TRABAJOS DE CAMPO SOBRE LIQUIDEZ BANCARIA Y TRANSPARENCIAS RETRIBUTIVAS QUE QUITAN EL HIPO
RESULTADOS DE UN “MUESTREO” SOBRE ONCE ENTIDADES EN CUATRO COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Cuatro investigadores profesionales de "stress bancario", pertenecientes a la International Street University, llevaron a cabo, desde marzo al pasado día 10 de noviembre, trabajos de campo en once entidades financieras españolas de cuatro Comunidades autónomas diferentes, seleccionadas con criterios aleatorios. Pertrechados con lo que parecían ser armas de fuego, comparecieron en esas entidades requiriendo la entrega inmediata de la masa monetaria líquida disponible. Ésta ascendió a un total de 16.000 (DIECISEIS MIL) euros, lo que supone una liquidez real promedio de 1.454’54 (MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO, CINCUENTA Y CUATRO) euros por entidad de crédito, aunque se ha sabido que en algunas entidades no alcanzó siquiera los mil euros. Los resultados de este trabajo de investigación no han sido entregados al Banco de España ni al Banco Central Europeo o al Fondo Monetario Internacional, pero han sido publicados y conocidos por los españoles al difundirse información proporcionada por la Policía Nacional y la Guardia Civil, justo un día después de finalizar la reunión del G-20. Tanto la identidad de los investigadores como la de las entidades de crédito en que se llevó a cabo el muestreo permanecen desconocidas.
Pese al indudable interés de los resultados de este concienzudo estudio de campo, que los expertos consideran mucho más fiable que los “test de stress” basados en documentación con datos contables suministrada por las centrales de bancos y cajas de ahorro, el “Gobierno de España” ha considerado delictivo este trabajo de investigación y ha detenido a los investigadores como atracadores de bancos, si bien ha reconocido su excepcional actividad. Con todo, algunos economistas consideran que el dato de liquidez real promedio puede influir considerablemente en el desarrollo de los acontecimientos económicos en España y en los mercados internacionales, especialmente el de la deuda soberana. No descartan incluso que los mercados bursátiles sean sensibles a datos reales hasta ahora desconocidos.
En ámbitos jurídicos especializados en delincuencia económica, se confía en que los hechos, pese a su apariencia delictiva, sean reconocidos como una actividad investigadora sin relevancia penal. “No hay aquí -han dicho los abogados- el ánimo de lucro específico que ha de estar presente en los delitos contra la propiedad, porque la cantidad de dinero obtenida, además de su insignificancia, ha sido inferior a los costes de la investigación llevada a cabo y nos disponemos a devolverla para disipar cualquier suspicacia”. Fuentes de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado se han mantenido firmes: “En un Estado de Derecho -han afirmado- el Estado ostenta el monopolio de los atracos, que no han sido privatizados”. A preguntas de los informadores aclararon que por Estado se entiende, no sólo la Administración central, sino las empresas públicas “y, por supuesto, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos” (en cuanto a los Ayuntamientos, ¡qué nos tienen que aclarar a los madrileños!).
LA FUNDACIÓN PFIZER DESCUBRE EN DETALLE EL STRESS DE LOS ESPAÑOLES
Veamos, brevemente, algo serio. La Fundación Pfizer organiza foros de debate periódicos, entre los que destaca el “Foro de Debate Social”, que ha llegado a su séptima edición. Hace pocos días se presentó un interesante documento titulado ESTUDIO SOBRE EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LOS SISTEMAS DE PROTECCIÓN SOCIAL Y EN LA SALUD Y CALIDAD DE VIDA DE LOS ESPAÑOLES. Pueden acceder a él mediante este link: http://www.fundacionpfizer.org/. Es un papel claro y detallado. Yo me limito ahora a reproducir tres de los resúmenes generales:
“Una mayoría de los españoles consultados (el 54,9%) afirma llevar una vida cotidiana estresada (frente a un 42,2% que dice vivir relajado en mayor o menor medida). El principal motivo del estrés y la tensión cotidiana es el trabajo/empleo (mencionado por el 26,2% de la población), seguido por la familia (16,5%), los hijos y nietos (12,8%) y la falta de trabajo (9,7%).”
“(…) los españoles parecen estar hoy, en su vida cotidiana, más estresados y tensos que hace dos años (44% vs. 13%; existiendo un 42,5% que se mantiene sin cambios a este respecto). Detrás de este balance evolutivo encontramos los siguientes motivos: la mayor carga de trabajo o actividad, en primer lugar; el aumento de las responsabilidades familiares, en segunda posición, y una situación de desempleo o de menores ingresos, como tercera y cuarta razón más citadas.”
“Las expectativas para los próximos 12 meses dejan entrever un ‘clima’ poco o muy poco optimista en estos tres colectivos de la población activa: hasta un 44,2% de los empleados teme perder su actual puesto de trabajo (un 22,2% lo teme bastante); el 75,5% de los autónomos y empresarios cree que las cosas en su negocio irán a peor (casi la mitad -48,9%- lo afirma nítidamente); y cerca de 9 de cada 10 parados creen que les será difícil (36,8%) o muy difícil (49,4%) encontrar un puesto de trabajo aceptable.”
