jueves, 6 de enero de 2011

DOS MIL ONCE: EL AÑO DEL CABRITO ANCIANO, O SEA…


ALGUNOS APUNTES SOBRE LA QUE SE PUEDE ARMAR


“Es de humana condición, al igual que del cabrito,
o morir de pequeñito o llegar a ser cabrón.”


Tenemos en Madrid al honorable Viceprimer ministro chino, Li Keqiang. Al grande agasajo que le tributan S. M. El Rey y el “Gobierno de España” (GdE), liderado al alimón por José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) y Alfredo Pérez Rubalcaba (APR), quiero yo sumar un modesto homenaje a la inconmensurable sabiduría china y declarar el año 2011 “Año del Cabrón”.

No puede ser de otra manera, porque el 2011 ha comenzado con un encabronamiento casi feroz, a cuenta del fumeque prohibido. Pero lo curioso, y confieso que para mí inesperado y estupefaciente, es que han sido los NO fumadores los que se han encabronado hasta extremos dignos del más puro y primitivo fanatismo, que no por primitivo ha dejado de ser plenamente actual. Los dichosos “medios” -y especialmente esos del invento (la TV, la caja tonta) en el que cada vez podemos ver mejor (Full HD, 3D) las mayores zafiedades (y bobadas, en el mejor de los casos) y, de vez en cuando, alguna película que ya hemos visto tres veces-, a falta de ganas de gastar tres euros y de trabajarse informaciones sobre asuntos importantes, nacionales y mundiales, resolvieron, desde los primeros minutos del 2011, dedicarse a promover el clima de denuncia, que, siempre en la brecha, había iniciado Dña. Leire Pajín, increíble pero cierta Ministra de Sanidad. Si ya nos resignábamos a que nada supiese sobre la salud humana, enseguida vimos claro que nada sabe, de ordinario, sobre cualquiera de las materias de las que habla.

La Sra. Pajín comenzó animando a que los ciudadanos denunciaran a quienes fumasen donde se ha prohibido, del mismo modo que denuncian “cualquier otro delito”. Y es verdad que todos tenemos el deber de denunciar los delitos que presenciemos. Lo dice el art. 259 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, un texto que nuestros esforzados legisladores no se han dignado actualizar mínimamente, como verán, porque dice así: “El que presenciare la perpetración de cualquier delito público está obligado a ponerlo inmediatamente en conocimiento del Juez de instrucción, de Paz, Comarcal o Municipal, o Funcionario fiscal más próximo al sitio en que se hallare, bajo la multa de 25 a 250 pesetas.” ¿No es asombrosa, en estos tiempos, la cuantía inalterada de esta multa? Está apuntándose una afición gubernamental preocupante por los más añejos textos legales, incluso los derogados.

Pero la Sra. Pajín ignoraba que la prohibición de fumar que, misericordiosamente, se aplazó al 2 de enero de 2011 (no sé por qué: ¿podíamos matarnos y matar el 1 de enero de 2011 por alguna razón de peso?), no tiene carácter penal: un matiz inasequible para esta Ministra. Y fue hacer ella la primera proclama en favor de la denuncia y ponerse el personal no fumador a denunciar como posesos, siempre según “los medios”. Una benemérita institución, denominada FACUA-Consumidores en Acción, que se define como “organización no gubernamental, sin ánimo de lucro… independiente de gobiernos, partidos políticos, confesiones religiosas e intereses empresariales” y con “un carácter marcadamente progresista, democrático, plural y participativo”, empezó a ser publicitada cada cinco minutos por los “medios”, a quienes ahorraba cualquier esfuerzo de contar el número de denuncias.

Lo más llamativo del encabronamiento ha sido las tremendas invectivas dirigidas en los “blogs” de los periódicos a los muy diversos columnistas y opinadores que enseguida criticaron, como se merecía, el clima de delación y chivateo, con todos sus peligros colaterales, algunos de ellos innegables y muy graves. No he leído insultos e improperios tan cargados de odio y descalificaciones tan gruesas desde algunos debates (?) sobre la prohibición de los toros. A Arturo Pérez Reverte, del que no soy “fan”, le llegan a sugerir que se marche de España: ¡qué tolerancia!

