sábado, 17 de abril de 2010

HIPOCRESIA Y TONTUNA SUPERLATIVAS SOBRE EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y EL "ESTATUT DE CATALUNYA"


¿AHORA, QUE A LA MAYORÍA DEL TC NO LE GUSTA EL “ESTATUT”, ES CUANDO TODOS LOS MAGISTRADOS SE TIENEN QUE IR?


I.- Un hecho, ante todo: desde noviembre de 2009, tras una votación de sondeo sobre un borrador (el cuarto) a cargo de la Magistrada Pérez Vera, con resultado que no le pareció satisfactorio a Dña. Maria Emilia Casas, Presidente (o Presidenta, si lo prefiere) del Tribunal Constitucional (TC), esa Presidencia se había negado a convocar Pleno (es prerrogativa de la Presidencia) para seguir deliberando e incluso votar sobre la tan retrasada sentencia. Y todo habían sido dimes y diretes acerca de cómo podría lograrse una mayoría partidaria de una sentencia sustancialmente favorable al “Estatut”. Si alguien se pregunta por qué nadie, en los medios de comunicación, especulaba sobre una posible sentencia sustancialmente desfavorable, estoy en perfectas condiciones de explicarlo. Ahí va: porque los Magistrados, todos distintos entre sí, partidarios de declarar inconstitucional lo que así les parece que lo es, ésos no filtraban especulaciones ni informaciones a la prensa, mientras que ésta sí recibía, de vez en cuando, intoxicaciones (eso es lo que eran) siempre en el sentido que a los autores y partidarios del “Estatut” les interesaba.

En este “blog” principalmente expreso mi opinión. Procuro basarla en hechos ciertos o en criterios sólidos, pero lo que más abunda son opiniones. Sin embargo, a veces, afirmo hechos poco conocidos o desconocidos. Ésta es una de esas veces (no la única: sobre el “affaire Garzón” he expuesto muchos hechos poco conocidos o desconocidos). Lo que he escrito en el primer párrafo es un hecho: no se había celebrado ningún Pleno del TC y sólo se pueden celebrar si la Presidencia así lo dispone. Y me parece (por lo que sabía de varias fuentes distintas y no conectadas entre sí y por lo que después vi que ocurría) que también es un hecho que la convocatoria de un Pleno extraordinario del TC del pasado día 14 de abril, no fue consecuencia de un cambio de criterio de la Sra. Casas en el sentido de reconocer ella, espontáneamente y de buen grado, que no podía seguir paralizando más el asunto. De algún modo, desde dentro del TC, se le hizo saber convincentemente a la Presidente (o Presidenta, como prefiera) que las cosas no podían seguir indefinidamente así.

II.- Ahora, lo de la hipocresía superlativa: Los que nunca habían pedido la dimisión en bloque de los actuales Magistrados del Tribunal Constitucional la piden ahora con tintes dramáticos y con urgencia máxima. Los que nunca se habían dedicado a distinguir qué Magistrados habían sobrepasado el período ordinario de su mandato y cuáles no, ahora señalan que entre los primeros está el Catedrático de Derecho Mercantil, Sr. Giménez, nuevo ponente de la sentencia sobre el “Estatut” de Catalunya, olvidándose de que la misma circunstancia concurre en la Presidente, la también Catedrático (o, si lo prefiere, Catedrática) de Derecho del Trabajo, Sra. Casas.

Hasta las 14.00 (aprox.) horas de ayer, 16 de abril de 2010, en que se supo que una ponencia condescendiente con el “Estatut” era rechazada por 6 votos contra cuatro, al “President” Montilla y a otros políticos de raza les valían todos los Magistrados del TC, también los que siguen legalmente en funciones sin culpa alguna suya (la culpa es de la clase política, que no se pone de acuerdo después de pactos vergonzosos). Mientras abrigaban la esperanza de que, como dijo hace pocos días (recuerden) el Sr. Rodríguez Zapatero, la sentencia tendría “efectos limitados”, es decir, echaría un capote al “Estatut”, todo era pedir tranquilidad, serenidad y dejar a los Magistrados tomarse su tiempo para hacer su trabajo. Ahora, todo es que dimitan en bloque de inmediato.

