viernes, 29 de abril de 2011

CINCO MILLONES DE PARADOS Y AQUÍ NO PASA NADA


UN VIRUS PARALIZANTE, EL “NHNQH”: “NO HAY NADA QUE HACER

Broncas sobre bobadas, a todas horas y en todos los ámbitos durante los últimos días. “Y tú más”, “y tú más”. “Si yo soy corrupto, ¡anda que tú!” “Si yo negocié con ETA, tú también”. “Yo llevo imputados en mis listas, pero tú llevas condenados”. Fútbol: “Pep” contra Mourinho y Mourinho contra “Pep”. Continúan las peleas mediáticas del más bajo nivel y los altercados entre "famosos televisivos", meros profesionales del más rastrero time-share. Y así sucesivamente. Pero inacción absoluta sobre todos y cada uno de los muy serios problemas reales. No se recorta un euro del gasto público inalterablemente desmadrado, no se proponen políticas generales medianamente esperanzadoras respecto de los asuntos de mayor relevancia, nada se hace para reactivar el empleo. Encuestas y más encuestas sobre las inminentes y las no tan inminentes elecciones. Pero siguen las subvenciones a los amiguetes. Insisten los legisladores locos en sus ocurrencias. Continúan las riñas de patio de colegio en la clase política. Y la inflación sube, el gasto público ni siquiera hace ademán de moderarse, el endeudamiento prosigue y el paro no para de aumentar.

Hoy, la malísima noticia de los casi 5 millones de parados es relegada a un segundo plano, en bastantes “medios”, porque, al parecer, lo importante para España y el mundo es que se casa un hijo del “primo Charles” y de Lady Di con Mss. Kate Middleton: invitados, modelitos, “siga la ceremonia en directo”, etc. Y “el Gobierno de España” considera “inasumible” ese dato del paro. ¿Qué quiere decir que es “inasumible”? ¿Qué no lo acepta, que no se lo traga, que se opone a esa realidad y protesta ante ella como se podría oponer y protestar contra la invasión de España por una potencia extranjera? ¡Cualquiera sabe si quieren decir algo y no lo han logrado o si, más bien, dicen lo de “inasumible” para que no sepamos ni entendamos qué piensan o, más probablemente, para disimular que encuentran dificultades insuperables para pensar alguna actuación!

Y luego vienen las insinuaciones sobre la nula fiabilidad del dato del paro, aunque si algún mes baja el paro, entonces la fiabilidad es absoluta. Y los “medios” insertan encuestas a ver si creemos que el paro oficialmente declarado es así, es menor o es mayor. Respuestas para todos los gustos. Y, de tanto en cuando, salta el gran argumento: “si fuesen ciertos los datos del paro, España habría estallado, estaría ardiendo por los cuatro costados, etc.”

Error craso el de esa presunta prueba infalible. Y me parece muy importante analizar y desmontar el "argumento". Aquí no estalla nada ni arde nada. Está todo empapado en la incombustible sopa boba de la desmoralización y el conformismo escapista. Lo que está, eso sí, perfectamente probado es que la inmensa mayoría de los españoles estamos aguantando de todo y no precisamente desde ayer. Los que no encuentran crédito para su trabajo de autónomo o su pequeña empresa, los que han sido ahogados por los impagos (le llaman retrasos, pero son impagos) de las Administraciones y empresas públicas, los agricultores, los profesores de todos los niveles, los litigantes que ven dilatadísimos sus pleitos, los abogados y procuradores absolutamente desconcertados por las “novedades” que enredan y paralizan los trámites, los conductores, los hoteleros y restauradores, los hipotecados, los pensionistas, los fumadores, las familias con problemas de conducta en alguno de sus miembros, los damnificados por una delincuencia que no disminuye sustancialmente, bastantes Jueces y Magistrados vejados por el legislador y agraviados por su máximo “órgano de gobierno”, el Consejo General del Poder Judicial… Todos aguantando sin rechistar. Lo mismo que los ciudadanos de todo tipo indignados por el comportamiento de la “clase política”, ante el recorte implacable de las libertades, ante el aumento de las prohibiciones, ante impuestos injustos y desigualdades obscenas, ante la presión del más intenso y pluriforme conductismo jamás padecido. En todos ellos, en todos nosotros, opera el virus NHNQH, paralizante, por un lado y, por otro, hiperestimulante de la necesidad de distracción. Aunque en número creciente cada día, unos pocos pugnan contra esto o lo otro mediante internet, pero el virus de marras les infecta pocos meses después: “NO HAY NADA QUE HACER”. Y es que, se han ocupado a fondo -los de arriba por su interés, los de abajo por comodidad, por debilidad, por ignorancia, muchas veces en absoluto culpables- de que NO HAYA NADA QUE HACER o así lo parezca.

No funciona seriamente ninguna reacción. Nada tiene trazas de ser enmendado, porque nadie con poder quiere la enmienda. Pero hay que sobrevivir. Es ésta, muy precisamente, una elementalísima ley de vida: procurar sobrevivir. De modo que se tira la toalla, porque mantener la batalla es durísimo, matador y desesperanzador. Comprensiblemente, se da la espalda a una insoportable realidad mediante el recurso a la distracción, suministrada consciente o inconscientemente por todos los causantes de lo insoportable. Éstos, los que no fueron dirigentes ni políticos ni económicos, sino mercaderes de lo público en máximo conchabamiento con lo privado, éstos, o sus fieles sucesores, no paran de aumentar su presión y de proveer distracciones. A distraerse, pues, sin pensar en más o, a lo sumo, esperando, sin motivo ni razón, que pase el temporal, que amaine la borrasca…, que no pasan ni amainan, porque no se trata ni de un temporal ni de una borrasca.

Sin dirigentes responsables ni buenos ejemplos, por miopía y comodidad iniciales, por cobardía de tantos cuando aún era tiempo, por un fomentado y generalizado individualismo egoísta, se ha permitido que llegásemos a la situación en que opera el virus NHNQH, se ha dejado que llegase el momento histórico del “NO HAY NADA QUE HACER”. Yo lo he ido viendo especialmente claro en la enseñanza superior y en la Justicia. El socialismo ha destruido la Universidad pública, abriendo las puertas a unas Universidades privadas, casi todas ellas alejadas de cualquier noción elemental, mínimamente admisible, de lo que es una Universidad, sea quien sea su titular. Han destruido las carreras universitarias, para dar paso a “masters” que, en su gran mayoría, son camelísticos, inidóneos para sustituir lo destruido, sólo adecuados al lucro de unos pocos.

LA JUSTICIA NO PUEDE AMPARARNOS: YA NO QUEDAN MUCHOS JUECES Y MAGISTRADOS CONSCIENTES DE LO QUE SON Y DECIDIDOS A NO SER TRANSFORMADOS EN SIMPLES FUNCIONARIOS

Pero, ¿y la Justicia? ¿No podemos ampararnos, como teóricamente podríamos muchas veces, en el Derecho, en las normas jurídicas razonables y justas que aún subsisten? Mala salida la de confiar en ese amparo, porque Jueces y Magistrados, influidos durante los últimos lustros por un devastador fomento del egoísmo individual y corporativo, difícilmente pueden ya enderezar las cosas, incluso si quieren. Los Jueces y Magistrados, mayoritariamente, no se ven, ni se quieren ver, como depositarios (sí, depositarios, según la Ley Fundamental) del efectivo imperio de la ley. No quieren ya servirnos como garantía ante el abuso y la arbitrariedad: pretenden o se conforman con ser unos funcionarios más, que resuelven conflictos, con mayor o menor respeto al Derecho. Están centrados en su bienestar profesional. Están desincentivados para el supremo servicio de hacer y de hacernos Justicia, que requiere un altruismo indeclinable. No se defienden como Jueces y Magistrados, con las pacíficas armas de las ideas que no cabe abandonar: las ideas del poder independiente y de la Justicia necesaria, firmemente apoyadas, como podrían estar -como están, desde el punto de vista jurídico-, en la Constitución en vigor. Rodeados y presionados por la Administración y por sus propios “jefes” en el interior de la Justicia, flanqueados a todas horas por personas con formación jurídica básica próxima a cero, la mayoría de los Jueces y Magistrados ha tirado la toalla. Y buena parte de ellos mantienen aspiraciones, sí, pero son las de su propia y personalísima mejora personal y profesional, algo que requiere ingresar de algún modo en la subclase política judicial, única estimulada por el Gobierno de la Nación y por el mismísimo Consejo General del Poder Judicial, politizado desde su médula hasta sus últimas terminaciones nerviosas. Esa minoría judicial política, que es la única noticiosa, alimenta el desánimo, la inacción y la pasividad de la mayoría. Muchos Jueces y Magistrados saben que, año tras año, han sido arrinconados, rodeados de condicionamientos y de obstáculos, neutralizados en la impartición de la Justicia. Lo saben bien (en general: algunos tontos hay en todas partes). Pero han decidido resignarse, aceptar, acatar, guardar silencio. Muchos están incluso dispuestos a integrar rediles (los “Tribunales de Instancia”, destructores de la independencia judicial) con pastores que les instruyan a todas horas.

Y de las Universidades, donde teóricamente se cultivaría el espíritu crítico, centros del saber que no se oculta ni se condiciona ni se rinde, tampoco podemos esperar que se constituyan en motores de renovación, de cambio, quizá lentos, pero perseverantes y seguros. Quedan, sí, muchos universitarios no personalmente enfangados en la interesada promoción de la mentira (o las medias verdades, es lo mismo) que fundamenta los abusos; quedan muchos no vendidos ni alquilados a lo que, en cada momento, interesa a los poderes reales, precisamente los que nos han conducido a la situación globalmente insoportable. Pero esos muchos universitarios individualmente sanos, carecen ya de suficiente intensidad en su amor a la verdad y a la limpieza. Y no se movilizan. Aguantan mecha, como si dijéramos, incapaces de articular un ¡BASTA YA! colectivo. Han firmado cartas, declaraciones y manifiestos, que ni siquiera han merecido acuse de recibo. Y, llegados al borde de la degradación (estimulada por intereses oscuros, como está sucediendo con la Universidad Complutense), ya no se plantean movilizarse. Ante todo porque(como les ocurre a los Jueces) bastante tienen con apechugar, a diario, con lo que les exige una caterva de necios y mediocres (y vagos), armados con el BOE para imponer su “política educativa”, que nada tiene que ver con educar. El poderoso lobby seudopedagógico-psicológico-sociológico, al que no le interesa si los futuros graduados serán capaces de hacer la “o” con un canuto, ha empastado a la perfección con la subclase política educativa y, más en concreto, universitaria.