Hombre, está mal, muy mal, que dos presuntos fumadores hayan agredido al dueño de una bolera y le hayan causado lesiones con el resultado de doce puntos (muy feos, a juzgar por las fotos) en una ceja. Pero la verdad es que, en general, los fumadores hemos sido pacíficos y pacientes ante el comienzo de nuestro exterminio. Estamos subiendo dócilmente a los vagones rumbo a Auswitz y Dachau. Nunca hemos pretendido, salvo locos que los hay en todas partes, molestar a los no fumadores, desde que, hace ya mucho tiempo, advertimos su sensibilidad ante el humo tabaquil. Pretendíamos -y apoyaré a quien lo siga pretendiendo- que a los fumadores, por drogadictos y enfermos que nos consideren, nos dejen fumar con nuestros colegas en ciertos lugares, donde se pueda comer y tomar una cerveza o un café. Supongamos y aceptemos que somos una minoría: ¿no se puede, físicamente, respetar a esa minoría, siempre que no se imponga a los demás? Por favor, no respondan con el presunto gasto sanitario que generamos. También aportamos millones de euros en impuestos especiales. Y hay cientos de miles de enfermos de cáncer de pulmón, laringe, piel, etc., o de enfermos cardíacos o respiratorios, que no han fumado en su vida. ¡Ah!: se me iba a olvidar: con la nueva ley ya se puede volver a comprar y vender tabaco en las gasolineras.

Nosotros apagamos el pitillo. Apaguen los demás esa ira, esa obsesión por la salud propia y ajena, ese odio. Háganlo, si no por razones y motivos de más elevación (intelectual y ética), porque son muy nocivos para la salud. Y, más aún, esa ferocidad encabronada es sintomática, en gran número de casos, de enfermedades graves ya contraídas, que están pidiendo a gritos un tratamiento adecuado, incluso hospitalario.

Pero volvamos a la actualidad, que trae otros asuntos. En España estamos en bastante más de cuatro millones de parados. Alemania crea empleo mientras aquí se sigue destruyendo. Y no se adelgaza un gramo el mastodóntico Estado central (empezando por el aparato de consejeros de La Moncloa, un mini-gobierno paralelo, como en los mejores tiempos del pobre Felipe González), al que todavía le quedan millones de euros para repartir a los amigos o conocidos, ni los complejos tinglados autonómicos, también entre rollizos y obesos. Mi estudio de campo comercial en la tarde del 5 de enero, por cometidos propios de paje de los Reyes Magos, ha arrojado resultados desoladores: en algunos comercios de zona céntrica madrileña, más dependientes que clientes. En todo caso, con rebajas adelantadas, menos compradores que cualquier día normal de hace cinco años. Pero ZP aseguraba a Onda Cero que "España crecerá en 2013 por encima de la media de la UE". Y que en 2012 la economía irá "nitidamente mejor". Como dice el FMI, añade ZP, "España no solo crecerá más sino crecerá mejor que el resto de Europa".

Otras cosas que suceden. Se suprime CNN+ y, en pocos días, alcanza la misma audiencia, en su lugar, la transmisión continua de la actividad diaria en la casa de “Gran Hermano”. Se produce una sesuda polémica intelectual en EL PAÍS al acoger éste en su primera página a Dña. Belén Esteban. Y ahora resulta que en España, el 87,3% de los casos corresponden a infecciones por virus de la gripe A (AnH1N1). En la penúltima semana del año, el 83,5% de las detecciones virales han sido de virus de esa gripe A. Es la gripe pandémica del año 2009. ¿No se acuerdan de las alarmas y de los millones de vacunas?

Más: el colapso general de la Justicia no merece un titular, pero sí lo merece, claro está, la vergonzosa noticia de que se fuga por segunda vez el mismo preso gracias a un nuevo “fax” a la cárcel falsificado exactamente igual que el primero. Queda así plenamente probado que los beatos crédulos en los milagros de la electrónica y la informática, que acampan por igual en el Ministerio de Justicia que en el Consejo General del Poder Judicial, carecen del menor conocimiento sobre una y otra: “se comprobó el número de fax y el papel oficial”, transmiten los “medios”, como si no se supiese desde hace más de veinte años que uno puede enviar un “fax” a cualquiera con escudo y membrete de la Casa Blanca, la firma del Presidente Obama (o de Bush o Clinton) y la fecha, hora y número de teléfono que quiera, siempre que haya escaneado tres elementos y haya manipulado el fax. Otra noticia judicial: una Juez de Instrucción de Madrid tendrá, al parecer, que interrogar de nuevo a dos atletas presuntamente dopadores o dopados porque les tomó declaración a la vez como testigos (con deber de decir verdad y sin abogado) y como imputados (con derecho a callarse y con necesaria asistencia letrada). Así lo descubre una Fiscal… que debería haber estado allí procurando impedir el error.