[Aclaración, antes de seguir: ¿A qué “pactos vergonzosos” me he referido? Sobre todo, al que hizo que, por vez primera desde que se aprobó la Ley Fundamental en vigor, fuese el Presidente del Gobierno el que anunciase públicamente quién iba a ser el nuevo Presidente del Tribunal Supremo (D. Carlos Dívar), siendo así que esa designación no le correspondía ni le corresponde al Presidente del Gobierno, sino a 20 personas, los Vocales del Consejo General del Poder Judicial, designados por el Congreso y el Senado, pero constitucionalmente no sometidos a mandato imperativo alguno. Ese mismo pacto, cerrado con el Sr. Rajoy, incluía que al PP le correspondían dos de las cuatro plazas de Magistrado del TC que se debían renovar, pero como los dos elegidos por el PP fueron rechazados por el PSOE, estamos sin renovación, porque, al parecer, el PSOE no cede y el PP sigue entendiendo -con más que discutible criterio, a mi entender y al de cientos de juristas más- que sólo los Sres. Hernando y López (Presidente y vocal del anterior CGPJ) son dignos de ocupar plaza en el TC. ]

Vuelvo a lo principal: reconocerán Vds. que hasta la significativa votación de ayer, incluso en Cataluña daba la clase política por buenos a los Magistrados actuales. Desde que, al parecer, esos 10 Magistrados no forman una mayoría favorable al “Estatut”, todos deben irse a la calle.

La hipocresía de bastantes políticos en activo ha batido ayer, 16 de abril de 2010, una nueva marca. Y eso que bastantes de ellos habían coronado ya, varias veces, las cumbres de los 14 Ochomiles de la Desfachatez, aunque siempre con oxígeno y en palanquín sostenido por sherpas pagados por todos nosotros.

III.- Por último, lo de la tontuna superlativa. En primer lugar, un punto menor, pero significativo. Bastantes medios de comunicación repiten, como un latiguillo, que “tras apenas dos horas de debate”, la votación “ha tumbado” el quinto borrador, de nuevo a cargo de la Magistrada Pérez Vera. Es bastante tonto, señoras y señores comunicadores, que utilicen ese latiguillo, cuando ha habido debate sobre el asunto el día 14 y el dia 15. Pero, además, según se desprende de reiteradas noticias a las que he aludido antes (no siempre bien orientadas sino casi siempre intoxicantes), desde noviembre hasta aquí (por no hablar de años anteriores) los 10 Magistrados han podido hablar hasta el hartazgo del dichoso “Estatut”.

La super-tontuna, sin embargo, es que medios de comunicación no partidarios del segregacionismo que el “Estatut” rezuma, sino incluso defensores de la inconstitucionalidad de muchos aspectos de ese “Estatut” estén haciéndose eco, a pocas horas de la votación, del Movimiento de Urgente Cese de Todos los Magistrados del TC. Algunos de ellos han abierto ente sus lectores encuestas al respecto. Y ocurre, como no puede extrañar, que los lectores, carentes de información completa y de serio análisis de lo que ha sucedido, ¡por fin!, en la mañana del 16 de abril de 2010, cabreados explicablemente con el TC, votan muy mayoritariamente que sí, que se vayan a la calle. Voten esos lectores como quieran, pero que la prensa que no ha jaleado el deplorable “Estatut” no haga más el tonto ni el ridículo. Si se van todos los Magistrados, no habrá sentencia sobre el “Estatut” en un año como mínimo y, desde luego, sería harto menos probable que ahora que esa sentencia censurase la inconstitucionalidad básica de la más corrosiva creación concebida por Rodríguez Zapatero y sus amigos catalanes. Porque, estando como están las cosas, se nombraría para el TC, entre unos y otros, peores Magistrados que los actuales (alguna excepción habría: siempre se les cuela alguien decente y de verdad enterado).

