, decimos innumerables ciudadanos. No nos parece en absoluto "bonito" lo que está ocurriendo. Y no estamos felicísimos ni medianamente alegres y contentos. Lo que estamos es, lisa y llanamente, hartos. Ni un Presidente del Gobierno ignorante y desorientado, que apenas puede disimular su deambular como un zombie por el escenario nacional e internacional ni un "Jefe de la Oposición" sin principios, ideales, laboriosidad y decisión.

sábado, 3 de octubre de 2009

FRASES LAPIDARIAS O "CÓMO CALLAR EN PÚBLICO" (y pensar en privado)

TRACA VERBAL PARA TERMINAR SEPTIEMBRE
(Que no se repita en octubre, por favor)



22 de septiembre de 2009: "A nadie le gusta que le bajen el sueldo, y yo no soy distinto al resto del mundo, pero no me importaría".  Mariano RAJOY, en Telecinco, programa de Ana Rosa Quintana.

Habría que ver, pienso, a qué sueldo suyo se refería Rajoy. Porque no tiene sólo uno. En todo caso, el pasado día 22 ya estábamos con subidas de impuestos a la vista. Había que decirle a Ana Rosa que bajar los sueldos y subir los impuestos es un "mal rollo".

28 de septiembre de 2009: “La mejor manera de obtener el voto de los ciudadanos es ser fieles y coherentes con nuestros valores, ser el partido de la gente que no tiene de todo”, José Luis RODRÍGUEZ ZAPATERO, en la Conferencia Laborista Anual, Brighton (Fuente, EL PAÍS, 29 de septiembre de 2009).

Al día siguiente de este consejo, las encuestas británicas situaban al Partido Laborista en tercer lugar en intención de voto.

29 de septiembre de 2009: “Todas las crisis son inoportunas y, por tanto, indeseables”.  José Luis RODRÍGUEZ ZAPATERO, en el diario PÚBLICO.


Más bien ocurre que todas las crisis indeseables son inoportunas. Pero, sobre todo, es que las crisis, de muy diversa naturaleza, unas buenas y otras malas, carecen de sentido de la oportunidad. Que una enfermedad "haga crisis" o que un menor se encuentre en una "crisis de crecimiento" y le duelan las piernas es bueno o normal, respectivamente. Nunca inoportuno ni indeseable.


30 de septiembre de 2009: "Heredamos una economía en apariencia saludable, pero que tenía un colesterol muy alto. Ese colesterol no es otro que el excesivo peso de la construcción residencial". José BLANCO, en EL PAÍS.

Buen símil, sí señor. Pero, ¿cómo no aparecía tanto colesterol en las analíticas periódicas?. Y el "excesivo peso de la construcción residencial" ¿no era visible?


Decididamente, debo poner en marcha mi vieja idea de unos cursos titulados "CÓMO CALLAR EN PÚBLICO".