Así veo la realidad, lo siento mucho. Es una realidad que me parte el alma. Pero no puedo negarla, sino que debo, mientras mantenga esta tribuna (cosa de la que ya dudo, por cierto), reconocerla y decirla. La verdad es que se necesitan resortes morales muy potentes (casi diría, excepcionales) para seguir en la batalla. Me parece bueno, necesario, ser conscientes de ello. Me parece mucho mejor que ignorar la dureza de la realidad y la muy consolidada fuerza de los adversarios. Y comprendo y disculpo por completo a los exhaustos, a los cansados, a los que ya no se encuentran con fuerzas. Aunque entre ellos no pueden contarse los que nunca han batallado o se han dado por vencidos a las primeras de cambio: tantos quejicas actuales. Los que llevamos mucho tiempo en la pacífica pelea, sí tenemos derecho al retiro. Porque, bien mirado, no hemos acabado contagiados del virus NHNQH (“no hay nada que hacer”). No hemos portado nunca ni portamos ahora ese virus: ocurre, sencillamente, que, en realidad, apenas hay nada que hacer (aunque, por otra parte, esté casi todo por hacer o rehacer).

Los combatientes veteranos tenemos muy bien ganado el derecho a retirarnos. Entre unos y otros y pese a nuestros empeños, nos han llevado a un estado de cosas tremendo, donde no tiene cabida, para personas informadas y medianamente experimentadas, ningún optimismo infantil o adolescente, ilusorio, basado con frecuencia en un voluntarismo optimista con fuertes dosis de moralina. Si se sigue resistiendo activamente, que sea con plena y madura conciencia y entendimiento de lo que hay.

No nos engañemos ni engañemos. Y no aceptemos nuevos bandos de “buenos” y “malos” que no pueden formarse con serio fundamento, ni histórico ni moral ni intelectual. Resurgen, sí, los odiadores, religiosos, deportivos, políticos e ideológicos, con una misteriosa maldad y con la máxima inoportunidad. Pero, lamentablemente, resurgen asimismo militancias opuestas con muchas lagunas intelectuales, también con defectos morales y con dosis de oportunismo, sin capacidad para volar alto y largo. NO HAY NADA QUE HACER y TODO ESTÁ POR HACER. Con matices importantes, que evitan la plena exactitud del diagnóstico, las dos afirmaciones están sólidamente fundadas. Es posible optar por hacer lo que poco que está a nuestro alcance. Es sin duda mejor que optar de inmediato, desde el primer momento, por el silencio, la pasividad y la sumisión. Y es incluso mejor que no hacer nada, aunque le sobre a uno la legitimación para retirarse. Pero, en este caso, realismo sin victimismo.

sábado, 23 de abril de 2011

“CASORIO” DE LA “CÚPULA DE LA JUSTICIA” Y EL PODER EJECUTIVO EN ESPAÑA (y II)


UN CARTEL EN EL CGPJ: CERRADO. AHORA ESTAMOS EN EL MINISTERIO

Y OTRO EN LA JUSTICIA: CERRADA POR MODERNIZACIÓN


Por si no fuese suficiente prueba de implicación y noviazgo del CGPJ con el Ejecutivo la “Comisión Jurídica Asesora para la Implantación de la Nueva Oficina Judicial” (NOJ), un órgano mixto dedicado a sustituir con dictámenes la interpretación jurídica de la ley por sus destinatarios, el CGPJ pasa de colaborar en la implantación de la NOJ a creerse que es asunto de su competencia normativa una “oficina” en la que no participan los Jueces y Magistrados (aunque les afecte, y mucho). Esta creencia supone en el CGPJ una total ignorancia jurídica sobre sí mismo (o bien, tanto da, un completo desdén hacia sus propios fundamentos constitucionales y legales). Y, así, el CGPJ recurre, en pos de legitimación para instruir, a una frase de una Sentencia del Tribunal Supremo, la 5442/2008, de 30 de septiembre, que, ciertamente, reconoce al CGPJ atribuciones para ocuparse de la NOJ en virtud de un Reglamento interno del mismo CGPJ.

Para empezar, una Sentencia del Tribunal Supremo no constituye ningún “título competencial” para la “Instrucción 1/2011” del CGPJ. Se trata, además, de una sentencia muy discutible, a mi entender: mírenla bien los muy expertos e interesados: http://www.poderjudicial.es/search/index.jsp (por de pronto, ni se plantea la existencia del art. 12.3 LOPJ: terminante prohibición al CGPJ de dirigir instrucciones). Pero, sobre todo, ocurre que en el caso resuelto por esa Sentencia se trataba del  recurso de una asociación de funcionarios contra un Reglamento concreto del CGPJ, el Reglamento 1/2005, de los Aspectos Accesorios de las Actuaciones Judiciales, es decir, un reglamento sobre lo que corresponde a los Jueces y Magistrados. Cuando fui Vocal del CGPJ, ya sostuve que la reglamentación del CGPJ sobre “actuaciones judiciales” era muy propicia para burlar la constitucional reserva de ley sobre normas de procedimiento, con el lábil y muy impreciso apoyo de que los reglamentos se circunscriben a lo “accesorio”, pero lo que ahora interesa no es si el CGPJ puede ocuparse de las oficinas judiciales de modo indirecto, en cuanto afecten a lo que corresponde legalmente a Jueces y Magistrados, que es de lo que trataba el Reglamento recurrido, sino de si el CGPJ tiene atribuciones para instruir (a Jueces y Magistrados o a Secretarios y otros funcionarios) directamente sobre la Oficina Judicial misma y en idénticos términos a los de una “Instrucción” emanada del Ministerio de Justicia. Y esas atribuciones no las justifica ni puede justificarlas la citada Sentencia ni ninguna otra.

Copio, por significativos, los siguientes párrafos del preámbulo de la Instrucción 1/2011 del Ministerio:

“Las unidades procesales de apoyo directo se configuran, pues, con la finalidad de prestar una asistencia directa al Juez o Magistrado en el ejercicio de las funciones que le son propias, de tal forma que la actividad de los funcionarios al servicio de la Administración de Justicia que presten servicio en las mismas se encuentra exclusivamente orientada a dicha actividad.”[¡qué redacción: “la actividad de los funcionarios…orientada a dicha actividad”]

“Esta configuración de las unidades procesales de apoyo directo hace que tanto por parte del Consejo General del Poder Judicial como del Ministerio de Justicia se considere oportuno realizar una delimitación más precisa de algunas de las actuaciones que corresponde realizar a las unidades procesales de apoyo directo.” [AOS: al parecer, que dos órganos consideren oportuno dar normas ya les confiere atribuciones para darlas: ¿no es un poco despótica esta idea?]
“Con este fin, en la Comisión Mixta, integrada por la Comisión de Modernización del Consejo General del Poder Judicial y la Secretaría General de Modernización y Relaciones con la Administración de Justicia del Ministerio de Justicia, se acordaron los criterios esenciales para lograr esa delimitación que permita una actuación coordinada e integrada entre todas las unidades que integran la oficina judicial.”

“Dichos criterios son los que recoge la presente Instrucción del Secretario General de la Administración de Justicia, que coincide en su contenido con la correspondiente Instrucción que el Pleno del Consejo General del Poder Judicial ha decidido aprobar. De esta manera, tanto el Consejo General del Poder Judicial como el Ministerio de Justicia han conseguido colegiar esfuerzos para conseguir sendos instrumento normativos que clarifiquen y delimiten en el mismo sentido el ámbito de actuación de las unidades procesales de apoyo directo y su actuación integrada con los servicios comunes procesales.”

De estos párrafos se deducen dos cosas. La primera, que, desde hace tiempo, el CGPJ, insatisfecho y aburrido con su singular identidad de órgano constitucional de garantía, ha ido acercándose más y más al Ejecutivo (siempre subordinadamente, como tenía que ser dada la competencia del Ministerio de Justicia sobre el invento de la NOJ). El acercamiento ha sido estrecha colaboración -y no está mal colaborar, siempre que el que colabora no pierda los papeles y, en concreto, su papel- pero, en este caso, la colaboración ha llegado hasta un extremo muy extremoso, astutamente definido por el Ejecutivo como colegialidad. Una colegialidad que no es tal, porque no consiste en compartir competencias normativas ni ejecutivas. En realidad, colegialidad es el término engañosamente encomiástico escogido por el Ejecutivo, principalísimo responsable jurídico y político del “fiasco de la NOJ”, para expresar al CGPJ que,  por decirlo castizamente, ha sido llevado al huerto o, si lo prefieren, que el verdadero Poder, el Ejecutivo, ha endosado al CGPJ la mitad de una responsabilidad que el CGPJ no tiene. Pero ni con ésas: el aroma del verdadero poder le resulta irresistible al CGPJ y se casa con el Ministerio (el Ejecutivo) de la forma más solemne imaginable (en el BOE), prestando, como arras, el superlativo seguidismo que supone una “Instrucción” idéntica a la ministerial. Como ese casamiento, aunque solemne, es irregular, deslucido y sin juicio, lo he llamado “casorio”.

El lamentable “casorio” queda socialmente desacreditado y hecho unos zorros, cuando, 10 días después, resulta que lo que fue determinante de las nupcias se le revela al CGPJ como un “fiasco” indisimulable. No me alegro por ese desenlace (provisional) de una tan desatinada e insensata aventura en común. Produce vergüenza ajena y resulta tan penoso que uno sentiría lástima por los protagonistas, pero han hecho (y siguen haciendo) enormes “méritos” para no merecer ninguna compasión ni simpatía.

EL PROCESO Y LA JUSTICIA YA NO SON LEGALES, SINO REGLAMENTARIOS, INFORMÁTICOS Y PROTOCOLIZADOS

Explico ahora la segunda conclusión del post anterior, con algún desarrollo. Aunque en nuestros días se pretende, en beneficio de gente indolente e ignara, que todo es discutible, hay pareceres y opiniones con fundamento constitucional y legal, amén de racional, del que otros pareceres carecen. Esto sentado, a mí me parece que algo tan serio y tan importante como definir bien las funciones de los protagonistas de la impartición de la  justicia y de quienes han de auxiliarles para que a los Jueces y Magistrados les sea posible impartirla, es cosa exclusiva de una ley, en el preciso sentido de norma positiva con un rango superior, determinado aquí y ahora, en España, por ser parlamentariamente aprobada.  Al proponerse una “Nueva Oficina Judicial” como pieza clave de una “Nueva Justicia”, las novedades habían de estar dispuestas y reguladas por ley. Lo dice así la Constitución, tanto en el art. 117.3 como en el art. 122.1.

Aparentemente conformes con la clara “reserva de ley”, el “prelegislador” (Ministerio de Justicia y “Gobierno de España”), el órgano constitucional preceptivamente informante con carácter previo (CGPJ) y, finalmente, el legislador (Congreso de los Diputados y Senado de España) no escatimaron folios y folios y páginas y más páginas de diversos anteproyectos e informes y de distintos boletines oficiales. Al final, la L.O. 1/2009, de 3 de noviembre, de reforma de la LOPJ y la Ley 13/2009, de Reforma de la Legislación Procesal para la Implantación de la Nueva Oficina Judicial, también de 3 de noviembre, aparecieron ambas en el “Boletín Oficial del Estado” (BOE) del día 4 de noviembre. La primera ocupa veintitrés (23) páginas de dicho BOE y la segunda, doscientas diez (210) páginas. Es decir, un total de doscientas treinta y tres (233) páginas del BOE, que son muchas, muchísimas, páginas.

