jueves, 30 de junio de 2011

ESPAÑA TAMBIÉN TIENE SUS CANCIONES



A PROPÓSITO DE UN EJEMPLO ITALIANO: VA PENSIERO, RICCARDO MUTI Y BERLUSCONI



Este “post” surge por un episodio italiano de reciente conocimiento en España: Roma, 12 de marzo de 2011, Teatro dell’Opera, Nabuco. Copio en parte un primer mensaje, que recibí este mes de junio: “En el palco de honor, el Presidente de la República, el cardenal Vellini y Berlusconi. En el escenario, los miembros del coro, vestidos de esclavos hebreos. Acaban de cantar Va, pensiero, ese canto en el que los esclavos se acuerdan de la patria, si bella e perduta (tan hermosa y perdida). Dirige Riccardo Muti. Cuando acaban, el público, emocionado, pide un bis. Alguien grita: Viva l’Italia! Entonces, Muti coge un micrófono y dice (traduzco): "Sí, estoy de acuerdo con el Viva Italia. No tengo 30 años y mi vida está hecha. Como italiano que viaja por el mundo, siento un profundo dolor por lo que está sucediendo. Por tanto, si hago el “bis” de Va pensiero no lo hago tanto, o sólo, por razones patrióticas. Esta tarde, mientras el coro cantaba hace un momento el O mia patria, si bella e perduta, pensaba que si nosotros matamos la cultura sobre la que está fundada la historia de Italia, nuestra patria será, de verdad, bella e perduta". La gente del coro empieza a levantarse y a aplaudir.

Mutti continúa tras los aplausos: "con frecuencia se dice que Muti habla de dinero. Hoy estamos en nuestra casa, en el teatro de la capital. ¿Quieren que cantemos juntos el Va, pensiero?" Y el teatro se pone en pie. Muti, después de exhortarles -“A tempo!”: ¡con ritmo!, dice- los dirige sin batuta. Cantan lentamente y, como me decían en el primer mensaje, la Italia de Verdi se impone a la Italia embrutecida por el hombre que apaña las leyes en beneficio propio. Les facilito el link para que vean el episodio: un muy especial Va pensiero!:


El caso es que, tras el anterior post de este blog, me escriben desde La Haya y me remiten de nuevo ese link. Y, con un sentimiento que comparto, mi comunicante dice, con profunda sencillez: «me pregunto si acaso nuestra patria no tiene quien le cante "a ritmo"» Amablemente, agradece mi referencia a Carlos Cano, pero yo (“fan” confeso de Cano, que lo veo muy pegado a Andalucía) me encuentro de pronto, sin reflexionar apenas, recogiendo el guante de un amable desafío, cordialmente consonante con el mío en la añoranza patriótica. Sí, acabo de escribir patriótica. Porque el patriotismo, cosa diametralmente opuesta al nacionalismo, es una virtud, el hábito del arraigo y la solidaridad, del que nacen sentimientos y acciones nobles. Y va siendo hora de volver a considerarlo así y de volver a hablar de él (aunque no mucho: lo justo).

Lamentablemente -respondo a mi comunicante-, España (la España oficial, la correcta, ni mucho menos la real) lleva tiempo dando la espalda a la música española y, concretamente, a las canciones españolas de toda clase: copla, pasodoble, zarzuela. Y triste -para mí tristísimo- resulta que esa España oficial y correcta haya casi impedido conocer esa música a la gente joven de varias generaciones. Conocer y gustar música de varios continentes y de muchos estilos (dentro de la llamada “clásica” y también de la “moderna”), no impide apreciar lo más nuestro. Ni me lo impide a mí ni se lo impide a millones de españoles e hispanoamericanos. Y a cientos de miles de europeos, incluidos los que acuden a festivales musicales de primera clase. Por algo las coplas se reeditan sin parar y son cantadas por los mejores cantantes, desde Plácido Domingo, un español universal como muy pocos, a Martirio, un prodigio de modernidad y buen gusto (por no hablar de la revalorización de la copla por obra de Carlos Cano). Por algo nuestras mejores voces masculinas y femeninas no han tenido ni tienen empacho alguno en cantar zarzuela o copla en auditorios centroeuropeos, asiáticos y americanos. Porque ocurre que dentro de lo popular hay músicas y letras sublimes, a las que una y otra vez recurren las mejores voces y los paladares más finos. Los ejemplos que personalmente podría aportar, respecto de lo español o de lo de otros países (baladas USA, canciones francesas, canciones napolitanas que pueden pelear con muy buenas arias operísticas, grandes musicales, etc.), ocuparían, si no un libro, desde luego un “post” de los muy largos.