A mí me parecen conclusiones perfectamente verosímiles, del todo coincidentes con lo que vemos y oímos a diario. Con motivo del estudio, he reencontrado como lector a mi colega Catedrático de Psiquiatría, Enrique Baca, un tipo profesionalmente serio, con el que coincidía hace décadas en jornadas de reflexión interdisciplinar muy interesantes. Y resulta que el diagnóstico de Enrique Baca es que los españoles padecen la enfermedad del “miedo al futuro” que nos encamina a la “paralización”. Dice, con buen sentido, que la sensación de temor no tiene que estar basada en “hechos objetivos” sino en una gran desconfianza. “Del pavor -añade Baca- se puede pasar a la desesperanza y de ahí a la rabia social, que hará que el problema sea infinitamente peor”. Pues contrasten la situación con los comportamientos de nuestros dirigentes. ¿No les entra aún más miedo, aún más pavor?
ESPLENDOROSA TRANSPARENCIA DE RETRIBUCIONES Y HONORARIOS
A finales del pasado mes de octubre, la actual Secretaria General del Partido Popular, Dña. María Dolores de Cospedal, aseguró tener la declaración de bienes "más transparente de toda la política española" y se confesó "bastante sorprendida" por la "notoriedad" de su declaración. No seré yo quien le niegue a la Sra. Cospedal el campeonato de transparencia, pero tampoco el que entienda su sorpresa. Porque su declaración carece de “notoriedad” (que es la cualidad de lo generalmente conocido) pero no de sustancia, pues resultan ser 240.736 euros (DOSCIENTOS CUARENTA MIL SETECIENTOS TREINTA Y SEIS) sus ingresos anuales declarados. A mí, de verdad, me parece maravilloso que alguien gane ese dinero con una actividad de las innumerables lícitas e incluso por sueldazo de una empresa (depende de lo que haga o no haga, de cómo marche la empresa y cómo se retribuya en ella a los demás, etc.). Pero los 240.000 y pico euros son la suma de 3.580’60 euros por trienios del Ministerio de Justicia, 43.771’70 del Senado de España y ¡tachán! ¡¡167.864’98 euros!! con que retribuye anualmente el Partido Popular a la Sra. Cospedal. No cabe duda de que los dos primeros conceptos corren a cargo del contribuyente y el tercero, 13.988’74 euros mensuales (TRECE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y OCHO, CON SETENTA CUATRO EUROS ) (prescindamos de pagas extras y calculemos 12), que es lo que cobra como Secretaria General del PP, son pagados en parte por los militantes y benefactores del PP pero, principalmente, por todos los contribuyentes.
Acepto sin enfado que los altos cargos de los partidos políticos importantes estén bien pagados. Pero casi catorce mil euros mensuales, con la que está cayendo, me parece lo que ahora se llama “una pasada”. La transparencia de la declaración de la Sra. Cospedal es, ciertamente, esplendorosa. Pero su retribución por el PP resulta alucinante, de flipe, amazing!. Cuando me enteré de la cifra me dejó sin habla y por eso he tardado tanto tiempo en comentar la espectacular soltura de Doña María Dolores de Cospedal en materia retributiva. ¿Qué les voy a decir? Que le vaya bonito y que piensen los cargos inferiores del PP y los candidatos del PP a las próximas elecciones de cuántos euros, limpios y claros, van a poder disponer para hacer campaña. Es sólo un ejemplo de posible reflexión sobre las cosas que tiene la vida popular.
Pero la soltura de la Sra. Cospedal en el terreno retributivo ha tenido, hace pocos días, otra manifestación refulgente, aunque con un contenido que a mí me parece muy mal, muy feo, seguramente a causa de mi estrechez de miras. El 8 de noviembre de 2010, la Secretaria General del PP confirmaba que el PP pagó el 21 de diciembre de 2009 una factura de 69.600 euros (60.000 euros más IVA) al Estudio Jurídico Labor, administrado por dos hijos de D. Federico Trillo, en concepto de "coordinación de defensas". Según Europa Press, Cospedal indicó que el PP lleva un par años teniendo que hacer frente a una "estrategia" en su contra que obliga al partido a una "actividad procesal muy importante" que requiere de asistencia jurídica más allá del "escaso" gabinete jurídico con el que cuenta la dirección nacional. Cospedal reconoce se han solicitado los servicios de despachos de abogados, "entre ellos el de Trillo, que cuenta con una trayectoria profesional impecable y juristas de reconocido prestigio". ¡Admirable desenvoltura la de esta señora! Después de tal declaración se marchó tranquilamente a seguir ganándose el pan.
Que el PP recurra a despachos de abogados de reconocido prestigio me parece, no bien, sino muy bien. De hecho, conozco abogados de prestigio que han intervenido con muy laudable profesionalidad en asuntos de importancia, por encargo del PP. Pero ese Estudio Jurídico Labor es, con toda seguridad, el último despacho de abogados al que el PP puede recurrir, dado que es el despacho del mismo encargado de asuntos jurídicos del PP y dado que no se sabe qué actuación abogacil han llevado a cabo los abogados (no conocidos) de ese despacho. Que la "número dos" del PP despache el incidente con tanto desenfado a mí (he puesto una tilde de ésas que probablmente van a prohibir: quizás otro día hable de las ocurrencias de la Real Academia Española) me deja boquiabierto y estupefaccionado (¡toma RAE!).
Estos asuntos retributivos serán legales, pero comparto el criterio clásico de que no todo lo legal es elegante, revelador de señorío y conforme a una ética elemental. Hay comportamientos malolientes. Y, además de que apestan, nos están estresando mucho. La rabia social, bien diagnosticada por mi viejo amigo Enrique Baca, está a la vuelta de la esquina. Y casi empezamos a mirar con más simpatía a los atracadores de bancos que a los que se dan el atracón con el dinero de todos.
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