Veintitrés (23) páginas de reformas orgánicas, más las setenta y uno (71) de la Ley Orgánica 19/2003, de 23 de diciembre, “de modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial” (BOE de 26 de diciembre de 2003), reforma ésta fundamento de las del 2009, suman noventa y cuatro páginas del BOE sobre organización de la Justicia. Serían, por sí solas, más que suficientes para la Nueva Oficina Judicial y la Nueva Justicia, con mucho espacio aún para innumerables ocurrencias de cambio, aquí y allá, dirigidas, bastantes, a favorecer o a perjudicar a unos y a otros, con nombres y apellidos.

Pero es que son un total de trescientas cuatro (304) páginas de preceptos legales las dedicadas a alumbrar una “Nueva Justicia”. Y digo yo que tantas páginas hubieran debido arrojar el resultado de una regulación, quizá muy errónea, pero, al menos completa y clara. Si las “las unidades procesales de apoyo directo” (UAPs) tienen, como dice el Ministerio en su “Instrucción”, “la finalidad de prestar una asistencia directa al Juez o Magistrado en el ejercicio de las funciones que le son propias”, parece de cegadora lógica que las trescientas cuatro (304) páginas debían distinguir perfectamente o con total precisión lo que unos funcionarios tienen que hacer a título de asistencia directa (UAPs), lo que les corresponde a otros como asistencia desde los “servicios comunes procesales” (SCPs) y, por último, las funciones propias y exclusivas “del Juez o Magistrado”.

10 PÁGINAS DE "INSTRUCCIONES" NO ARREGLAN LO DESARREGLADO POR 304 PÁGINAS DE LEYES

Pues resulta que las trescientas cuatro (304) páginas de BOE no han logrado ese resultado de separar y distinguir funciones, el principal y más directo buscado por la colosal reforma legislativa. Resulta que el Ministerio de Justicia tiene que dictar una “Instrucción” de siete páginas, en el BOE de 5 de abril de 2011. Y el CGPJ tiene que dictar y publicar en el BOE del mismo día otra “Instrucción” idéntica, ésta de diez páginas, porque la “Exposición de Motivos” es más larga. Por añadidura, el CGPJ ya había dictado, por acuerdo de 28 de octubre de 2010, una “Instrucción sobre el ejercicio de las facultades de dirección e inspección por los Jueces y Magistrados” (BOE de 18 de noviembre de 2010).

No puedo olvidar el tópico de “haced vosotros las leyes y dejadme a mí los reglamentos”, atribuido, como tantas otras anécdotas, al Conde de Romanones.  Fuese la frase real o mera leyenda, la experiencia enseña que, en cualquier ámbito (en el tributario, p. ej., o en el educativo), cuanto más numerosas y más extensas sean las normas reglamentarias que desarollan (?) una Ley, menos cuenta la Ley y más lo que digan las más comineras disposiciones reglamentarias. Es precisamente lo que el poder político quiere: que exista un cúmulo normativo informe y laberíntico, que no deje claro qué hacer y qué evitar, con sus respectivas consecuencias. Así, el poder elige la “norma” que más le convenga en cada ocasión. El Derecho, groseramente falsificado, no es garantía de libertad y no sirve para saber a qué atenerse. El pseudo-Derecho es un mero revestimiento formal para disfrazar el puro arbitrio, la voluntad política predominante. Algo ya muy probado fuera de la Justicia. En la Justicia, por si fuese poco lo anterior, CGPJ y Ministerio de Justicia ya habían engendrado, antes de su solemne “casorio”, una espabilada  criatura: la repetida “Comisión Jurídica Asesora para la Implantación de la Oficina Judicial”, que no se limita a pontificar sobre la “oficina”, sino que dictamina sobre cualesquiera asuntos procesales, regulados en preceptos legales cuyos destinatarios no son sólo los funcionarios de la “oficina”, sino, más aún, los Jueces y Magistrados y ¡las partes de los procesos! Para remate de la situación, están las “aplicaciones informáticas” y sus “manuales de uso”, explicados en cursos y cursillos. Lo que los justiciables y sus Abogados y los Jueces y Magistrados entienden que dice la ley difícilmente prevalecerá sobre lo que dictamine la “Comisión”, lo que prevean las “aplicaciones” e incluso lo que indiquen ciertos “protocolos”, cuya naturaleza y rango normativo es misterioso.

Así, el modelo nuevo teórico de organización y funcionamiento de la Administración de Justicia consiste en una oscura balumba normativa con el añadido de instrumentos técnicos manifiestamente defectuosos, pero a los que se insiste en atribuir, contra toda razón y experiencia, una gran eficacia, cuasimágica. Pero, precisamente por todo eso es por lo que, en la realidad, lo que hay en la Administración de Justicia es desorganización, caos y parálisis. El CGPJ, vivamente empujado por Jueces y Magistrados en activo a presenciar de cerca esa realidad, ha tenido que reconocer de viva voz el fracaso de la NOJ los pasados días 14 y 15 de abril, aunque ese reconocimiento desluciese definitivamente su “casorio”, 10  días antes, con el Ministerio de Justicia. Al Ministerio de Justicia no le empuja nadie y no reconoce fracaso alguno. Ni dimiten ni rectifican. Van a contraatacar y da miedo pensar lo que puede ocurrírseles para seguir en sus empleos de déspotas. La Dirección General para la Modernización de la Justicia es perfectamente capaz de paralizar progresivamente, partido judicial por partido judicial, la Justicia que se propone “modernizar”. Y ya han dicho que no pasará nada: la Justicia estará paralizada, pero ése es el precio, por lo visto muy razonable, de su “modernización”… siempre, claro está, según los infalibles criterios de los “Modernizators” ministeriales.

Y, por supuesto, como todo esto que sucede es producto del Consenso, resulta irrevisable. En nuestro asunto, se trata de aquel consenso entre listos e inútiles, que comenzó con la mayoría absoluta de Aznar y se consagró en las reformas de la LOPJ en los años 2001 (L.O. 2/2001, de 28 de junio: para implicar a las asociaciones judiciales en la parlamentarización del CGPJ) y 2003. Lo culminaron, hace poco, Caamaño y Trillo, que ahí siguen, sostenidos por el Presidente dimisionario y por el aspirante a Presidente.
¡Ay consenso, consenso, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!

miércoles, 20 de abril de 2011

“CASORIO” DE LA “CÚPULA DE LA JUSTICIA” Y EL PODER EJECUTIVO EN ESPAÑA (I)


MUY CERCA YA DE LA "UNIDAD DE PODER Y COORDINACIÓN DE FUNCIONES"

DOS NORMAS IGUALES EN UN MISMO BOLETÍN OFICIAL: LA “NUEVA OFICINA JUDICIAL” LOGRA UN RECORD PARA EL “GUINNESS”

Sólo 10 días antes de anunciarse el “fiasco” indisimulable de la Nueva Oficina Judicial (NOJ), el “Boletín Oficial del Estado” de España (BOE), núm. 81 de 2011, del martes 5 de abril de 2011, contenía una extrema rareza: dos “normas” distintas con el mismo e idéntico contenido, aunque con diferente preámbulo, en el epígrafe de “Disposiciones generales”. En verdad, algo realmente único: dos “Instrucciones” iguales, emanadas de órganos diferentes. Me parece que el Libro Guinnes no incluye un apartado para "fenómenos legiferantes extraños", pero si algún día lo hace, este BOE se situará en el record por mucho tiempo, si no indefinidamente.

En primer lugar, en las págs.34810-34818, la “Instrucción 1/2011, de 31 de marzo, del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, sobre el funcionamiento de las unidades procesales de apoyo directo a jueces y magistrados y su actuación coordinada con los servicios comunes procesales.”

En segundo lugar, en las págs. 34827-34834, la “Instrucción 1/2011, de la Secretaría General de la Administración de Justicia, Instrucción 1/2011, de 31 de marzo, de la Secretaría General de la Administración de Justicia, sobre el funcionamiento de las unidades procesales de apoyo directo a jueces y magistrados y su actuación coordinada con los servicios comunes procesales.”

Sólo hay dos diferencias: la primera, que mientras la “Instrucción” del CGPJ se inicia con una pomposa “Exposición de Motivos”, la “Instrucción” del Ministerio arranca con un preámbulo sin título. Son textos introductorios diferentes pero, repito, las normas subsiguientes son idénticas. Una segunda e interesante diferencia es que la “Instrucción” del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no indica en qué preceptos se fundamenta su competencia para instruir (no contiene lo que se llama, en la jerga jurídica, “título competencial”), mientras que la “Instrucción” emanada del Ministerio dedica un último párrafo de su preámbulo a expresar las normas legales en que se ampara el Ministerio para dictar la Instrucción. Por lo demás, el texto de las dos Instrucciones es absolutamente idéntico.

[INCISO PARA EL LECTOR NO VERSADO EN ASUNTOS JUDICIALES: Antes de continuar el análisis de este raro fenómeno, diré que las “unidades procesales de apoyo directo” (UPADs) son las oficinas (antes Secretarías) que no pueden faltar en cada uno de los Juzgados y Tribunales a fin de desempeñar funciones auxiliares que hagan posible administrar justicia al Juzgado o Tribunal directamente y exclusivamente apoyado (administrar justicia o, lo que es igual, ejercer la potestad jurisdiccional , “juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado”, según la añeja expresión, algo inexacta, que aparecía ya en la Ley Orgánica de 1870 y que recoge la vigente Constitución de 1978 en el art. 117.3). Los “servicios comunes procesales” (SCPs), en cambio, son oficinas con las mismas funciones auxiliares, pero que apoyan a varios órganos jurisdiccionales a la vez. Hay más siglas, claro (¿qué haríamos sin ellas en el “mundo modenno”? ¿Llamar a las cosas por su nombre común?), pero las dejaremos estar por hoy.]

Sentado lo anterior, adelanto ya mi explicación de que dos órganos públicos pertenecientes a diversos poderes del Estado dicten la misma norma. A fin de cuentas, pienso que es ésta: primero, que el CGPJ está absolutamente politizado (se politiza aquello que no debería ser político o político-partidista, si lo prefieren; de un partido político no diremos que se ha politizado); segundo, que, en coherencia con esa politización, el CGPJ no hace lo que debe (sobre todo, nombrar a los Magistrados según sus méritos y capacidad, sancionar a los pocos campeones de vagancia y proteger a los muchos trabajadores), pero, como algo tiene que hacer para justificarse cara a la galería, hace lo que no debe. Y lo que el CGPJ realmente hace no tiene necesariamente que ver con sus atribuciones constitucionales y legales. Más aún: puede y suele ser contrario a ellas. Lo es, en este caso, por varios conceptos, como explicaré.