El mayor aprecio foráneo que propio a la música española en ambientes cultos tiene distintos exponentes históricos, a alguno de los cuales he hecho referencia en este blog (v. http://andresdelaoliva.blogspot.com/search/label/Federico%20Chueca). Hoy día se pueden encontrar más grabaciones de flamenco en Paris que en Madrid. Pero, además, el duende español ha planeado muy claramente en compositores extranjeros. No es sólo el caso de Rimsky-Korsakov y su Capriccio Espagnol, op. 34, conocidísimo e interpretadísimo en todo el mundo, del que, si quieren, escuchen esta excelente versión de la Berliner Philharmoniker, dirigida por Zubin Mehta:


Hay, a mi entender, un ejemplo menor pero más llamativo, que es el de España, vals, op. 236, de Emile Waldteufel. El músico alsaciano, residente casi toda su vida en Paris, cautivó definitivamente al público europeo con su “España”, tomada de la España, de Emmanuel Chabrier, de 1883, tres años anterior al vals de Waldteufel (que era un poco copiota o un buen divulgador). Escuchen al alsaciano:


Este vals, que empieza con una jota, tiene, a mi gusto, un sabor español aún más fuerte que el Capriccio.

Con todo, el desafío de encontrar algo español similar al Va pensiero! de Verdi no es nada sencillo. Tuvimos, hace bastantes años, aquel estallido del Que viva España!, veraniego soniquete inventado ¡en Alemania!. Hace poco, sufrimos (yo, al menos) la murga del “Yo soy español, español, español”, a cuenta del Mundial de fútbol y del triunfo de la selección española. Mucho antes, teníamos un fantástico “Yo soy español”, número de la zarzuela “La Patria chica”, de Ruperto Chapí con letra de los hermanos Álvarez Quintero. En un momento determinado, "Españita", uno de los personajes de esa zarzuela, canta este "¡Yo soy español!". Verán que "Españita" es todo un tipo, con una filosofía quizá acrisolada por dos siglos de nuestra historia, pero no precisamente lo que andamos buscando.


Ésta es la letra (verdaderamente, los Quintero tenían chispa y Miguel Ligero bordaba estos números):

¡Yo soy español!
Yo soy de la tierra dichosa
del vino y el sol.
¡Yo soy español! (coro: ¡Él es español!)

Para hacer en el aire castillos me basta un cigarro
Para estarme tendido en la cama me basta un catarro.
Para ver cómo pasan las horas me basta un guitarro.
Para darle mil vueltas al mundo me basta una copa de vino y un jarro.
¡Chitón, chitón!
¡Me cargan la Constitución! (coro: ¡Chitón!)

Paladín soy que no calla
en defensa de su fe.
Soy ministro que no halla
ni un escollo en cuanto ve.
General soy que avasalla
y sin tropas ni metralla
yo no pierdo una batalla
en la mesa del café.

Yo tengo tesoros
de superstición:
un naipe de oros
es un fortunón,
me encantan los moros
y la Inquisición.
Y voy a los toros
y luego al sermón.

(Gritando, como si estuviese en los toros)

Santo, Santo, Santo,
¡Señor, yo pequé!
¡Señor Presidente,
no le entiende usté!
¡Santo, Santo, Santo,
mísero mortal!
¡Váyase usté al toro,
granuja, morral!

Yo nunca estoy triste:
¡yo soy español!
A todo infortunio
mi patria resiste
es la única tierra que existe
que vende y revende la sombra y el sol.
¡Yo soy español!
Yo soy de la tierra dichosa
del vino y el sol.

