jueves, 13 de septiembre de 2012

LA MAREA DE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA NO ES UNA “ALGARABÍA”


 
ES HORA DE QUE ESPAÑA SE INDEPENDICE DE CATALUÑA
(PERO POR EL PROCEDIMIENTO INVERSO)


Hace ya más de tres años, el martes, 14 de julio de 2009, planteé aquí mismo, a propósito de de la financiación autonómica y Cataluña, ¿POR QUÉ NO PENSAR EN LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA? (http://andresdelaoliva.blogspot.com.es/2009/07/el-modelo-de-financiacion-autonomica.html)
Decía entonces que la pregunta podía sonar extrema, radical e incluso visceral (visceral no lo era en absoluto). No ha llovido mucho pero han pasado muchas lunas desde entonces y ahora son legión aquéllos a los que el interrogante ya no les asusta sino que, al contrario, les parece explicable y razonable. Ocurre que los españoles que no somos anticatalanes en nada, como es mi caso, hemos desayunado, comido y cenado tragando innumerables sapos y sapitos servidos crudos por las autoridades de Cataluña, primero con CiU, después con el PSC (Partido Socialista de Cataluña) y el “tripartito” y después, sin pausa ni descanso, de nuevo con el gobierno de Convergencia i Unió (CiU) y asociados. El dirigente de CiU y actual President de la Generalitat, el honorable Artur Mas y su Govern no tardaron mucho en descubrir que sus predecesores les habían dejado económicamente in puribus naturalibus y además sin taparrabos y desacreditados, es decir, inhabilitados para pedir crédito. Así que, pese a diversas iniciativas propias, como la de unos llamados “bonos patrióticos” (hoy  “bonos basura”), pidieron formalmente ayuda al Gobierno de España.