Antes, sin embargo, antes explicaré un poco más la extrema politización del CGPJ. El Consejo General del Poder Judicial constituye en la actualidad, como ya he dicho en otras ocasiones, el mejor ejemplo real de plenitud y perfección del llamado “Estado de Partidos” (expresión utilizada por el Tribunal Constitucional en su Sentencia 108/1986, de 29 de julio, sobre el CGPJ). De los partidos políticos depende el Parlamento, a ellos representa y a sus intereses sirve (cada Diputado y cada Senador piensa y actúa, de ordinario, no en representación de todos los ciudadanos, sino en representación de su partido); de los partidos políticos depende el Gobierno; de los partidos políticos depende el Consejo General del Poder Judicial, puesto que fue parlamentarizado totalmente y, tras el denominado “Pacto de Estado sobre la Justicia”, entre PP y PSOE (28 de mayo de 2001, en tiempos de Acebes y López Aguilar y luego desarrollado con Michavila), también se implicó a las entonces principales asociaciones judiciales en el enjuague parlamentario-partidista, al concederles, por la L.O. 2/2001, de 28 de junio, una atribución de propuesta de posibles Vocales (respecto de los 12 que han de ser Jueces y Magistrados), atribución que parecía limitar al Parlamento (al Congreso y al Senado, 6 Vocales “judiciales” cada una de esas Cámaras, de entre las listas propuestas por las asociaciones), pero que, en realidad, lo que provocaba, como anuncié en su día (más bien en solitario), era una implicación o complicidad previa de las asociaciones judiciales con los partidos-grupos parlamentarios, de modo que las asociaciones, tras afanosos cabildeos, presentaban listas de candidatos que pudiesen ser acogidos por los grupos parlamentarios. Y éstos han designado Vocales como desde 1985: en número proporcional a la matemática de las fuerzas y de las alianzas parlamentarias. Exactamente lo que al TC, en la Sentencia 108/1986, le parecía contrario a la finalidad del art. 122.3 de la Constitución.

Dado que, en la política actual, prácticamente todos sus agentes operan con el firmísimo convencimiento de que no hay más poder que el Poder Ejecutivo, el CGPJ ha ido gravitando cada día más hacia ese Poder, que, por su parte, conforme pasa el tiempo, más se revela materialmente único, aunque formalmente sean tres los poderes y separados entre sí. Y se da la sangrante paradoja de que el CGPJ fue inventado constitucionalmente justo para desapoderar al Ejecutivo en lo concerniente a los Jueces y Magistrados, a fin de que éstos gozasen de independencia al aplicar el Derecho (lo que comprende controlar la legalidad de la actuación de los poderes públicos). Pero, por la deriva natural de una idea totalitaria, caminamos cada vez más indisimulablemente, hacia algo igual al declarado principio inspirador del sistema institucional del Estado en tiempos de Franco: “la unidad de poder y coordinación de funciones”. Al CGPJ se le reconoce por el poder único -el de los partidos y, más en concreto, el de los que supongan mayoría parlamentaria- la función de apacentar a los Jueces y Magistrados (digo “apacentar” metafóricamente y según la idea ajena, la del poder único), pero no el poder de defender y garantizar la independencia de quienes imparten justicia, cada uno de los cuales es poder, cuando le toca juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Ya hace mucho tiempo que el CGPJ, en sucesivas ediciones, perdió su identidad constitucional. Están todos (en realidad, la gran mayoría) muy a gusto siendo, simplemente, un Alto Órgano del Estado, con todas las consecuencias favorables a sus miembros, con buen presupuesto y bastantes cargos y plazas que repartir.

Pues bien, el histórico BOE de 5 de abril de 2011 confirma solemnemente que el CGPJ se desentiende y, más aún, se opone a su específica finalidad constitucional de defender la independencia judicial. Ésta, proclamada en el art. 117.1 de la Constitución, se desarrolla en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Repasemos algunos preceptos de la LOPJ.

El artículo 12 LOPJ proclama y concreta, en su apartado 1, la independencia de los Jueces y Magistrados al disponer que “en el ejercicio de la potestad jurisdiccional, los Jueces y Magistrados son independientes respecto a todos los órganos judiciales y de gobierno del Poder Judicial.”

Lo que acabo de recalcar con subrayado, con cursiva y con negrita supone una importante precisión: la independencia judicial que importa no es la independencia de un grupo humano o de un colectivo profesional: es la independencia que han de tener cada Juez y cada Magistrado para administrar justicia o ejercer la potestad jurisdiccional (dos formas distintas de referirse a una misma e idéntica actividad). Por eso, es importante que cada Juez y cada Magistrado esté libre de vínculos de dependencia (eso es, ante todo, ser in-dependiente) en primer lugar respecto del Poder Ejecutivo. Pero, como ya en el tardofranquismo habíamos advertido públicamente bastantes procesalistas, es necesario asimismo -y muy importante- que cada Juez y cada Magistrado no tenga, dentro de la Justicia misma, ningún superior o jefe que les pueda dar órdenes sobre qué decidir o resolver. Se comentaba a fines de los 60 y comienzos de los 70, muy expresivamente, que a un juez le resultaba más fácil, menos incómodo y quizá hasta menos arriesgado colgar el teléfono a un Ministro o a un Gobernador Civil (los Delegados o Subdelegados del Gobierno de entonces) que al Presidente de su Audiencia. De ahí el acierto del art. 12.1 LOPJ.

Pero la LOPJ dice más. Y, concretamente, el aptdo. 2 del mismo art. 12 insiste en la línea de la independencia de cada Juez y de cada Magistrado: “No podrán los Jueces y Tribunales corregir la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico hecha por sus inferiores en el orden jerárquico judicial sino cuando administren justicia en virtud de los recursos que las Leyes establezcan.”

Es decir, que Pedro, Juez de Primera Instancia o de Instrucción, no puede ser corregido por Juan, Magistrado de la Audiencia de la provincia correspondiente al partido judicial en que Pedro ejerce. Y quien dice Juan, dice Antonio, Presidente del Tribunal Superior de Justicia o Pablo, Presidente del Tribunal Supremo, actúen Juan o Antonio solos “o en compañía de otros”

Y, por si acaso la idea no estuviese totalmente clara, el aptdo. 3 del mismo art. 12 LOPJ dispone:

Tampoco podrán los Jueces y Tribunales, órganos de gobierno de los mismos o el Consejo General del Poder Judicial dictar instrucciones, de carácter general o particular, dirigidas a sus inferiores, sobre la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico que lleven a cabo en el ejercicio de su función jurisdiccional.”

Complementariamente -y no pretendo ser exhaustivo-, el art. 417 LOPJ tipifica como falta muy grave de un Juez o Magistrado: “4. La intromisión, mediante órdenes o presiones de cualquier clase, en el ejercicio de la potestad jurisdiccional de otro juez o magistrado.” Según el art. 418 LOPJ, son faltas graves: “2. Interesarse, mediante cualquier clase de recomendación, en el ejercicio de la actividad jurisdiccional de otro juez o magistrado” y “4. Corregir la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico hecha por los inferiores en el orden jurisdiccional, salvo cuando actúen en el ejercicio de la jurisdicción."

Aunque, obviamente, estos últimos preceptos no le sean aplicables a los miembros del CGPJ, expresan muy a las claras la reprobación que a la ley le merecen ciertas conductas. Y si son muy graves o graves en un juez respecto de otro, ¿qué hay que decir de lo que haga en el mismo sentido el CGPJ, es decir, precisamente el órgano constitucionalmente encargado, como primera y principalísima función, de defender la independencia judicial?

Pero volvamos al art. 12.3 LOPJ: en su virtud, el Consejo General del Poder Judicial, señalado expresamente por ese precepto legal, no puede “dictar instrucciones, de carácter general o particular, dirigidas a sus inferiores, sobre la aplicación o interpretación del ordenamiento jurídico”. “¿Con que no, podemos, eh?”, debieron decirse mayoritariamente los Vocales. “Van Vds. a ver, queridos ciudadanos, amados Jueces y Magistrados, si podemos o no podemos”. Y vino, en el BOE del martes 5 de abril de 2011, págs.34810-34818, la “Instrucción 1/2011, de 31 de marzo, del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, sobre el funcionamiento de las unidades procesales de apoyo directo a jueces y magistrados y su actuación coordinada con los servicios comunes procesales.” Por si alguien abriga alguna duda, aquí va el enlace directo: http://www.boe.es/boe/dias/2011/04/05/pdfs/BOE-A-2011-6094.pdf

Y en el mismo BOE del martes 5 de abril de 2011, sólo que en las págs. 34827-34834, aparece la “Instrucción 1/2011, de la Secretaría General de la Administración de Justicia, Instrucción 1/2011, de 31 de marzo, de la Secretaría General de la Administración de Justicia, sobre el funcionamiento de las unidades procesales de apoyo directo a jueces y magistrados y su actuación coordinada con los servicios comunes procesales.” Para incrédulos, otro enlace directo: http://www.boe.es/boe/dias/2011/04/05/pdfs/BOE-A-2011-6096.pdf

La única explicación de que dos órganos diversos –de dos poderes distintos y teóricamente separados- ordenen exactamente lo mismo es que ambos tengan igual competencia legal sobre una misma materia y sobre unos mismos sujetos,. Para que eso sucediese, en el ordenamiento jurídico español se tendría que dar una anomalía insólita, una aberración. Y no es el caso: las atribuciones constitucionales y legales del CGPJ y del Ministerio de Justicia están suficientemente diferenciadas. Puede haber zonas dudosas y puede haber concurrencia sobre ciertas materias, pero hay una diferenciación clara respecto de los sujetos: el CGPJ no tiene atribuciones más que respecto de los Jueces y Magistrados. El Ministerio de Justicia carece absolutamente de atribuciones sobre los Jueces y Magistrados. Y el CGPJ carece de atribución alguna sobre Secretarios Judiciales y otros funcionarios al servicio de la Administración de Justicia que no son Jueces y Magistrados (dicho sea para abreviar) y que dependen del Ministerio de Justicia (los Fiscales, del Fiscal General del Estado). Desde hace algo más de 25 años, el CGPJ no ha planteado conflicto alguno de atribuciones con otro órgano constitucional del Estado.

Las normas infralegales, reglamentarias, pueden ser de muy distintos tipos. Las “Instrucciones” son, por definición, el vehículo formal de órdenes a unos destinatarios ciertos. Los únicos destinatarios legales de unas instrucciones del Pleno del CGPJ serían los órganos del mismo CGPJ inferiores al Pleno. Pero no es el caso de la "Instrucción" que nos ocupa. Los únicos servidores públicos en cierto sentido inferiores al CGPJ son los Jueces y Magistrados, de modo que ellos son los únicos posibles destinatarios, aunque, como hemos visto, se prohíbe expresamente que el CGPJ les dirija instrucciones, “de carácter general o particular”. Las señoras y los señores del CGPJ dirán que esa “Instrucción” no dicta instrucciones a los Jueces y a los Magistrados y, por tanto, no infringe el art. 12.3 LOPJ. No es verdad, porque alguna de las instrucciones se dirige a los “jurisdicentes”, pero, en la hipótesis de que el CGPJ no dirigiese su “Instrucción 1/2011” a los Jueces y Magistrados, ¿quiénes serían los destinatarios? ¿Unos funcionarios sobre los que el CGPJ carece de autoridad y poder? En tal caso, sería lo mismo que si al CGPJ se le hubiese ocurrido instruir a los contribuyentes españoles o a los ciudadanos de Libia. Y una tal ocurrencia, ¿acaba en el BOE sin más?

