miércoles, 22 de junio de 2011

LA PROTESTA NO BASTA Y HASTA CANSA: MENOS “SHOW Y MÁS CEREBRO




ÚLTIMA VEZ QUE ESCRIBO SOBRE “LOS INDIGNADOS” PROFESIONALES: EL FUTURO ESTÁ EN LOS “AMATEURS”


Se ha celebrado en toda España el famoso 19-J del no menos famoso "movimiento" del 15-M. No ha habido violencia, salvo escasos incidentes y algún acoso particular, no disculpable, pero sin entidad para empañar el éxito global de "los indignados". Me alegro del carácter “festivo” de la protesta. Y, como desde el primer momento de mi gran desilusión, sigo deseando que el llamado "movimiento" (no hay tanta unidad ni coordinación para considerarlo tal) se reconduzca con visos de mayor eficacia. Pero dudo mucho, muchísimo, de que mi deseo se cumpla.

Gente de buena voluntad mira con cierta simpatía a "los indignados". Pero ni éstos ni nadie deberían engañarse. También hay mucha gente ya cansada (¡sí, cansada ya!) de tanta reacción indignada y de tantas acciones callejeras. A esa gente le suceden tres cosas, que se relacionan estrecha e intensamente entre ellas: primera, que tienen (o creen tener) más motivos de indignación, de queja, de cólera pura y simple, que los motivos que les parece que tienen "los indignados", considerados ya como un prototipo social distinto del ciudadano común; segunda, que carecen de tiempo y de actitud para sumarse a marchas y acampadas; tercera, que no ven en las consignas de “los indignados” ni en sus actos simbólicos ni en sus papeles algo parecido a propuestas y alternativas medianamente factibles para cambiar la indignante situación actual.

Se produce, como consecuencia de esos tres factores, un cansancio empapado de descontento y de frustración, que en buena medida se proyectan también hacia el “movimiento”. No me lo invento: lo he observado en mucha gente. En resumen: hay muchos “currantes” cabreados con “los indignados”, a quienes no consideran de los suyos, sino de una especie distinta y muy singular y, en todo caso, no “currantes” normales. Esta impresión puede entrañar ciertas dosis de injusticia para con gran número de “indignados”, pero, por un lado, no deja de ser real como impresión colectiva y, por otro, muchísimos “indignados”, con su liturgia y su parafernalia (gestos, slogans, etc.), sí dan motivos para hacerse a esa idea: la de "los indignados" como una suerte de seres especiales, diferentes del ciudadano común.

Al manifestarse tan masivamente sin violencia (salvo excepciones), “los indignados” han revivido, dicen muchos comentaristas. Eran de esperar la contención y la actitud pacífica e incluso pacifista (aunque, curiosamente, que estemos gastándonos 15 millones de euros en Libia para congraciarnos, a medias, con los estadounidenses, apenas ha merecido atención de “los indignados”). Pero lo que no ha variado es la radicalidad, la vaguedad y la utopía. Y se ha agudizado, por los mismos “indignados”, la diferenciación, el distanciamiento con el ciudadano ordinario, bastante o muy indignado. Eso de “no nos representan” ha tenido y seguirá teniendo un efecto “boomerang”. ¿O acaso piensan que muchos españoles más nos vamos a sentir representados -en sentido no jurídico, claro- por quienes se disponen a acampar en pijama (¡!) ante el Congreso de los Diputados? ¿En qué se diferencian a fondo “los indignados” de la “clase política” si los pijameros demuestran pensar que los españoles de a pie no sabemos distinguir entre lo que atrae a los “medios” y produce notoriedad y lo que verdaderamente importa y afecta en serio a nuestras vidas? Aunque entre “lo más visto” de periódico serios de hoy esté que a Jennifer López se le ha visto un pecho en un programa de TV alemán, la gente no ha perdido la cabeza.