Aquí, si las cosas siguen como han empezado, si ni la economía sumergida ni la familia tradicional -obsoleta, desacreditada: ¿no han leído las acusaciones de misoginia contra Benedicto XVI?- alcanzan un buen día a salvar la necesaria ración de calorías y un “poquito de por favor”, o sea, una pequeña racioncilla de cotidiana alegría, se puede armar. Y a los dirigentes les va a costar convencer al pueblo encabronado de que la culpa de todo la tienen los controladores y los fumadores.

En el mundo, aparte del temporal político en USA, de la tensión entre las dos Coreas y del desafío permanente de Irán a la preocupación internacional sobre su programa nuclear, ocurren cosas tan graves como el asesinato de un importante líder paquistaní, Salman Taseer, partidario heroico de la moderación y la libertad, a manos del enésimo infiltrado del fanatismo islámico, que le disparó 26 tiros a bocajarro. “Mañana los mulás se manifiestan contra mí después de la 'yuma' (oración del viernes). Miles de barbas pidiendo mi cabeza. ¡Qué gran sensación!”, había escritoTaseer en Twitter. “La ley antiblasfemia debe ser enmendada. Sé que puedo ser asesinado si sigo presionando, pero no tengo miedo”. En efecto, este hombre había firmado su sentencia de muerte al luchar por el indulto de Asia Bibi, una cristiana condenada a la horca por "blasfemia" y de la que, a estas horas, no se conoce ni su estado ni su paradero. Poco antes, a la salida de la misa de fin del año 2010 en Alejandría, Egipto, Al Qaeda mataba a 21 personas. Y menos de dos meses antes, el 1 de noviembre, habían asesinado a 58 fieles en una iglesia cristiana de Bagdad. El “GdE” se mantiene firme en su apoyo a la “Alianza de las Civilizaciones”, aunque no pueda dedicar tanto dinero como antes.

En éstas, llega el honorable Viceprimer ministro chino, Li Keqiang, a decir que va a comprarnos deuda soberana a corto, medio y largo plazo. Era como para echarse a temblar, dado el altísimo altruismo del Gobierno chino, altruismo acreditado en el mundo entero. Pues no: asistimos a un remake de “Bienvenido, Mister Marshall”, solo que sin plan Marshall y sin Berlanga (q.e.p.d). El honorable Viceprimer ministro es un “Rey Mago” adicional. No pasan 24 horas desde la llegada del “Rey Mago Chino” y de los alborozos oficiales por los convenios firmados (por un importe que no llega a un tercio del saldo favorable a China en la balanza comercial con España), cuando se escribe ya que el importe está trucado y no es para tanto (que no lo era aun sin truco).

Por supuesto que, en una visita así, no se le va a hablar al invitado de los derechos humanos de los chinos. Pero, héte aquí que, en la CEOE recién renovada, a D. Arturo Fernández, el del “Grupo Arturo” de restauración (o sea, de restaurantes), se le ocurre hablar de un tema perfectamente pertinente, el de la seguridad jurídica en China, que ya sabemos que no existe. El hombre, ahora Vicepresidente de CEOE, piensa que debe decir un par de palabras al respecto, un toquecito, más que nada por no perder la dignidad. Pues le han caído encima los insultos e improperios propios de este “Año del Cabrón”: que si no tiene restaurantes en China (y hace muy bien), que si es un lacayo de Esperanza Aguirre, que es un memo impertinente, más ese argumento tan ocurrente y profundo, que se ha puesto de moda en España (no sin algún motivo): “pero, tú, ¿de qué vas, pringao?”.