[Inciso para no españoles: en España (Spain, Espagne, Spanien) no hay más que un Estado, el Estado español, en el que se integran las denominadas Comunidades Autónomas y los municipios. Cataluña (Catalonia) es una región constituida en Comunidad Autónoma con muy amplias competencias, pero no es un Estado (ni federado ni sin federar) y ni siquiera una Nación, según la Constitución Española recientemente interpretada por nuestro Tribunal Constitucional. Por supuesto, cualquiera es libre de llamar “nación” a la región e incluso al municipio o al barrio en que nació, en el que vive o ha vivido o en el que se asienta su equipo de fútbol preferido, pero se tratará o se trata de una realidad sentimental, no jurídico-política o político-jurídica.]
La petición de ayuda monetaria del Govern de Catalunya (Cataluña) al Gobierno de España ya fue tan absurdamente chulesca como la actitud del tipo aquel de la historieta, que, desde el fondo del pozo al que se había caído, gritaba: “¡tírame una soga y te perdono la vida!.  Pero la cosa ha ido a más: han reclamado un pacto fiscal (un régimen económico-financiero-presupuestario especial), perfectamente a sabiendas de que, en estos momentos y durante cierto tiempo (más bien largo), dada la crisis española y la del euro (más la mundial), no hay manera de hacer números y, por supuesto, no es momento de nada que pueda incrementar el gasto público. Pero lo más grande del caso es que el privilegiado cerebro del Artur Mas no ha tenido otra ocurrencia que vincular sus peticiones de ayuda económica urgente y de pacto fiscal a un apoyo perfectamente visible y claramente institucional a la reivindicación de independencia. En principio, CiU no era un partido independentista y sí, en cambio, Esquerra Republicana de Catalunya, pero el día 11 de octubre de 2012 se ha producido en Barcelona una gigantesca manifestación pro-independencia de Cataluña, apoyada públicamente por el gobierno del Artur Mas.
Según me dicen fuentes fiables, muchísimos catalanes se han manifestado por la independencia porque están convencidos de que sus problemas económicos específicos son culpa de “los españoles”. Es una mentira inventada y propagada por un equipo de Goebels redivivos. Un reputado gurú económico nacionalista catalán, de nacionalidad USA y afincado en Columbia University, ha arrojado más leña a ese fuego, porque aunque él no nos culpe directamente a “los españoles”, ha sostenido la inviabilidad económica de Cataluña dentro de España y, por el contrario, considera que, como Estado independiente, Cataluña sería, no ya viable, sino un portento. El argumento principal -no irrelevante ni indefendible, como verán- es el deterioro de “la marca España”. Eso es lo que ha dicho Xavier Sala i Martín.
Hay, sí, como dice Mr. Sala-i-Martin, un deterioro de la “marca España”, atribuible a unos cuantos españoles (sin excluir nacidos en Cataluña y catalanoparlantes) y también a otros tantos no españoles. Pero una de dos: o Mr. Sala-i-Martin desconoce la historia contemporánea de España y de Cataluña o cultiva con fantástico éxito una amnesia selectiva, por completo contraria a cualquier rigor intelectual, como el que Mr. Sala ha puesto en bastantes de sus trabajos. En castizo: ¿de qué habla este míster? ¿De una Cataluña con una marca impecable? Yo no me voy a dedicar al “y tú más”. Pero sí a hacer notar que, sin remontarnos a Strauss y Perl y al inefable Lerroux, hay muchos datos contemporáneos que impugnan la comparación de Mr. Sala entre España y Cataluña y la sitúan en el territorio del panfleto más insostenible. No se ha escrito en España una novela como “La ciudad de los prodigios”, de Eduardo Mendoza, en que se trate más expresivamente la corrupción política y social, identitaria de una ciudad, que es Barcelona. Mendoza retrata magistralmente la génesis de la nueva Barcelona de la gran Diagonal, pero también la Barcelona contemporánea a la novela, con empresarios-pistoleros y, por supuesto, sobornadores habituales. Difícilmente ha habido en la España contemporánea una corrupción mayor, institucional y empresarial, que la encarnada por De la Rosa, el abogado Piqué y el Juez Estevill (peón del President Pujol en Madrid, situado parlamentariamente por CiU en el CGPJ). ¿Ha habido un caso de corrupción como el de la Delegación de Hacienda de Barcelona? ¿Se ha olvidado Mr. Sala del aún humeante escándalo del Palau? ¿Se ha olvidado del caso "Banca Catalana", que, como dice un anónimo lector (por el anonimato no he publicado su comentario), le vino a costar a cada españolito unas 8.000 pesetas de 1984? 
Pero, además de esos ejemplos, hay un hito histórico, que la corrupta política catalana, la más corrupta y oligárquica de todas las políticas ibéricas, ha logrado hacer olvidar y que es preciso traer a la memoria cuando el Artur Mas y los sucesores del zampabollos de Esquerra, Carod-Rovira, sacan pecho, mienten sobre Cataluña y España y encima pretenden que España les saque las castañas del fuego, porque, dicen -y hay demasiados bombardeados por las televisiones públicas catalanas que lo creen-, que España, con la que no quieren saber nada, les ha arruinado.