“LOS INDIGNADOS” Y LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

Pero es que, además, “los indignados” ya carecen hasta de frescura en su protesta. El 19 de junio de 2011 el motivo central de la protesta era el inminente “pacto del euro”. Y digo yo: ¿acaso un 1% de los manifestantes del pasado día 19 sabía algo sobre ese “pacto del euro”, que presuntamente está a punto de aprobarse (??) (el próximo día 27), a partir de los “principios” ya convenidos (??) el 11 de marzo de 2011 (pocos días antes vino a España Frau Merkel y se inició el jaleo de ligar los salarios a la competitividad: ¿recuerdan?: v. este post del jueves 10 de febrero de 2011: «“SOMOS UNA NACIÓN QUE SABE PONERSE EN PIE Y CAMINAR”, O SEA, SALARIOS MÁS BAJOS Y SAQUEO DE LAS CAJAS DE AHORRO» (les facilito el link directo: http://andresdelaoliva.blogspot.com/search/label/Productividad)

Leído o releído el post anterior, nadie dirá que, a mi entender, no hay motivo para indignarse. Pero, “señores indignados”, al español medio en apuros -leves, graves o muy graves- no le dice nada el “pacto del euro”. Y si sus “líderes” de Vds. (inexistentes, nos dicen) o el intelecto colectivo del “movimiento” saben algo del susodicho “pacto” y de su peligrosidad, me parece que no han logrado informar a la ciudadanía española. Y, además, a nada que sepan algo, deberían temer con bastante fundamento que su “movimiento” esté haciendo el caldo gordo a los intereses económicos de Wall Street y de la City londinense, por decirlo con la eufemística mención de los dos más expresivos iconos de la bazofia económica a que hemos llegado planetariamente (y de la que mi conclusión es que nadie sabe cómo salir) y de lo que se está cociendo para seguir sacándole partido a la bazofia y librarse el mayor tiempo posible de sus tóxicos efectos, en grandísima medida echando a los demás las culpas ajenas y, sobre todo, logrando que los focos se dirijan hacia otros lares.

No sabemos muy bien lo que se cuece (no me parece que lo sepan más allá de algunas pocas docenas de personas en el mundo y esto quizá sea lo más grave de todo), pero, como decía un viejo maestro universitario, “piensa mal y te quedarás corto”. De manera, que, pensando mal con unos cuantos datos, uno llega a intuir firmemente que el amigo americano y su primo británico, el de la relación especial (para mí, uno de los grandes misterios de este mundo es eso de la relación especial GB-USA), después de haber liado un supremo desbarajuste con millones de damnificados, quieren ahora que Europa (y, en concreto, la zona euro) pague los platos rotos. En realidad, para ser precisos, quieren que aquí, en la zona euro, se arme la marimorena y mientras nosotros salimos muy lentamente del gran lío, no se mirará hacia el monumental cacao USA (y el gran camelo british).

No hablo por hablar. Aunque pocas cosas son fiables, hay indicios muy potentes. No hace poco Obama nos reñía delante de Frau Merkel y decía: “no se debe permitir que la situación financiera en Europa ponga en peligro la recuperación económica mundial”. [Comenté aquí mismo: “Debería ser tan posible que un gato silbe como que el Presidente de los EE.UU. soltase frases como ésa, reveladoras de un cinismo monumental, puesto que la ignorancia crasa de lo que sucedía y sucede en USA debe descartarse. Este Obama, ¿cómo se atreve a dar lecciones de situaciones financieras?”] Y hoy he podido leer que Bill Gross, cofundador y director de PIMCO, el mayor fondo de inversión en deuda pública del mundo, ha dicho públicamente en la cadena CBNC que EEUU “está en peor situación financiera que Grecia y otros países europeos”. Por supuesto, Mr. Gross ha argumentado su aserto a base de sumar billones (miles de millones) de dólares de aquí y de allá.

Por todo lo cual y más, ya no volveré a tratar de “los indignados” profesionales. Somos muchos más los amateurs. Y hacer lo que se pueda por el futuro nos toca a nosotros.

7 comentarios:

As de picas dijo...

Me da a mí que te estás saltando detalles muy importantes...como que, por ejemplo, los que salimos a manifestarnos a la calle, lo hacemos en representación sólo nuestra, de nadie más, a título individual. No seguimos el juego a los políticos con eso de "representar a la ciudadanía".

Y otro detalle que te saltas también, es que también se habla del gasto en Libia, aunque el motivo principal de esta protesta haya sido otro, pero la información está ahí y se habla de ello. Sin embargo, los medios de comunicación tradicionales aún siguen siendo un enemigo muy fuerte, y ante tal situación, te recomiendo a la fuente directa, como son los diferentes blogs y cuentas en redes sociales por las que se puede seguir lo que pasa realmente. ;)

Un saludo de un "indignado" más de tantos.