No. La Instrucción del CGPJ no acaba en el BOE, sin más ni más, a causa del error de una o varias personas autorizadas para ordenar publicaciones en el BOE. Porque el Ministerio de Justicia publica el mismo día otra Instrucción que dice exactamente lo mismo y esa "coincidencia" descarta el error. De modo que parece ineludible una de estas dos opciones: o el CGPJ ha infringido clamorosamente la Ley, porque ha instruido a los Jueces y Magistrados cuando no puede hacerlo, o estamos ante un caso de pérdida colectiva del juicio (del buen juicio), porque se dedican a instruir a quienes no les corresponde. Pero, bien mirado, las dos cosas son posibles a la vez, La primera, la ilegalidad flagrante, sin duda ha sucedido. Por su propia identidad específica, si el CGPJ publica una “Instrucción”, ésta resulta dirigida a los Jueces y Magistrados, cualquiera que fuese la intención de los “instructores”. La “Instrucción”, una vez acordada (ésta, muy mayoritariamente), es una realidad con su propia sustancia. Que en el CGPJ han enloquecido, al menos en buena medida, se puede deducir, si no de instruir a quienes no deben, de prestarse -y, además, gustosamente- a protagonizar una insólita y absurda dualidad de normas, que suscita las cuestiones aquí planteadas y algunas más.

La conclusión a la que llego necesariamente a partir de este rarísimo fenómeno del BOE de 5 de abril de 2011 es doble: en primer lugar, y como ya he venido argumentando en este “post”, que CGPJ y Ministerio han hecho público su casorio, término que escojo por sus connotaciones peyorativas, que a todas luces le convienen. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) lo define como “Casamiento hecho sin juicio ni consideración, o de poco lucimiento.”

La segunda conclusión es que tanto el Ministerio de Justicia como el Consejo General del Poder Judicial se han introducido en el territorio reservado a la Ley, tratando de arreglar, a base de acuerdos, instrucciones y reuniones, un masivo desaguisado legal. Así, el resultado es que la impartición de la justicia no se acomoda ya a lo que establezcan las leyes, como debiera ser según la Constitución, sino a disposiciones administrativas. Pero ni con éstas arreglan el desaguisado. Y, por tanto, el CGPJ ha hecho un casamiento con el Ejecutivo, sin juicio ni consideración y, no ya “con poco lucimiento”, sino con la fealdad jurídica y ética que caracteriza su actuación, desprovista incluso de limpieza. Sobre esto, para no alargarme más, me explicaré en otro “post”.

sábado, 16 de abril de 2011

"EL SECRETO A VOCES YA NO ES SECRETO: LA NUEVA OFICINA JUDICIAL ES UN FIASCO"



POR UNA VEZ, LO QUE NO PUEDE SER, RESULTA IMPOSIBLE: NI EL PODER POLÍTICO NI LA INFORMÁTICA CONSIGUEN SIEMPRE TRANSFORMAR LOS DISPARATES EN REALIDADES.
(actualizado a 17 y 19 de abril de 2011)


Las expresivas palabras del título de este "post" no son de mi cosecha, sino exactamente aquéllas con que encabeza "LegalToday. El portal jurídico por abogados y para abogados" (http://www.legaltoday.com/actualidad/noticias/el-secreto-a-voces-ya-no-es-secreto-la-nueva-oficina-judicial-es-un-fiasco)  lo que es noticia, desde los días 14 y 15 de abril de 2011, en que se anuncia que el Consejo General del Poder Judicial pedirá al Ministerio de Justicia que se suspenda la implantación de la Nueva Oficina Judicial (NOJ) en lugares distintos de aquellos en que se había comenzado (Murcia y Burgos, primero; después, Cáceres y Ciudad Real). Un comentario general de esta noticia ya lo tienen los lectores en el subtítulo de este "post", que acabo de actualizar.

Recordemos: la Ley Orgánica 19/2003, de 23 de diciembre, de modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, introdujo muy desafortunados cambios y anunció reformas procesales para concretar un aumento de funciones del Secretario Judicial, con correlativa pérdida de esas funciones por los Jueces y Magistrados. Entre los desafortunados cambios directos de LO 2003, destacaba, a mi parecer, que los Juzgados y Tribunales quedasen descabezados, sin autoridad máxima responsable, al eliminar el art. art. 473.2 de la redacción originaria. En este precepto abolido se establecía que el Secretario era el jefe del personal de cada Juzgado y Tribunal, "bajo la superior dirección del Juez o Presidente".  Esta disposición no se sustituyó por ninguna otra.

Años después, se presentó un "Proyecto de Ley de reforma de la legislación procesal para la implantación de la Nueva Oficina Judicial". Muchos procesalistas de distintas escuelas y de más de treinta Universidades españoles suscribimos una razonada declaración (pueden verla aquí: en  http://www.ucm.es/info/procesal/declaracion.htm) en que considerábamos muy desacertada la iniciativa del Gobierno, por diversos motivos de gran calado, empezando por el constitucional. Y ahora es de recordar un entero apartado de nuestra declaración:


"Sexto.- Del Proyecto de Ley no surgiría ninguna Nueva Oficina Judicial moderna y se consagraría un caos funcional en nuestros Juzgados y Tribunales.

Los Juzgados y Tribunales españoles, considerados en conjunto y también uno por uno, acusan ya problemas importantes relacionados con la obligada dependencia de varios distintos centros de decisión: el Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia y, en muchos casos, las Comunidades Autónomas. El Proyecto de Ley en curso añadiría nuevos y graves problemas a los aludidos, pues consagraría la ausencia en cada Juzgado y Tribunal de una autoridad que unifique las diversas actuaciones necesarias parar aplicar el Derecho y responder a las demandas de tutela jurisdiccional efectiva.

La Ley Orgánica 19/2003 eliminó la “superior dirección de los Jueces y Presidentes” que establecía el antiguo art. 473.2 LOPJ tras confiar la jefatura directa de la oficina judicial a los Secretarios. Si se aprobase el Proyecto de Ley que nos ocupa, no se enmendaría ese error de la L.O 19/2003 y en cada Juzgado y Tribunal se pondría de manifiesto a diario, con consecuencias lamentables, la inexistencia de jefatura y de dirección. El Proyecto de que estamos tratando sigue eliminando la dirección de los Jueces y Presidentes y tampoco articula una relación del Secretario Judicial con la oficina judicial propia de todo Juzgado y Tribunal (“unidad procesal de apoyo directo”).

Con el Proyecto de Ley a que nos referimos no habría una Nueva Oficina Judicial moderna, porque en absoluto se pondría fin a la situación actual, de confusa bicefalia (en el mejor de los casos) y de responsabilidad difusa e inconcretable sobre lo que se hace y sobre lo que se omite por cada Juzgado y cada Tribunal. No es de esperar de ese Proyecto de Ley un sistema organizativo adecuado al funcionamiento de los Juzgados y Tribunales. Y no nos parece inútil recordar que son éstos, los Juzgados y Tribunales de que habla la Constitución, los únicos órganos desde los que se administra justicia a los ciudadanos. Administrar justicia o ejercer la potestad jurisdiccional no corresponde ni a las “unidades procesales de apoyo directo” ni a los “servicios comunes procesales”."


La declaración se envió a Diputados y Senadores, al Ministro de Justicia (ninguno de estos siquiera acusó recibo) y a otras diversas altas autoridades del Estado, que, al menos acusaron recibo, agradecieron la declaración y expresaron cortesmente sus deseos de que su contenido fuese tomado en consideración. Esto no ocurrió en absoluto. Del Ministerio sólo salió la represalia a una profesora firmante de la declaración. Y el Anteproyecto se convirtió en la  Ley 13/2009, de “Reforma de la Legislación Procesal para la Implantación de la Nueva Oficina Judicial”. Comenzó entonces, a bombo y platillo, la promoción de la NOJ, como la pieza nueva que supondría el amanecer de una Nueva Justicia. Porque, según el Ministerio de Justicia y el Consejo General, constituídos en una única y colosal masa coral, entre la NOJ en sí misma y un renovado y decisivo impulso a la informática judicial (para la que establecieron tasas sobre cada recurso), todo iba a cambiar, no ya para bien, sino para el esplendor de la Nueva Justicia. Algunos sabíamos que el cambio no sería en ningún caso para bien. Personalmente, pensé que el modelo (?) podía incluso fracasar indisimuladamente.


Pues resulta que A) Lo único que ha resplandecido es cuán inmensa es la memez de la adoración beata e ignorante a la informática (a costa de la cual, por cierto, alguien se está haciendo rico), porque el programa MINERVA no funciona. B) Del reparto de nuevas funciones a unos y a otros se ha seguido un desorden monumental, con parálisis de los Juzgados de diversos tipos y de los órganos colegiados superiores.


No sabían lo que es un programa informático complejo, que les puede fallar a los mejores profesionales del mundo, ni lo difícil que resulta lograr que funcione bien una red muy extensa. Eso, por no hablar de algo aún peor, a saber: el intento de que las "aplicaciones informáticas", en vez de ser buenas herramientas al servicio de quienes tienen que decidir, sean cauces obligatorios, que condicionen la labor de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado conforme a la ley. Me remito, en esto, a los últimos párrafos del "post" que dediqué al "Justizklavier" (v. http://andresdelaoliva.blogspot.com/2011/01/la-ley-no-interpretable-y-la-vieja.html). Estamos al borde de que las "aplicaciones informáticas" constituyan, incluso por encima de la ley, una fuente del Derecho.


Como de costumbre, echan la culpa del fracaso -que consideran algo coyuntural- a la escasez de personal. ¿Es que no sabían, cuando se lanzaron al disparate, con cuánto personal se contaba? Claro que lo sabían. Y, además, los problemas no están siendo sólo de personal, sino de confusión de funciones y casi imposible coordinación de los diversos protagonistas de la Administración de Justicia. Como se les dijo. No hay un principio organizativo más disparatado que dejar sin cabeza (y sin responsables claros) un organismo complejo. En realidad, ese principio es fundamento seguro de desorganización, desconcierto, caos y parálisis.