Descartada esta divertida y realista proclama de españolidad, no he buscado muchísimo, lo confieso, para elegir algo que, al hispánico modo, pudiera equipararse al Va pensiero!. Porque, amante como soy de nuestros buenos pasodobles (los mejores, los grabados por la Banda Sinfónica de Madrid, dirigida por Enrique García Asensio, excelente director, en especial de música española), había escuchado, no hace mucho, algo extraordinario y emocionante: Suspiros de España, cantado por Plácido Domingo. Por esta pequeña obra maestra me decanto (aunque se admiten sugerencias).

Suspiros de España, pasodoble soberbio y hoy indiscutiblemente cumbre de los pasodobles, fue compuesto en 1902 por Antonio Álvarez Alonso. La letra se añadió en 1938 y, aunque ha conocido varias versiones, la más utilizada es la que canta espléndidamente Plácido Domingo en el link que les dejo. Suspiros de España ha tenido tantos ecos como exiliados y emigrantes. Y me consta que lo sigue teniendo. Escuchen:


La letra es ésta:

Siento en mí triste emoción.
Me voy sufriendo lejos de ti y se desgarra mi corazón.
Nunca el sol me alegrará.
En el vergel de España, mi amor,
como una flor siempre estará.
Dentro del alma te llevaré,
cuna de gloria, valentía y blasón.
España, ya nunca más te he de ver.
De pena suspira mi corazón.

Si con el viento llega a tus pies
este lamento de mi amargo dolor,
España, devuélvelo con amor,
España de mi querer.

Siento en mí triste emoción.
Me voy sufriendo lejos de ti
y se desgarra mi corazón.
Nunca el sol me alumbrará.
Ya nunca más tu suelo veré,
lejos de ti, de pena moriré.

España mía, ya no te miro.
Tú eres mi guía.
Por ti brotan mis suspiros,
tú eres toda mi alegría.

De noche y día yo no te olvido.
Ay, quién pudiera,
Ay, quién volviera.
Qué no daría
por mirarme, patria mía,
en tu cielo azul.

En mi soledad
suspiro por ti.
España, sin ti me muero.
España, sol y lucero.
Muy dentro de mí
te llevo escondida.
Quisiera la mar inmensa atravesar,
España, flor de mi vida.

Pero no es peor esta otra versión de Suspiros de España, la de Dyango:


La letra, distinta, es ésta:

Quiso Dios
con su poder
jugar con fuego y rayos de sol
y hacer con ellos una mujer.
La esculpió
de junco y miel
y de caricias hizo su piel,
de isla y volcán su corazón.

Cuerpo de dunas cerca del mar,
alma de madre primeriza en placer.
La voz de la guitarra al cantar
suspira sin querer.

¡Ay, Señor! ¡Dime quién es!
Mujer que vuelve loco al amor,
mujer de la cabeza a los pies.
¡Ay, Señor! ¡¿Quién serás tú?!
Dorada y reina en el interior,
¡roja y olé! por el norte y el sur.

¡Tierra del trigo!
¡Sierra de peñas!
Sueño contigo,
y aunque no se con qué sueñas,
sé que quieres navegar.
Esa mirada aventurera
guarda entre lluvias
de primavera
penas de estatua
que con lágrimas de cera
aprendió a llorar.

Y yo puedo ver
en cuanto te miro
pasar toda tu historia de mujer
tan solo en un suspiro.

¡Ay, Señor! ¡Dime quién es!
Mujer que vuelve loco al amor,
mujer de la cabeza a los pies.
¡Ay, Señor!
¿Quién serás tú?!
Dorada y reina en el interior,
¡roja y olé! por el norte y el sur.