Hace, pongamos, un año o algo más, me hubiera parecido de perlas que todos hubiesen dimitido. Pero después de que el Gobierno y su mayoría consolidasen a la también “caducada” Presidente (o Presidenta), mi querida colega y vecina de la misma planta en Derecho de la Complutense, y después de las “movidas” de los últimos meses, lo que quiero es que los 10 Magistrados se encierren y no salgan hasta votar y aprobar una sentencia. Catres de campaña y “catering” hasta la “fumata bianca: yo lo vería bien.

El colmo de la tontuna, con todo, no es sumarse bobaliconamente a la campaña que interesa a Zapatero y al segregacionismo catalán, sino sostener además, con una “pose” intelectualoide de hipercriticismo, que es todo tan malo y está todo tan mal, que cualquier sentencia será mala. A ver, columnistas archilistos y de vuelta de todo (aunque con menos años que yo a las espaldas y menos recorrido jurídico-político que el de un servidor): hay notables diferencias, para todos nosotros, entre una sentencia a gusto, p. ej., de Eugeni Gay, con la “nación catalana”, el poder judicial catalán, el monolingüismo catalán y la financiación superasimétrica, etc., y una sentencia, que probablemente dará por buenos artículos estatutarios lamentables, pero que claramente declare inconstitucionales algunos más que quince y no se ande con contemplaciones en los asuntos que acabo de enunciar.

Si de verdad lo ven Vds. todo igual de mal -y está muy claro que, a mi entender, muchas cosas van muy mal-, ábranse las venas y escriban con su sangre su canto del cisne. Es metáfora, ya se entiende. Lo que quiero decir es que esa postura de “¡regeneración total, ya, y de inmediato!” está ligeramente equivocada desde el punto de vista teórico y, desde el punto de vista de la conducta, práctico, es un desastre. Lo que está rematadamente mal no se arregla, en estos tiempos, de la noche a la mañana. Sería indeseable un Espartero poniendo orden, que es, objetivamente, el tipo de arreglos “de la noche a la mañana”. Y sucede que, además de indeseable, es imposible. En este asunto por un lado y en aquel por otro, hemos de procurar que no empiece una deriva a la venezolana, sino detener, día a día, la demolición del Estado de Derecho y de la democracia. Las viejas glorias izquierdistas del mitin complutense, con discursos como el del fiscal jubilado y sin memoria, son coherentes con la milicia que Chávez ha ido preparando estos años y ya tiene lista, armada y en formación. Por fortuna, aquí les resultaría mil veces más difícil que a Chávez organizarlas y armarlas (aunque no sea improbable que el caudillo bolivariano les envíe dólares).
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PS. Veo en la prensa que alguien se entera. Lean a Ignacio Camacho en ABC: http://www.abc.es/20100417/opinion-firmas/longa-manus-20100417.html

2 comentarios:

Jose Juan dijo...

Enhorabuena por su artículo.Ya está bien de echar la culpa a los partidos políticos por "desestabilizar" el TC (aunque en gran medida así lo hayan hecho). Los principales culpables de que no haya salido todavía la sentencia son los propios magistrados.EL propio Tribunal está tirando por la borda el prestigio y el respeto que tenía antaño. Confiemos en que los próximos jueces sean más capaces que los actuales.

garcia ruiz dijo...

La jugada está clarísima. A propósito de lo de Garzón están removiendo a la opinión pública contra los jueces (son todos nazifascistas cavernarios etc). ¿Con qué fin? Con el fin de justificar una renovación del Constitucional sin respetar cuotas de partido. La línea de los medios afines al Gobierno es justamente esa estas semanas.