[Actualización a 19 de abril de 2011. "Manolo" ha enviado un comentario-testimonio que, para que no se lo pierdan, me permito reproducir aquí. No lo vean otros remitentes de comentarios como minusvaloración de los suyos. No hay tal. Simplemente, se trata, como verán, de las detalladas noticias directas que "Manolo" aporta: "La nota que ha hecho pública el Ministerio es sencillamente delirante. Escojo sólo un párrafo: "Pese a que las disfunciones iniciales en distintos ámbitos, como el organizativo o el tecnológico, provocaron durante los primeros meses un importante impacto en los órganos judiciales donde se ha implantado la NOJ -que en este momento están repercutiendo en la Audiencia Provincial-, se trata de un coste que debe asumirse ante al innegable beneficio que supone el proceso de modernización de la justicia". ¿Alguien puede explicarnos cuál es el "innegable beneficio"? Mira que se han hecho barrabasadas con la Justicia en España, pero esto supera todo lo conocido: 1) Una reforma legal que no hay por donde cogerla (está explicado de sobra en este blog) y que consagra una organización disfuncional, entregando al Ministerio de Justicia ni más ni menos que el control del proceso judicial. 2) La coartada es la modernización, pero no hay tal: estaría bien que los ciudadanos supieran que la cacareada aplicacion "Minerva NOJ" es un producto desfasado, construido añadiendo parches a una cosa que se llamaba "Libra", que ya peinaba canas. Así nos lo han reconocido abiertamente los técnicos que han venido a explicar en qué va a consistir el invento, y que -lo afirmo con rotundidad- no saben lo que tienen entre manos. 3) Un proyecto que, tras seis meses de funcionamiento en Burgos y Murcia, no sólo no funciona sino que ha producido un caos inenarrable, no sufre "disfunciones", sino que no sirve. Esta evidencia no puede taparse con una monumental operación de propaganda, encaminada a cubrir las vergüenzas del engendro, cuya finalidad, cada vez más clara, es el control del Poder Judicial y nada más. 4) El papel del CGPJ, como siempre, ha sido vergonzoso. Ha tragado carros y carretas con el pretexto de que esto iba a ser modernidad y tecnología, pero ahora, cuando ven que la realidad puede salpicarles, esbozan una tímida protesta, cuando el desaguisado está casi consumado. Seguiré informando. ". No me digan, lectores, que no es interesante el testimonio y bien orientada la valoración de las cosas. Sí, que "Manolo" nos siga informando. Mil gracias.]

 
NO RECTIFICARÁN: UNOS, PORQUE BUSCAN EL COLAPSO DE LA JUSTICIA; OTROS, POR NO PERDER LA CARA; TODOS, PORQUE RECTIFICAR ES DE SABIOS

Contra toda evidencia, seguirán adelante. Me parece muy probable -casi seguro- que no paren su magnífica NOJ para revisar de arriba a abajo el proyecto de Gran Cambio. El Ministerio de Justicia no va a parar porque no van reconocer (o sea, conocer) un enorme error. Además, no han cometido error alguno, porque su propósito no era mejorar la Justicia, sino arrinconar a los Jueces y Magistrados. Y como he dicho tantas veces, siempre han querido que la Justicia no funcione. Y eso, que es lo que siguen queriendo, es lo que están logrando. La culpa de las "meras disfunciones" siempre será de otros, presentados como incapaces de entender las ideas de progreso o reaccionarios que las rechazan. En el CGPJ quieren un parón, pero sin revisión a fondo del Nuevo Modelo. El Ministerio se impondrá, que no en vano encarna el único poder que puede, el Ejecutivo.

Ahora, si pinchan Vds. en "continúa", accederán a interesantes informaciones de prensa de estos días pasados. Van literales y ahorro las comillas. No requieren comentario. Próximamente, espero ofrecerles más datos sobre el gran disparate. Porque la apelación del CGPJ de paralizar la pieza clave del Gran Cambio tiene sabrosísimos antecedentes: no de hace un años ni dos meses´. Sólo 10 días antes de las declaraciones de De Rosa, el CGPJ (que tenía ya muchas noticias del fracaso de la implantación de la NOJ- escenificaba espectacularmente la suma armonía con el Ministerio de Justicia. Lo veremos en detalle.

Principales antecedentes sobre este asunto en este blog: DE LA JUSTICIA QUE ANDA MAL A LA QUE PRONTO NO EXISTIRÁ, I y II): http://andresdelaoliva.blogspot.com/2009/09/de-la-justicia-que-anda-mal-lo-que.html    y   http://andresdelaoliva.blogspot.com/2009/09/de-la-justicia-que-anda-mal-la-que.html Vean también la segunda postdata de este post: http://andresdelaoliva.blogspot.com/2010/12/wikileaks-gotea-sobre-espana-conde.html





miércoles, 13 de abril de 2011

“¡POBRE BARQUILLA MÍA”, LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE!


LA VAN MATANDO ENTRE TODOS, QUE ELLA NO SE MUERE SOLA


Escribo esto -encabezado con un verso de Lope que me ha venido a la cabeza- antes de que comience la "segunda vuelta" de las elecciones a Rector de mi Universidad, la Universidad Complutense (UCM). Hasta no hace mucho, pensaba que las Universidades muy asentadas, algunas pluricentenarias como la mía, resistirían cualquier embate de reforma legislativa absurda, cualquier Rector indolente o enloquecido, cualquier presión sindical, cualquier moda desatinada, etc. Ya no estoy ni mucho menos seguro de eso. Ya me parece posible, e incluso probable, ver personalmente y desde dentro cómo, entre tirios y troyanos, Universidades dotadas de profesorado numeroso y competente, de suficiente número de alumnos, de tradición más arraigada, quedan convertidas en un montón de escombros. Pensaba que la nuclear idea clásica de la Universidad, con todas las modernizaciones que se quieran, era imperecedera. Y lo es, como idea. Es una idea válida para cualquier tiempo. Pero ahora me parece que esa idea podría quedarse sin partidarios activos suficientes para que esté viva, aunque sea en ciertos oasis o en algunas islas.

“¿Está tan mal la Complutense?”, me pregunta bastante gente. Está mal, pero no “tan mal”. Y si está mal no es principalmente por los alumnos, los profesores o los empleados complutenses. Los males han venido más bien de fuera, empezando por todo lo que, desde fuera, ha ido apartando a la gran mayoría de los mejores universitarios de una mínima disposición a ocupar cargos académicos, probablemente ya muy mal diseñados en sus atribuciones. Pero la UCM no es, ni mucho menos, la única Universidad con “agujero” económico, como dicen. La UCM no fomenta el “botellón” ni el “picadero”. Los viales y el territorio de la Ciudad Universitaria no están exentos del deber de vigilancia del Ayuntamiento, de la Policía Municipal y de la Policía Nacional. Que yo sepa, ningún complutense ha negado a nadie la intervención policial que sea debida y conforme a la Ley. Los viernes, a cierta hora de la tarde, cuando muchos profesores -sobre todo jóvenes- abandonan las Facultades, el Metro de Madrid se llena de innumerables “botelloneros” en dirección opuesta, hacia al inmenso territorio de la Ciudad Universitaria, repleta de voladizos que protegen de la lluvia y de rincones que esconden de miradas no deseadas. Tengo por cierto que, expulsados los “botellones” de muchos lugares, está siendo muy cómodo que se hayan instalado en nuestro amplísimo “campus”. Y no hay más “grafitti” en nuestros muros que los que ensucian y afean muchas calles de Madrid. Lo que hay son menos medios para limpiarlos.

Por lo demás, la situación actual de mi Universidad -como la de otras- tiene responsables que no la han pisado ni vivido ni sufrido. Destaca y sobresale entre ellos Dña. Pilar del Castillo, Ministra de Educación del Gobierno del Sr. Aznar (PP) en la segunda legislatura. Esta persona, que inventó la ANECA (¡qué ocurrencias y qué derivas posteriores perfectamente previsibles!) e introdujo una costosísima contratación laboral de profesores (que ya nadie pedía), hoy eurodiputada, estableció en la LOU 2001 el sufragio universal para elegir Rector, cuando ese sufragio, por ponderado que sea el peso de los votos según sectores, no se establece ni para designar Presidente del Gobierno ni para convertirse en Alcalde de un municipio de mil habitantes y la Complutense supera, hoy, los noventa mil electores. De ellos, la inmensa mayoría trabajan y viven físicamente muy separados, sin apenas conocerse, sin encuadramientos políticos (a Dios gracias) y con escasísimas y muy minoritarias asociaciones, clubs e incluso agrupaciones sindicales (el PAS, “personal de administración y servicios”, donde cuentan más los sindicatos, registra hoy un censo de 4.115 electores en la UCM; los alumnos son 81.114 y los profesores, de tres categorías distintas, suman 7.902 electores).

Las relaciones de la UCM con la Comunidad Autónoma de Madrid no han sido buenas, pero la responsabilidad no ha sido enteramente de un determinado Rector, el Profesor Berzosa. He dicho a la cara, a quien tenía que decírselo, hace años, que se estaba tratando por el mismo rasero -en el mejor de los casos para la UCM- a Universidades muy desiguales, lo que no resultaba ni lógico ni justo. Reclamé un trato equitativo para la UCM, con muchas más necesidades y con mayores y más graves problemas (p. ej., de obsolescencia de muchos edificios, donde no es posible trabajar, a causa del frío o del calor, sino a base de genuino heroismo), pero también mucho más preparada, por la calidad, número y diversidad del profesorado, que Universidades recién creadas sin demasiada explicación. Ni caso.

¿Sugiero por ventura que D. Carlos Berzosa, hombre desbordado por su simplismo y por algunos pocos "hooligans", que no paran de hacer daño, ha sido un espléndido Rector? No, especialmente en su segundo mandato de cuatro años, en el que, al menos, los Directores de Departamentos pudimos vivir sin recibir papeles abstrusos de D. José Carrillo, que desde junio de 2003 a junio de 2005 fue, con Berzosa, Vicerrector de Innovación, Organización y Calidad y desde 2005 hasta 2007, Vicerrector de Innovación y Espacio Europeo de Educación Superior. Unos Vicerrectorados muy lamentables, por molestos, en gran medida inútiles y en otra medida ("Bolonia" a todo trapo), nocivos. ¡Ojo! No vean aquí propaganda. Todo el mundo sabe que no soy precisamente -y ha habido hechos muy visibles que lo demuestran- un “fan” del otro D. José en liza, D. José Iturmendi Morales.  Mi discrepancia con la gestión de Iturmendi en los últimos años es quizá la más clara y notoria que se haya producido nunca, aunque, eso sí, sin gritos ni insultos públicos. No presumo de ello. Lo digo lisa y llanamente.