Estos dos “Suspiros de España”, tan distintos, son, sin duda, la misma canción y justamente que ambas versiones emocionen y representen aceptablemente a España es buena señal de haber afrontado el desafío con éxito (salvo la mejor opinión de Vds., que, de existir, desearía conocer).

viernes, 24 de junio de 2011

CANCIONES DE NUESTRA VIDA. PORQUE NUESTRAS VIDAS SON NUESTRAS CANCIONES



NECESITAMOS LA ALEGRÍA, EL CORAZÓN VIVO Y FUERTE

Aunque lo parezca, no es un “post” largo, sino breve. Son, sobre todo, canciones. He sentido que hoy tocaba tratar de música y canciones. Porque, hoy como nunca quizá, o, mejor, hoy como siempre, necesitamos la alegría. La alegría no es la evasión de este mundo, sino el aire para vivirlo. Hablar de la alegría no es alejarse de tantos asuntos que nos preocupan e incluso nos indignan. Es, cabalmente, hablar de lo que necesitamos para vivir en la lucha de cada día. Y no puedo concebir la alegría y la batalla pacífica de vivir sin la música, sin las canciones. Las grandes canciones, unas muy conocidas, otras quizá olvidadas, muestran y mueven, a la vez, la asombrosa capacidad creadora de muchos seres humanos. Somos cada uno, en gran medida, como son las canciones que nos mueven y nos inspiran o las que, desdichadamente, se eligen para aguantar, para apartarse de la vida que toca vivir. [Sé que hay gente, y gente estupenda, que vive sin ninguna música. Es un misterio para mí. Tienen mucho mérito, pero, sinceramente, me parece el mérito de una gran limitación.]

Desde hace tiempo, junto a una música para divertirse, es decir, para apartarse, una música a veces simpática e ingeniosa (cuando se trata de divertirse unos momentos), ha habido una música de evasión constante, con frecuencia embrutecida, ruido con cierto ritmo, ruido muchas veces estridente, junto a palabras rudas. Pero ha habido siempre también una música consonante con las mejores ideas y sentimientos, trabada asombrosamente a palabras que ensanchan el corazón, escritas desde un corazón grande, desde una mente fresca y lúcida, con una mirada interior abierta a la belleza de la realidad. Son las canciones que expresan lo mejor de nosotros y nos mueven y nos ayudan. Oxígeno para impedir corazones y cerebros necrosados. Mágicas medicinas que pueden incluso revitalizar los tejidos interiores que se hayan esclerosado. Porque no podemos prescindir de la cabeza, del razonamiento, pero no podemos hacer nuestras tareas sin un corazón poderoso, que se mueva con fuerza.

Dejaré ya que escuchen, con apenas unos breves comentarios. Escuchen una “canción protesta” clásica, convertida hace décadas en himno mundial, expresión y motor de un descontento profundo y de unos grandes esfuerzos y esperanzas de cambio. Escuchen “We shall overcome”, “Venceremos”, construida a partir de un gospel muy antiguo. Primero, la versión más profunda y rica, la de Mahalia Jackson.


Escuchen también, si no están cansados, de nuevo “We shall overcome” en la preciosa voz Joan Baez.http://www.youtube.com/watch?v=RkNsEH1GD7Q .

¿Hay ahora algo semejante? En España lo hubo, muy peculiar pero de excepcional mezcla de claridad y alegría, en las “canciones protesta” de Carlos Cano, que aquí traje a colación no hace mucho, en un post que, tristemente, interesó poco (link directo, para los que ahora se interesen: http://andresdelaoliva.blogspot.com/search/label/Carlos%20Cano).

Vamos con el corazón. Y les propongo escuchar a Andrea Bocelli. Desde hace poco, me confieso “fan” de este tenor, capaz de cantar canciones no operísticas como si no fuese un tenor, sin el impostamiento del tenor y con un singular y personalísimo timbre, que hace de su voz una especie de nuevo instrumento musical. Escuchen a Andrea Bocelli, cantando “Se la gente usasse il cuore”, “Si la gente usase el corazón”: http://www.youtube.com/watch?v=_V3dGcQdGL0.

Copio la letra, porque las buenas canciones, desde siempre, son letra y música. No sólo, p. ej., las Cantatas de Bach o los Lieder de Schubert y tantos otros. El último movimiento de la Novena de Beethoven, el “Requiem”  o el “Ave Verum”, de Mozart no son del todo sin la Oda de Schiller o los textos latinos. Escuchen, pues, mientras leen el texto original italiano, aunque, por si acaso, coloco en paralelo mi traducción.