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Para "AS" (sobre todo):

He modificado ligeramente el texto del post en vista de lo de Libia. También para que quede claro que no hablo de representación en sentido propio o jurídico. De todas maneras, sobre este punto, quiero señalar dos cosas: la primera, que el slogan "no nos representan", que no es de mi cosecha, algo tiene que ver con una representación política o social de unos y de otros. Es decir: es una cuestión introducida expresamente por el "movimiento". Y una cosa es que ninguno de los que salen a la calle se atribuya actuar en nombre de otro o de otros y otra cosa es que el conjunto de los que salen a la calle no haya planteado la representación en el amplio sentido a que me refiero.

Por lo demás, precisamente porque "cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas" (no puedo ser más aficionado a lo que significa esa vieja frasecilla), ni "As" ni yo podemos afirmar que nadie de los que salen a la calle pretende representar a otra persona distinta de sí misma. De hecho, los "portavoces" se refieren a un colectivo y al sentido de la movilización colectiva. La postura de "As" me parece impecable y superhonesta, como ahora se dice (con un anglicismo que yo no uso), pero no podemos saber a ciencia cierta si es la postura de todos "los indignados" que salen a manifestarse a la calle. En cambio, hay indicios de que bastantes de ellos pretenden representar algo y expresar un sentir y un pensar que no es sólo el suyo individual.

He seguido y sigo diferentes blogs y cuentas en redes sociales. En "post" anteriores me he referido al pluralismo y a la diversidad de "los indignados". Mi información y mi opinión (sobre todo ésta) no provienen de los "medios de comunicación tradicionales", que, sobre este asunto como sobre otros muchos, son considerados en este blog como una fuente de conocimiento más, no siempre fiable, por decirlo suavemente. Éste es un blog que se presenta abiertamente como nacido para dar cabida a la que no la tiene nunca o casi nunca cabida en esos "medios tradicionales".

En resumen: que no me parece que me haya "saltado" nada. Una movilización colectiva, lo quiera o no, va adquiriendo unas señas de identidad, más o menos exactas (eso sí, porque no dependen de cada uno de los movilizados)y, simplemente, yo he formado y expuesto mi opinión sobre esas señas y sobre la utilidad de la orientación general del "movimiento" respecto de cambios que muchos deseamos y venimos pidiendo desde hace mucho tiempo, también a título individual, con firma al pie.

En todo caso, muchas gracias por el comentario y un saludo muy cordial.

Lidia G. dijo...

Estimado profesor: si le soy sincera le diré que pese a no estar convencida en lo más mínimo con alguna de las cosas que oigo decir y hacer a los integrantes del movimiento 15-M, lo cierto es que tampoco me convence su visión sobre el tema. Entiendo que su intención no es convencer a nadie, ... es simplemente una forma de hablar, entiéndase, pues, de ese modo.

Con franqueza le diré que, sobre el movimiento 15-M, solo tengo expectativas, e incertidumbres, pero sobre todo expectativas. Creo que es diferente a todo cuanto he visto hasta ahora, y lo creo así, porque creo que parte de una idea distinta, o mejor dicho, de una convicción o enfoque distinto al de las diferentes movilizaciones o manifestaciones que he conocido, ya digo, hasta ahora.

Tengo la sensación de que ha conseguido partir de una certeza. Cosa que no ocurría antes, o al menos yo no lo percibía así. Y esa certeza es la de que somos más y el número hace la fuerza.

Sobre la fuerza sin ideas, o más bien, sobre la canalización de la fuerza sin un plan claro de acción (me viene a la mente el texto de Ortega y Gasset "La rebelión de las masas"), ... creo que no es difícil tener la impresión de que no se llega muy lejos, así pues, también yo la comparto ... pero, ya digo, que por la propia novedad de lo que estoy viendo, tampoco me aventuraría a decir hasta qué punto se llegará con este nuevo movimiento.