El dilema del miércoles 13 de abril de 2011 es, en mi opinión, tremebundo para muchos electores de la UCM. De Iturmendi me disgustan muchos elementos y casi me disgustan aún más los interesados apoyos, de todos los colores, que ha logrado aunar durante más de veinte años como Decano de mi Facultad de Derecho. De Carrillo me disgusta lo que le vi decir y hacer, a distancia, como Vicerrector de Berzosa. No me gusta tampoco que sea rehén -porque lo será, de eso no tengo duda- de una gran central sindical, precisamente cuando las “centrales” están perdiendo mucho peso en el sector público. Y no me ha gustado, -porque me pareció un contradios jurídico y frontalmente opuesto al sentido común- que ayer mismo equiparase las irrupciones vociferantes de unos individuos en diversas aulas de una Facultad -la de Ciencias Políticas, ya muy señalada por episodios violentos e intolerantes- con la distracción que provocaba un vehículo con altavoces publicitando la candidatura opuesta. No son cosas iguales, sino muy distintas: una es ilegal e irrespetuosa mientras que la otra es una molestia de ruido como otras muchas (ambulancias, bomberos, policías) y perfectamente legal. Me preocupa que, en vísperas electorales, el Prof. Carrillo haya disculpado a unos energúmenos con el manido argumento de "y tú más" o "y tú igual", cuando ni el argumento es presentable nunca ni existe igualdad alguna. Me preocupa que pidiese "ahora", "ahora", respeto a las reglas. Ahora y siempre, querido colega. Soy (o, desde luego, procuro ser) muy celoso de la libertad, empezando por la ajena. Precisamente por eso, cuando lo visceral se desmadra, es necesaria firmeza en la defensa de las reglas, de las normas, de las leyes. Comprendo bien las indignaciones, porque yo las siento a diario y no porque padezca una morbosa afición al berrinche. Pero no acepto, en especial entre universitarios, que la indignación conduzca al insulto, a la coacción, a la violencia (aunque sólo sea verbal), expresiones todas de un sectarismo que detesto.

Hay, esta mañana electoral, un exceso de politización y de extremismo. Hay odio. Los energúmenos son pocos, pero nos hacen mucho daño a todos. No se puede tolerar la intolerancia violenta, con obras o con gritos. Y el odio, si no lo neutralizan los candidatos y sus huestes, será letal. Los que son "comprensivos" sólo con "los suyos" y los que son, sobre todo, expertos en politizar, ésos pueden asesinar a la UCM.

Pero este “post” no pretende tratar de las elecciones de hoy en mi Universidad Complutense. Ha querido ser, en este momento en que necesariamente la tengo más en la cabeza, una defensa de mi Universidad contra ataques e insidias, que han salpicado y dañado injustamente a candidatos dignos (como Carlos Andradas) y que, por otro lado, están culminando en atribuirnos a nosotros, los complutenses en general, que somos víctimas más que otra cosa, una responsabilidad que no tenemos, mientras se ignora olímpicamente a muchos verdaderos responsables. Por eso se me ha ocurrido esa especie de verso que he puesto como subtítulo. Porque si la UCM se encaminase hacia la muerte, sería por las puñaladas de muchos. La UCM, por mucho que les interese a bastantes enmascarados, no está agonizando. Si se muere, la habrán matado entre muchos. Ójala no se encuentre entre ellos el próximo Rector. Si así fuese, prometo que lo diré, haciendo una nueva excepción a mi criterio de no tratar aquí asuntos de mis trabajos diarios.

viernes, 8 de abril de 2011

ELECCIONES GENERALES: HECHOS, ADIVINANZAS Y DOS BUENOS DESEOS


LA LÓGICA DE UN GRAN DUDA (PSOE) Y LA DE UNA GRAN CERTEZA (PP)

Con ocasión del último cambio del “Gobierno de España” por el Sr. Rodríguez Zapatero (ZP), ya me atreví (sin necesidad de mucho atrevimiento) a afirmar rotundamente que ZP no sería el candidato principal del PSOE en las próximas elecciones generales españolas, en el 2012. Como quisiera partir ahora de lo dicho entonces, sin repetirme demasiado, si están interesados en este asunto relean o lean el post del domingo 24 de octubre de 2010, “EL NUEVO GOBIERNO DE ESPAÑA, PENÚLTIMA IMPOSICIÓN A ZAPATERO (y II).  EL AUTO-GOLPE EN EL PSOE: EXPLICACIÓN, CONSECUENCIAS Y SITUACIÓN DEL PARTIDO POPULAR”. Facilito un link directo: http://andresdelaoliva.blogspot.com/2010/10/el-nuevo-gobierno-de-espana-penultima_24.html

El anuncio de ZP, el pasado día 2 de abril de 2011, en el sentido de que no repetirá como cabeza del PSOE, ha desatado multitud de análisis y comentarios. Pueden dividirse en dos clases: los que, a partir de hechos, formulan conjeturas expuestas como tales y los que presentan situaciones de hecho o contienen predicciones de futuro sin ofrecer los datos o hechos en que se apoyan o, siempre sin apoyatura en datos, se inscriben en el amplio marco de los deseos impulsados por preferencias (wishful thinking). Hay muchos más ejemplos de conjeturas honradas que de textos que, en definitiva, son mera propaganda o funcionan como tal. Un ejemplo real de estos últimos sería la afirmación, en titular de portada, de que las bases del PSOE prefieren a Rubalcaba como candidato. No digo que no sea así (¡qué sé yo!), pero la afirmación no se apoyaba en nada objetivo, ni siquiera en un pequeño sondeo.

Con este “post” no quiero aumentar el caudal de especulaciones y predicciones ya formuladas. Aumentará sin mi ayuda. Lo que aquí diré va a ser opinión y crítica. Opinión, fundada en hechos, pero orientada por lo que considero deseable. Crítica a algunas predicciones que se presentan como seguras y, sin embargo, no lo son. Y, como señalo en el subtítulo, procuraré que la lógica siempre esté presente.

RUBALCABA O CHACÓN: LA ADIVINANZA, LA PROPAGANDA Y LA DUDA ABSOLUTA

Aparte del que motiva estas líneas, un primer hecho es que ZP no quiere adelantar las elecciones generales y, otro, que no ha renunciado al puesto de Secretario General del PSOE ni se ha fijado un plazo o un término para cesar en ese cargo. Ha anunciado un plan según el cual, tras las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo, se celebrarán dentro del PSOE elecciones primarias para designar a la cabeza de lista del partido en las generales. Esta situación real, si se mantiene (y no hay nada hoy que fundamente una modificación), supondría una cierta capacidad de influencia de ZP  en las primarias. De ahí deducen algunos que, pese a cualquier declaración de neutralidad que haga ZP, será Dña. Carmen Chacón, como favorita de ZP, quien aspirará, por el PSOE, a presidir el siguiente Gobierno de la Nación.

Objeciones: la “cierta influencia” de la Secretaría General del PSOE en unas primarias es muy incierta en cuanto a su intensidad y eficacia. Aunque vivamos de pura actualidad, no es tan difícil recordar el duelo de las primarias madrileñas entre Trinidad Jiménez y Tomás Gómez, patrocinada la primera por ZP y el “aparato” central del PSOE, pero saldado en favor de Tomás Gómez. Por otra parte, esa incierta influencia puede verse matizada y atenuada si ZP, aun siendo formalmente el SG del PSOE, no controla del todo o muy poco al citado “aparato”, lo que no resulta inverosímil ni improbable. Ítem más: la preferencia de ZP por Dña. Carmen Chacón tiene fundamento, pero, por un lado, las preferencias de ZP no se han revelado siempre firmes y, por otro lado, no cabe excluir que el brazo de ZP vuelva a ser torcido por presiones en sentido distinto u opuesto a sus gustos.

Cuando se afirma el apoyo de ZP y de otros a Dña. Carme, más otros trajines y maniobras, se está partiendo de una seguridad, a saber: que el actual Vicepresidente primero del Gobierno, Sr. Rubalcaba, quiere también ser “number one” del PSOE en las elecciones generales del 2012. No digo yo que eso sea falso, pero sí que no es plenamente seguro. Pueden ser muchos los motivos por los que, llegado el momento, Rubalcaba no quiera esa candidatura: personales, políticos o una mezcla de ambos. El Vicepresidente primero podría pensar que no está ya para una campaña larga y dura y, nada digamos, para una campaña que considere perdida o muy problemática. Es verdad que en el 2016 estaría, de ordinario, en peores condiciones, pero no cabe excluir que, por una vez, sean ciertas sus inclinaciones a retirarse a un segundo plano.

De todo lo anterior –que no ha pretendido ser un análisis exhaustivo- y de otros datos sabidos  y otras innegables posibilidades se desprenden varias conclusiones:

Conclusión 1ª: No es seguro que Dña. Carmen Chacón vaya a ser cabeza de lista del PSOE en las elecciones generales de 2012.

Conclusión 2ª: No es seguro que D. Alfredo Pérez Rubalcaba quiera y vaya a ser cabeza de lista del PSOE en las elecciones generales de 2012.

Conclusión 3ª: Las probabilidades más altas de la candidatura de la Sra. Chacón como cabeza del PSOE se cifran, hoy por hoy, en que D. Alfredo Rubalcaba no quisiese ser candidato.

Conclusión 4ª: Si hay “primarias” en el PSOE con dos o más candidaturas, es ahora imposible y resultará muy difícil, más adelante, conocer el resultado. Y ahora es también imposible saber si el PSOE podrá prescindir de las “primarias”, de modo que finalmente sólo haya una candidatura a “number one” de las listas electorales en el 2012.

Quiérese decir que, como se anuncia en el subtítulo de este “post”, la lógica conduce a una "inteligentísima" DUDA TOTAL sobre el futuro preelectoral del PSOE. Dicho de otro modo: QUE NO TENEMOS NI IDEA DE QUIÉN ENCABEZARÁ EL PSOE EN LAS ELECCIONES GENERALES. A mi parecer, esto es lo que hay, como ahora se dice. Lo demás son milongas y fantasías moriscas. Conforme avancen los días y se sucedan los acontecimientos, podrán elaborarse y reelaborarse especulaciones y conjeturas. Pero pasar de ahí a las certezas será un ejercicio de apuestas. Las variables son muchas y difíciles o imposibles de conocer. Las especulaciones venideras serán sinceras y se presentarán como tales o, por el contrario, entrarán, como las que hemos oído y leído ya, en el terreno de las preferencias encubiertas o de las manipulaciones propagandísticas. No nos fiemos de los “enteraos”, que tanto abundan en España. O, mejor, averigüemos de qué están realmente enterados. Como dispone la ley procesal respecto de las declaraciones de testigos, ante lo que nos dice un “enterao” tengamos en cuenta “la razón de ciencia de lo que diga”.

UN BUEN DESEO (MÍO): NI CHACÓN NI RUBALCABA

Ya al margen de especulaciones, declaro ahora, como adelanté, lo que es un puro deseo personal, que probablemente no sea original (ojala) y que no pretendo experimentar en exclusiva (al contrario). Deseo intensamente que ni Dña. Carmen Chacón Piqueras, actual Ministra de Defensa del “Gobierno de España” ni D. Alfredo Pérez Rubalcaba, actual Vicepresidente primero y Ministro del Interior de ese mismo “Gobierno”, sean “number one” electoral del PSOE en las próximas elecciones generales. No me va nada personal en que no sean ellos candidatos a Presidente/a del Gobierno. Simplemente, me parecen seguras -no deja de ser un parecer, pero pienso que muy fundado- dos cosas: primera, que el PSOE podría y debería ser capaz de presentar mejores candidaturas que cualquiera de esas dos; segunda, que la Nación podría tener, si ganase el PSOE, mejor, mucho mejor, Presidente/a de su Gobierno que Chacón o Rubalcaba. También podría el PSOE presentar aún peores candidaturas, porque siempre es falso eso de “peor no podemos estar” o “peor que éste (o ésta) no puede ser”. Pero centrémonos, por ahora, en lo que tenemos delante y cabe considerar probable.