Recordemos. Parlament de Catalunya, 24 de febrero de 2005: Pascual Maragall (PSC) era Presidente de la Generalitat. Artur Mas le dirige una fuerte crítica personal. Maragall se levanta de su asiento y dice simplemente: “Vostès tenen un problema i aquest problema es diu 3%”. (“Ustedes tienen un problema y ese problema se llama tres por ciento”). Y Maragall se sienta: el silencio se corta. Se ha roto violentamente, inesperadamente, l’omertà sagrada e inquebrantable de la política catalana. Se ha hablado públicamente de lo que todo el mundo sabía: las comisiones ilegales sistemáticas para toda licencia, todo concurso, etc., durante años. El Parlament se queda fulminado de estupefacción e incredulidad ante las palabras de MaragallArtur Mas sólo acierta a responder, con involuntaria sinceridad: “Vd. ha perdido los papeles... (tres veces) Vd. ha enviado la legislatura a hacer puñetas”. Naturalmente, Pascual Maragall tiene que rectificar y lo hace escuetísimamente. Pero el momento es para revivirlo. Véanlo, por favor: http://www.youtube.com/watch?v=-acv9Bzu48M&feature=related. Después, fuera ya del parlamento, Mas amenaza a Maragall con querellarse, Maragall se disculpa más aún y no hay querella, por supuesto (tal vez por aquello de la exceptio veritatis en las injurias y calumnias dirigidas a funcionarios y cargos públicos y, sobre todo, porque lo de Maragall ha roto la más básica de las reglas del juego de la política catalana y lo que importa, lo único que importa, es restablecerla cuanto antes y que no se hable más).
Bien. Siendo así las cosas, ni el Sr. Rajoy puede ponerse en nervioso en TVE diciendo que lo del independentismo catalán, con millón y medio en las calles, es “algarabía”, ni el Sr. Rubalcaba puede quedarse consternado, pero silente. El Sr. Rajoy tiene que decirle al Sr. President de la Generalitat de Catalunya, el honorable Artur Mas, que se ha acabado todo diálogo sobre el "pacto fiscal" y sobre ayudas económicas para llegar a fin de mes y pagar las nóminas de la Generalitat. Se ha acabado porque él, Mas, ha jugado con el Estado español en el peor de los momentos y eso tiene que tener consecuencias. Primero puede decírselo en privado, pero después nos debemos enterar todos. Si esto no ocurre, España no tendría un Presidente del Gobierno de la Nación con el más elemental sentido de su cargo, de su ciudadanía y del respeto que merece el Gobierno y el Estado y que merecemos los españoles, empezando por los que amamos, desde hace muchos años, tantas cosas de nuestra querida Cataluña, pero que, por propia estimación, por sentido de la justicia, por dignidad, ya no podemos aceptar más falsos victimismos y más insultos institucionales. Se equivocará el Sr. Rajoy si piensa que esta “algarabía” carece de importancia vista la situación económica y comparada con ésta. Se equivocará si se hace el distraído (una vez más). Puede hacerse el distraído, pero Mas, Merkel, Draghi, Monti, Hollande y millones de ciudadanos podrán pensar que el Gobierno de España está presidido por un monigote.
En cuanto al Sr. Rubalcaba, es el jefe del primer partido de la oposición: ya no se puede esconder. Debemos saber cuál es, de una vez por todas, la posición del PSOE en una hora seria para esta Nación.
Pero luego, a mi entender, modesto y falible pero muy meditado, habría de aprovechar el Partido Popular su amplia mayoría en Congreso y Senado para ir preparando que los independentistas catalanes vean colmados sus deseos, que, ahora, ya sin dudar, son los míos y los de muchísimos españoles. Que se haga un referendum y que Cataluña se vaya de España, puesto que los catalanes no la quieren, sino que la explotan. Para amarrar el resultado, llegaría a recomendar que voten independencia todos los catalanes-españoles que queden (bastantes, supongo). Yo no veo mayores problemas en la independencia de Cataluña y los veo, a todas horas, en el mantenimiento de este juego de tahures, de esta timba de tramposos en un vertedero de basuras. Veo ventajas, bastantes ventajas a independizarnos de Cataluña (por el procedimiento inverso, eso sí: que sean ellos los secesionistas y queden fuera de la UE) siempre, claro está, que los catalanes que quieran seguir siendo españoles puedan serlo, con sus empresas.
Ya sé en qué va a consistir la crítica a esta propuesta. En esto: “hombre, no te pongas así”. Pues no, posibles lectores bienpensantes y amantes de la normalidad: yo no escribo esto en un pronto, sino con toda tranquilidad y después de haber pensado mucho tiempo. Yo no me pongo duro. Nos han puesto en una situación dura, que no cabe afrontar con cataplasmas convencionales. Nunca hay que precipitarse, pero sí es necesario tomar decisiones. Y en situaciones extraordinarias, las decisiones muchas veces también tendrán que ser extraordinarias. No hay que aturdirse ni alocarse ni dar palos de ciego. Pero, si no estamos ciegos, entenderemos que es preciso, que es inevitable arriesgarse. Ahora, en esta época, lo insensato es no tomar otras decisiones que las que no impliquen riesgos. Eso es pura y simple parálisis, putrefacción y muerte segura y sin dignidad.
España va a tener que cerrar filas para recuperarse y rehacerse económica y socialmente. Ése es un gran motivo más para no albergar a quienes no quieran ser españoles.