Se la gente usasse il cuore                                   [Si la gente usase el corazón
per decidere con semplicità                                 para decidir con sencillez
cosa è giusto e cosa no,                                       lo que es justo y lo que no,
ci sarebbe tra noi                                                habría entre nosotros
molta più felicità.                                                 mucha más felicidad.]

Se la gente usasse il cuore,                                  [Si la gente usase el corazón
si aprirebbe un orizzonte migliore                       se abriría un horizonte mejor.
Troppa indifferenza c’è.                                      Hay demasiada indiferencia.
Prova a vincerla tu                                              Prueba a vencerla tú
che puoi farcela se vuoi.                                      que puedes lograrlo si quieres.]

E cerca di esser tu                                               [Y procura ser tú
il primo che ci sta                                                el primero que está dispuesto
a rinunciare un po’                                             a renunciare un poco
per dare a chi non ha.                                         Para darle al que no tiene.
Basta poco a te,                                                  A ti te basta un poco,
ma forse non lo sai                                              mas no sabes quizás
che quello che tu dai                                           que aquello que tú das
è quello che tu avrai.                                           es lo que tu tendrás.]

Se la gente usasse il cuore                                   [Si la gente usase el corazón
anche l’aria prenderebbe colore.                         hasta el aire ganaría color.
Cresca la speranza in noi                                    Que en nosotros crezca la esperanza
e in futuro vedrà                                                   y el futuro verá
cieli di serenità .                                                  cielos de serenidad.]

E non ti pentirai                                                   [Y no te arrepentiras
se adesso ti aprirai                                              si ahora te abres
a chi non ce la fa                                                 a quien no tiene fuerzas
e soffre accanto a te.                                            y sufre junto a ti.
Forse non lo sai                                                  Tal vez tú no lo sabes
ma basta poco a te                                              pero un poco te basta
per somigliare a un re                                         para ser como un rey
e il cuore vincerà.                                               y que venza el corazón.]


También cantada por Andrea Bocelli, en fantástico duo con Giorgia, “Vivo ver lei”, que es un canción de amor a la música. “Lei” es la música, pero puede ser lo que queramos. Cantan a lo que se ama y al amor.


Vivo per lei da quando sai                                       [Vivo por ella, sabes, desde que
la prima volta l'ho incontrata,                                      la encontré por vez primera
non mi ricordo come ma                                            no me acuerdo cómo pero sé
mi è entrata dentro e c'è restata.                           que ha entrado en mí y se ha quedado.
Vivo per lei perché mi fa                                       Vivo para ella porque me hace
vibrare forte l'anima.                                            vibrar el alma fuertemente,
Vivo per lei e non è un peso.                                 Vivo por ella y no me pesa.]

Vivo per lei anch'io lo sai                                    [Vi por ella yo también
e tu non esserne geloso,                                       y no te pongas tú celoso
lei è di tutti quelli che                                         
porque es de todos
hanno un bisogno sempre acceso,                       los que la necesitan siempre,
come uno stereo in camera,                                 como un “stereo” en la habitación
di chi è da solo e adesso sa,                                de quien está solo y sabe bien
che è anche per lui, per questo                            que es para el y para aquel.
io vivo per lei.                                                    
Vivo para ella.]

È una musa che ci invita                                     [Es una musa que nos invita
a sfiorarla con le dita,                                        
a desflorarla con los dedos
atraverso un pianoforte                                      
con el uso del piano,
la morte è lontana.                                             
la muerte está lejos.
Io vivo per lei.                                                     Yo vivo por ella.
Vivo per lei che spesso sa                                   
Vivo por ella que sabe ser
essere dolce e sensuale,                                       dulce y sensual frecuentemente,
a volte picchia in testa ma                                  
a veces pega en la cabeza
è un pugno che non fa mai male.                       
pero es un golpe que no duele.
Vivo per lei, lo so mi fa                                       Vivo por ella, que me hace
girare di città in città,                                          irme de gira aquí y allá,
soffrire un po' ma almeno io vivo.                      
sufrir un poco pero vivo.]