La indignación de los que no podemos acudir a las manifestaciones, ni hacer acampada, ni participar activamente en las manifestaciones, como usted bien dice, no es menor, ni menos fundada de la que pueden sentir quienes sí están tomando parte activa de las movilizaciones o manifestaciones que estamos viendo ... sin embargo, permítame añadir, que si bien, como digo, entiendo ese "cansancio" que usted denuncia, no creo, sinceramente, que se pueda "achacar" a la acción de los integrantes del Movimiento en una dirección que consideremos improductiva o contraproducente, o sencillamente, opuesta a lo que es más sensato y eficaz. Más bien, creo que el cansancio de esas personas, profesionales, a quienes alude en su post, era consecuencia (y es), de su propia imposibilidad de cambiar las cosas como desean y quieren, producto de su propia "forzada" (la mayoría de los casos) inactividad. Proyectar ahora nuestro cansancio o frustración en la actuación de los indignados, con la que no estamos de acuerdo, me parece, sinceramente, errar el tiro.

En definitiva, comprendo su postura, o al menos eso pienso, pero no la comparto. Estoy a la expectativa, con algo que considero novedoso, no muy atinado y algo desorientado quizá, pero novedoso.

Para no extenderme demasiado, solo añadiré algo más, no recuerdo que los cambios de rumbo en la historia de los pueblos se haya hecho nunca de forma pensada, sensata, planificada o políticamente correcta e inteligente ... tampoco rápida o tempestiva ... Y citando una frase que me gusta bastante, "pones tu pie en el camino y nunca sabes a donde te puede llevar", algo así era ..., veamos, pues, en mi opinión, a dónde nos lleva todo este "movimiento" ..., o, simplemente, cómo se le puede sacar el mejor partido a este movimiento ... (sin dejar, claro está, de movernos nostros mismos, con criterio).

Un cordial saludo.

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Aídilderi: muchas gracias por el comentario, que, de verdad, me parece muy interesante y me ha hecho y me hará pensar. Buena parte de nuestro "cansancio" está probablemente en lo que señalas.

Con todo, no puedo compartir la "certeza" a que te refieres. De hecho y con toda sinceridad, la considero un error. En el plano de la lógica y en el histórico. Pero sería muy largo explicarlo ahora.

Hay,por otra parte, un factor decisivo en mi actual posición, que no excluye -lo digo expresamente- una expectativa de evolución positiva. Y ese factor es que se ha producido un cambio muy importante en el "movimiento" de "los indignados". Originariamente, me llenó de esperanza y dije aquí, con bastante pormenor, por qué.

De lo que empezó -y de cómo se planteaba en "blogs" y redes- a lo que hay ahora encuentro diferencias enormes. Mi posición no es la de un solo "post": es la del conjunto de ellos, uno detrás de otro.

Andrés de la Oliva Santos dijo...

Aídilderi: me he olvidado de algo importante. Uno se puede mantener más o menos expectante y más o menos esperanzado ante "los indignados", pero eso de "sacarles partido", me parece que es igual a manipularles. Y eso sí que no me convence. Por supuesto, no me siento personalmente llamado a pensar siquiera en cómo "sacarles partido". Pero es que sí otros lo pensaran y lo llevaran a cabo, sería porque "los indignados" lo permitiesen (a conciencia o sin darse cuenta) y, entonces, los resultados habría que atribuírselos a los manipuladores más que a "los indignados".

Lidia G. dijo...

Es complicado expresarse por un medio tan limitado como este y no correr el riesgo de parecer que se piensa o se está diciendo algo que, en realidad, no es. A mi, particularmente me resulta complicado y pese a haber leído todos sus post, dedicados a este movimiento, desde aquel tan esperanzado en vísperas de la jornada de reflexión, no me he atrevido hasta ahora a escribir un comentario, porque además, este tema, es, para mi, particularmente delicado.

Le diré, profesor, que suscribí palabra por palabra, aquel post, y cuando sucedió lo que sucedió en Barcelona, también mostré (si bien no aquí, es cierto) mi profundo y total rechazo. Dije en su momento, y mantengo que "todo movimiento necesita unas ideas básicas de actuación. Todo movimiento necesita unos principios inquebrantables sin los cuales no conseguirá subsistir, porque si los pierde, se convertirá en otra cosa.
Si el movimiento 15-M no es capaz de preservar el principio de NO-VIOLENCIA frente a todo y frente a todos, el movimiento 15-M morirá tan pronto como nacerá algo diferente con lo que no estaré jamás de acuerdo".