7 comentarios:

Desde el foro dijo...

Es el momento de ejercitar una acción de jactancia: que definan lo que quieren en referendum, y que acepten (y aceptaremos) el resultado con todas sus consecuencias, esto es, sí el resultado es positivo para la independencia, que se vayan, pero si el resultado es negativo, y resulta que sí es la algarabía de unos cuantos, por numerosos que sean, que esos cuantos se callen para siempre, o por lo menos durante los próximos 30 ó 40 años.

Muchos, que llevamos la práctica totalidad de nuestras vidas asistiendo a sus quejas y reivindicaciones permanentes nunca satisfechas, lo agradeceremos.

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Buena idea la de la "acción de jactancia", pero, lamentablemente, en Escocia y en Quebec, si no me equivoco, los "referenda" se han repetido. Y se repetirán.

Juan Antonio Frago Amada dijo...

Perdón, quiero añadir un inciso.

La independencia, al menos como se entiende civilmente, se da cuando un hijo decide irse de casa, pero es eso, dejar el piso vacío y no echar a los padres del mismo.

Por otro lado ¿Qué referendum? ¿Si en Tarragona sale un 55% que quieren ser españoles tengo que abandonar a mis conciudadanos o se tienen que ir de allí? ¿Y si Gerona, por poner un ejemplo sale mayoría española y en el resto no nos dejamos un islote rodeado de furiosos paquistaníes enarbolando la bandera catalana (porque sí, hay varias imágenes distintas de paquistaníes o hindúes en esa manifestación)? Yo digo no a esa traición y de hecho digo no a la Constitución en la que, por no haber nacido, ni pude votar ni me pude expresar sobre si estado central o autonómico o federal, o corona o república, o TC o sin TC etc etc. Saludos de un fiscal que adora este blog, pese a las cosas no siempre amables que se dicen de mi santa casa, sin perjuicio de que muchas las comparto plenamente.

Ines dijo...

No puedo estar más de acuerdo con el profesor De la Oliva. Yo quiero independizarme de Cataluña, que ya está bien de que siempre estén llorando del daño que les hace España. Pues nada, ellos mismos.

Unknown dijo...

¿Y qué le dijeron sus colegas de Gerona, el día 14? Porque la orientacion talib está allí muy viva.
De otro lado, habrá que articular la independencia del valle de Arán, como mínimo (lego vendrán zonas de Tarragona).

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Sr. Carrillo Pozo: ¡me asombra el marcaje! Pero le responderé: del blog no me dijeron nada (seguramente no lo leen o, al menos, no habían leido esta entrada). Del tema, los compañeros de tribunal no radicados en Girona se mostraron, de pasada, en la comida posterior, muy poco conformes con Artur Mas. Por lo demás, la estancia, muy agradable.

Sí. El referendum podría hacerse por valles y por veguerías también, pero si no me encargan estudiarlo, no voy a dedicar más tiempo (no "de gratis", al menos). Saludos.

El blog de Itzíar dijo...

LO QUE MÁS APRECIO DE SU COMENTARIO (DEL QUE APRECIO TODO) ES LO QUE SE REFIERE A LA ACTIUD QUE NUESTRO GOBIERNO DEBE TOMAR. ESTO DEBE TENER UN GRAVE E INMEDIATO COSTE: EL PRIMERO QUE SE PUEDA INFLINGIR. AUNQUE COMPORTE UN DAÑO PROPIO. DECÍA MENENDEZ PIDAL QUE LOS RR.CC.FERNANDO E ISABEL NO HABÍAN LLEVADO A CABO UNA POLÍTICA CON LOS NOBLES DISTINTA A LA DE ENRIQUE IV, UNICAMENTE HABÍAN PUESTO SANGRE DONDE ESTE HABÍA MOSTRADO DEBILIDAD. DEBILIDAD, FORTALEZA... ESAS SON LAS PALABRAS PARA EL MOMENTO PRESENTE