È un dolore quando parte.                                  [Ya no hace falta traducir, creo]
Vivo per lei dentro gli hotels.
Con piacere estremo cresce.
Vivo per lei nel vortice.
Attraverso la mia voce
si espande e amore produce.

Vivo per lei nient'altro ho
e quanti altri incontreró
che come me hanno scritto in viso:
io vivo per lei.
I vivo per lei.

 Sopra un palco o contro ad un muro...
vivo per lei al limite.
... anche in un domani duro.
Vivo per lei al margine.
ogni giorno
una conquista,
la protagonista
sarà sempre lei
.

Vivo per lei perché ora mai
io non ho altra via d'uscita,
perché la musica, lo sai,
davvero non l'ho mai tradita.
Vivo per lei perché mi da
pause e note in libertà
ci fosse un'altra vita la vivo,
la vivo per lei.

Vivo per lei, la musica.
io vivo per lei.
Vivo per lei, è unica.
io vivo per lei.
io vivo per lei.
io vivo per lei.

Voy terminando. Para fomentar la alegría y ensanchar el corazón, una espléndida canción napolitana, “Maria, Mari”,  cantada maravillosamente por Luciano Pavarotti y Gianni Morandi. Es un concierto (1999) y un disco en beneficio de los niños de Guatemala y Kosovo, afectados por las guerras. Los niños que cantan son guatemaltecos o kosovares, según las versiones.  La música que hizo bien hace 12 años, lo hace ahora y lo hará por mucho tiempo:
http://www.youtube.com/watch?v=yic9YgSiM9M&feature=related
Arápete fenesta!
Famme affacciá a Maria,
ca stóngo 'mmiez'â via
speruto d''a vedé
Nun trovo n'ora 'e pace:
'a notte 'a faccio juorno,
sempe pe' stá ccá attuorno,
speranno 'e ce parlá!
Oje Marí', oje Marí',
quanta suonno ca perdo pe' te!
Famme addurmí,
abbracciato nu poco cu te!
Oje Marí', oje Marí'!
Quanta suonno ca perdo pe' te!
Famme addurmí
oje Marí', oje Marí'.


Pare ca già s'arape
na senga 'e fenestella,
Maria ca na manella
nu segno a me me fa.

Sona, chitarra mia.
Maria s' è scetata.
Na bella serenata
facimmela sentì.
Traduzco del napolitano: ¡Ábrete ventana! Deja asomar a María, que estoy en medio de la calle, desesperado por verla. No tengo una hora de paz y la noche la hago día, siempre para estar aquí rondando, esperando para hablarle. ¡Oi Marí, Oh María! ¡Cuanto sueño el que pierdo por ti! Hazme dormir, abrazado un poco contigo (bis) Oh María, Oh María, cuánto sueño que pierdo por ti, Oh María, Oi Marí. Parece que ya se abre un poco la ventanita. María me hace una seña con su manita. Suena guitarra mia, María se despertó. Hagámosle oir una bella serenata. Oh María Oh María ¿No es una historia sencilla? ¿Tan sencilla como hermosa?
Y termino con una fiesta de canción. Luciano Pavarotti y Gloria Stefan en el mismo concierto de “Maria, Marí”, cantaron “Fiorin, Fiorello”, palabras que no tienen una traducción precisa, pero que podrían significar algo así como “Pequeña flor, florecilla”:


Necesitamos una alegría como la que rezuma está canción, también coreada por los niños. Es una letra sencilla, que no veo que necesite traducción. Disfruten.

Oggi tutto il cielo è in festa,
più ridente brilla il sole
e non so perché vedo intorno a me
tutte rose e viole.

Il mio cuore è innamorato,
non lo posso più frenare,
io non so cos'è,
c'è qualcosa in me che mi fa tremare:

Fiorin, Fiorello,
l'amore è bello vicino a te,
mi fa sognare, mi fa tremare,
chissà perché.

Fior di margherita,
cos'è mai la vita
se non c'è l'amore
che il nostro cuore fa palpitar.

Fior di verbena,
se qualche pena l'amor ci dà,
fa come il vento
che in un momento poi passa e va.

Ma quando tu sei con me,
io son felice perché
Fiorin, Fiorello,
l'amore è bello vicino a te.