Dejaré sentado que, efectivamente, España está preparada para ser presidida por una mujer. Está asimismo preparada para ser presidida por una mujer catalana, como por un extremeño. Está tan preparada como la Roma de Calígula cuando éste, según la leyenda, designó cónsul a su caballo Incitatus. España está preparadísima, a esos efectos presidenciales. Algunos pensarán que me refiero a que si esta Nación ha sobrevivido a ZP, está lista para todo evento. Pues sí, ZP ha sido y sigue siendo un excelente “test de stress”, pero, en realidad, digan lo que digan, la historia de España no empezó con ZP.

Establecida la resistencia de materiales, no me voy a extender sobre Pérez Rubalcaba y Carme Chacón para fundamentar mi deseo de que ni siquiera se les deje aspirar a presidir el Gobierno de España. Rubalcaba es sobradamente conocido. Ha resultado imprescindible para el PSOE en muy diversas situaciones, con diferentes jefes. Sabemos mucho, casi todo, de Rubalcaba y sospechamos con motivo tanto o más que lo que sabemos a ciencia cierta. La trayectoria de PR ha sido muy larga. No es persona imprescindible ni conveniente para la res publica. Rubalcaba es un superdotado para la política de partido, para la refriega, para el navajeo, para la táctica. Pero dista sideralmente de ser un estadista, un aprendiz de estadista o algo que se parezca remotamente a un hombre de Estado, aunque sea modesto. En realidad, es un campeón de la política menor, ésa que nos tiene a casi todos asqueados y extenuados. Rubalcaba nunca se ha ocupado de problemas de la gente. Lo suyo son los problemas de partido y del poder. Tiene todos los recovecos del Estado en la cabeza, pero no tiene el Estado en la cabeza. Es un consigliere. Hay mucho mercado para los consiglieri. A los forofos de Rubalcaba les aconsejo que no le saquen de ahí. Funcionaría -ya se ha visto bastante como Vicepresidente primero- el “Peter’s principle”.

De Carme Chacón no sabemos casi nada, porque no hay casi nada que saber. Hizo estudios y los acabó: ¡bravo! Lean “Wikipedia”, que alarga su curriculum al máximo. No consta que haya ejercido profesión alguna relacionada con sus estudios. Es una “joven política” profesional, con una trayectoria similar a la de la Sra. Pajín. Proviene del PSC, curiosa invención de la “gauche divine” catalana y, sobre todo, barcelonesa, sin apenas genuinas raíces socialistas. Como Ministra de Vivienda no nos queda memoria de ella y ahora, según fuentes muy fiables, el Ministerio de Defensa no es dirigido por ella, sino que está subordinado completamente a su carrera política. No es que no sepa de defensa (que, desde luego, no sabe), sino que, además, no le interesa, porque sólo le interesa trepar y, al parecer, ser Ministra de Defensa a sus cuarenta años recién cumplidos le parece poca cosa y cosa poco interesante, a la que no se aplica más que si hay fotos y TV por medio. No se equivocan los que apuntan al empeño de su Profesor Higgins con su Eliza Doolittle, aunque, desde luego, a la niña Chacón no le han salido callos currando en los barrios modestos de Londres. No digo que sea tonta. Lo que digo es que es exactamente lo que parece. Y ya estamos mayorcitos para que nos vengan con productos de imagen o marketing. Lo de Rubalcaba es inapropiado y erróneo. Pero la pretensión presidencial respecto de Dña. Carme resulta insultante, afrentosa.

UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA EL PSOE

Después de la extraña mezcla radical-capitalista de la Nueva Vía de ZP, una política que ha acabado avergonzando, abochornando, a propios y extraños (nunca mejor dicho, me parece), el PSOE tiene, objetivamente, una gran oportunidad, alcanzada por vías extrañas, pero real: la de modernizarse de verdad. Eso significa diseñar una política social-demócrata realista, sin ideologismos absurdos y extremos, pero sin la reverencia al dinero que ha caracterizado el agotado invento zapateril. Lo propio de un PSOE moderno sería dejarse de estúpidas y ofensivas ingenierías sociales y establecer una política que muestre a las claras una constante y razonable preocupación por el común de los ciudadanos y, en especial, sin demagogias baratas, por los que más lo necesitan.

Naturalmente, esa política no va a ser diseñada ni por las huestes de Rubalcaba ni por la “beautiful people” gauchista encantada con la feminidad, la juventud y el “look” de Doña Carme, que arrastrará mucho tiempo -eso espero y deseo- el “handicap” de su  no lejano apoyo público al impresentable Rubianes de la “puta España” y otras groserías. Para que esa modernización y racionalización del PSOE fuese factible, podría abrirse un camino si suficientes “pesos pesados” del partido cayesen en la cuenta de que un dato objetivo de gran importancia para decidir el liderazgo en las elecciones generales próximas serían los resultados que cosechen en municipios y comunidades autónomas unas cuantas personalidades del PSOE. ¿No sería razonable fijarse bien en quienes triunfasen o, aun perdiendo, mostrasen mayor apoyo popular el mes de mayo próximo? Ese test, que nadie se atreverá a calificar de antidemocrático, no me parece enteramente decisivo, pero sí imprescindible. Desdeñarlo y empecinarse, incluso por exclusión voluntaria, en el dúo nombrado, sería muestra de nula inteligencia.

 LA LÓGICA DE DOS CERTEZAS SOBRE EL PP

Cuando Aznar decidió no seguir en la política, no resultaba lógico que, sin embargo, resolviese designar sucesor (“si yo no voy a estar en el futuro inmediato, no es lógico que lo decida y condicione”, pudo haber pensado Aznar sin incurrir en desvarío). Tampoco fue lógico que, dentro del máximo órgano colegiado del PP, nadie (si hubo alguien, es un secreto muy bien guardado) solicitase una votación secreta: razones abundaban para pedirla. No se inició con lógica el proceso y ahora, por la lógica de lo ilógico, existe un claro aspirante del PP a Presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy. Pese a provocar un escaso entusiasmo -revelado en estos años por innumerables encuestas- entre el mismo electorado del PP, la probabilidad en favor de la candidatura de Rajoy es tan alta que equivale a la certeza.

RAJOY TIENE QUE ENCERRARSE A ESTUDIAR. EL PP NECESITA UN MENSAJE SERIO Y CONVINCENTE

Pero hay otra certeza mucho más importante, apoyada en la lógica: Rajoy está forzado a diseñar una táctica y una estrategia muy distinta de la oposición a ZP y de la esperanza en el prácticamente nulo atractivo electoral de ZP. A estos efectos, ZP ya  no existe y se procurará por el PSOE que no se recuerde que existió. Y como resulta que Rajoy no puede saber quién será su adversario, lo lógico es preocuparse muy mucho de articular unos mensajes coherentes y medianamente articulados, serios, que susciten ilusión y, sobre todo, esperanza, sin fiar ya su éxito en la desilusión y desesperanza causadas por ZP. Rajoy no puede descartar con lógica  que, por improbable que le parezca, el PSOE, acabe encontrando alguien que, a diferencia de ZP, sea capaz de movilizar los millones de votos que podrían permitir al PSOE seguir gobernando. Al contrario, la lógica debiera impulsar a Rajoy a prever lo que menos le convendría. Añado de inmediato dos observaciones: 1ª) No sería sensato para Rajoy basarse en ataques multilaterales a los posibles sustitutos de ZP o incluso hacer una campaña primordialmente anti-PSOE. 2ª) Aunque los “slogans” y los carteles, etc., tengan importancia, los electores no son tontos y si Rajoy está lógicamente obligado a transmitir seriedad y esperanza, no hay otro buen método para que eso llegue al electorado que dominar los asuntos que se traten y explicarlos bien y con convencimiento.

En resumen: a mi entender, lo más importante, para el PP y para Rajoy, es que vuelva a un encierro de estudio. Como cuando opositaba a Registrador, pero más variado, aunque sin la facilidad de preexistentes "temas". Rajoy tiene que volver a estudiar lo que pasa de verdad en España, de arriba abajo. Si logra buenos maestros, buenos “manuales” y le echa horas, no me parece imposible que mejore sustancialmente y pueda presentar convincentemente un programa de cambio. Sé que estudiar con buenas fuentes no es cosa fácil. Pero es lo que hace falta y cuando se quiere y se necesita, se saca tiempo. Pronto habrá unas vacaciones cortas para empezar el “plan de estudios”. Después, los imprescindibles ajetreos de la campaña de mayo, que abundarán en ratos muertos. Y luego vendrá el verano. Un verano que da mucho de sí.

Con todo lo anterior, no pretendo impartir lecciones ni al PSOE ni al PP. Uno enseña por profesión a quien sea menester, pero, fuera de ese ámbito, me parece fatuo (e inútil) aleccionar: estoy con el poeta: del romancero: “yo no digo mi canción sino a quien conmigo va. Otra cosa, distinta de aleccionar, es expresar lo que a uno le gustaría que ocurriese porque piensa que a todos nos vendría bien y que estamos necesitados de que los dirigentes políticos acierten. Pero no me hago la menor ilusión sobre la eficacia de las opiniones que quedan dichas. Y mantengo las de otros "post": el voto, nuestro voto, para quien se lo merezca.

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POSTDATA, sobre la última ocurrencia: Se pregunta en un “medio” importante, como en otros: “¿Deben obligar los partidos españoles a sus eurodiputados a viajar en clase turista? El 96% contesta afirmativamente. Lamento remar contra tan fuerte corriente, pero la sola pregunta me parece inadmisible. No se debe obligar a nadie a que viaje en "clase turista". Sigo un viejo y seguro principio: no quieras para otro lo que no quieres para ti. Si se trata de castigar a los eurodiputados, propongo cualquier cosa, menos obligarles a viajar en turista. Todos aceptamos volar en turista porque no tenemos más remedio. Pero recordemos que la Constitución Española, en su artículo 15, prohíbe, no sólo la tortura, sino también los “tratos inhumanos y degradantes”. Hoy, los vuelos de muchas compañías, en clase turista, ofrecen menos espacio que los autobuses españoles de los años 50 y 60 del siglo XX, diseñados, al parecer, para la gente bajita y estrecha de pecho de entonces. Si no llegan a ser degradantes, esos vuelos son, sin duda, inhumanos y muy malos para la salud en cuanto excedan de 50-55 minutos. Lo que tienen que hacer los gobernantes, empezando por la UE, es exigir -así, exigir- a las compañías aéreas unas medidas mínimas de comodidad de los pasajeros. Otra cosa, respecto de los eurodiputados, es que se implante el copago. Aquí sí: que los eurodiputados, como clientes habituales, se busquen un descuento para el “upgrade” de turista a “bussines” y paguen con su buen sueldo la diferencia.