También recuerdo su post anterior a este, y particularmente lo que me hizo pensar en su momento, más que en el caso del señor Botín (que respeto), me vino a la mente la trágica situación de los "stop desahucios", mucho más grave, desde mi punto de vista, y mucho más alarmante, desde un punto de vista tanto jurídico como social, por todas las razones que se ven y se saben sin dificultad.

Dicho esto, creo que no me he expresado demasiado bien en mi anterior comentario. Permítame, en consecuencia, aclarar dos cosas: La "certeza" a la que me refiero no es sino otra que la que supone el darse cuenta de que somos muchos más los indignados que los no indignados. No es que los indignados tengan que tener la idea de que representan al resto, es que, en realidad, lo están haciendo. Somos más los indignados, los que no estamos de acuerdo, somos más los que necesitamos y queremos un cambio, de régimen, de sistema, o de lo que tenga que ser.

Para mi los indignados representan la indignación de una sociedad entera, y con su actuación han creado un símbolo. Y ese símbolo, ahora mismo, es lo que representa el movimiento. Para mi.

En otras manifestaciones o movimientos se partía de un ruego, de una queja o de una simple reclamación o indignación sectorial. Se pedía a la sociedad que escuchase. En este movimiento, desde mi punto de vista, se ha tomado conciencia, se sabe, se siente y se utiliza la "legitimidad" de la certeza de la indignación colectiva, somos más los indignados de todo tipo y el número hace la fuerza del cambio, o por lo menos eso, es lo que se sabe, y se dice. Y desde ese punto de vista, sea o no sea un error el planteamiento del 15-M, es, al menos, una realidad, que vuelvo a insistir, a mi me parece novedosa.

Lo que usted encuentra ahora, las "diferencias enormes" a las que alude, creo comprender a qué se refiere, y creo que, en efecto, es justo y correcto su sentimiento. Confieso que también es el mío, en un sentido. Pero lo que veo ahora, sigue siendo inspirado por la certeza de la que hablaba antes, y por esa razón, no puedo pensar que este movimiento acabará del mismo modo a cómo acabaron otros, aunque esté adoptando posturas similares a las de otros ya vistos.

Lidia G. dijo...

Estimado profesor, no era mi intención dar la impresión de que lo que tengo en la cabeza es una "manipulación" del movimiento, entre otras cosas, porque la expectativa me hace tener la duda de lo que va a ocurrir, y la confianza en la incertidumbre del futuro, y de lo imprevisible de los resultados que pueda obtener el propio movimiento.

No es nunca mi idea manipular a nadie, y menos aún a ningún colectivo, que creo, pese a todo, es capaz de pensar por sí mismo, sino más bien utilizar lo que está ahí, utilizar legítimamente la "fuerza" de un movimiento para conseguir resultados.

De igual modo que utilizamos los mecanismos legales a disposición del ciudadano para conseguir nuestros intereses particulares y legítimos, conseguir el apoyo del colectivo 15-M para dar mayor poder a nuestras aspiraciones de cambio sociales.

Si el movimiento está ahí, y como usted mismo dice, no se excluye una expectativa de evolución positiva, ¿por qué no tomar partido en esa posible evolución positiva?
¿Por qué darle la espalda o rechazar un movimiento, que no se endereza, desde nuestro punto de vista, de una forma correcta, si se puede tenderle la mano y ayudarlo a enderezarse correctamente, y a la vez ayudarnos, él, a nosotros a conseguir nuestros propios objetivos tan legítimos, indignados, o reivindicativos como los que más? ¿qué malo hay en dar ideas, o convencer en otras formas de actuación?

Por eso no puedo estar en contra del movimiento, ni pronunciarme en su contra. Creo que es novedoso, creo que representa un símbolo y creo que tiene posibilidades que se pueden utilizar, por todos, no solo por los que tienen tiempo y ganas de acampadas ... ¿hasta qué punto? Pues no lo sé, pero lo creo así.

Lamento no ser capaz de expresarme con mayor concreción y claridad en pocas palabras, y tener en cambio, que extenderme tanto para darme a entender mejor ..., o al menos, eso espero!