No tengo el gusto de conocer al Sr. Fernández, pero si no estuviéramos en el “Año del Cabrón”, todo el mundo debería admitir que nos ha salvado la cara, al poner sobre la mesa, suavemente, una gran verdad. China es una curiosa mezcla de neocapitalismo salvaje, miseria o pobreza de la inmensa mayoría de su población y opresión comunista clásica, sin más reglas que las que les brotan a los nuevos multimillonarios, sustitutos de los ancestrales señores feudales. Los nuevos mandarines no hacen más trampas porque se acabarían engañando a sí mismos. Seguramente los chinos son como parecen: amables y trabajadores. Pero los dirigentes chinos, apoyados en un clasismo extremo y en un atávico temor popular al poder, constituyen un peligro tan grave como misterioso. De manera que el Sr. Fernández, haya hecho de Agamenón o de su porquero, ha dicho algo muy real y puesto en razón. De la Nueva China sólo conocemos lo que nos dejan: un fabuloso montaje costero, en el que no se regatea nada en el atrezzo. Si será colosal y hermética la realidad de China que aún no sabemos en qué consistió realmente la llamada “Revolución cultural” de Mao. Allí no ha habido un Kruschev que levantase un pico del velo y aún no ha surgido y penetrado las barreras un Alexandr Solzhenitsyn chino con su Archipielago Gulag o, al menos, con Un día en la vida de Ivan Denisovich. Censuran hasta internet (y, para nosotros, es una cierta ventaja colateral, porque todos los chinos, puestos a descargar, bloquear y “hackear”, sería un desastre).

Hace poco, vimos nuevamente condenado a prisión al que fuera el hombre más rico de Rusia, Mikhail Jodorkovski, fundador de la petrolera Yukos. Merkel se alarmó. Se alarmó el Presidente del Parlamento europeo. Es probable que este Jodorkovski fuese un pájaro. Pero está claro que Vladimir Putin es, ahora, un pájaro más poderoso, capaz de anunciar la sentencia de Jodorkovsky antes de que el tribunal la dictase. ¿Qué podía esperarse, Sra. Merkel, Sr. Presidente? ¿Nos hemos vuelto tontos? ¿No leemos, no viajamos, no escuchamos?

En resumen: que el “Año del Cabrón”, si no nos serenamos, si no empleamos serena e inteligentemente nuestra indignación, puede ser sonado y sonoro. Ojala me equivoque. Así lo deseo con toda mi alma.

3 comentarios:

Manolo dijo...

Abrumador y certero resumen del comienzo de año. Me quedo en una sola cosa: el fax de la Audiencia Provincial. Desgraciadamente, he tenido algún contacto con los responsables ministeriales que se ha propuesto modernizar la administración de justicia aunque esta última perezca en el intento.

Digo desgraciadamente porque he podido comprobar que no sólo lo ignoran todo sobre el Derecho y la Justicia -lo cual no era difícil de adivinar-, sino que tampoco saben nada de esas tecnologías que (no sé por qué) llaman "nuevas", aunque se utilicen en todas partes desde hace años, y que -según ellos- van a salvar todos los problemas actuales.

Estamos ante una auténtica impostura, disfrazada con dosis intensivas de propaganda: no saben lo que hacen ni a donde van; no distinguen un plan de sistemas de un plan de carreteras y las multinacionales del hardware les están vendiendo todo lo que tenían en almacén. Se hartan de hacer powerpoints, cada uno más absurdo que el anterior, pero en la realidad de los juzgados parece que una orden de libertad o de prisión se puede dar por fax, es decir, usando un medio inseguro y tecnológicamente obsoleto.

Mármol dijo...

Como le leía hace poco a D. Manuel Alcántara, quien se hace respetar a fuerza de articulitos diarios que pocos leen "lamentablemente", el problema no es que no sepamos elegir, sino que sólo podemos elegir a los que se presentan. Y ese es nuestro problema. Gentucilla sin escrúpulos se reúne para decidir lo que les interesa sin importarles si eso es lo que conviene a aquellos a quienes dicen "servir".
Una pandilla de vagos, miserables e hipócritas se dedican a adoctrinar a personas que no se comportan como tales. Ya nos gustaría que nuestros conciudadanos fueron sujetos de derchos y "obligaciones". Pero todo se andará.
Quizás algún día asistamos al espectáculo en el que todos y cada uno de esos mangantes, que pululan por todas partes, desde la IGAE a los distintos Tribunales de Cuentas, tengan que rendir cuentas de sus abusos. Cada día que pasa queda menos para que ocurra. Y con los méritos acumulados, también habrá que exigírselos a quienes van de progres y sólo piensan en medrar.
Tenemos lo "mejorcito" de cada casa en el salón de casa y nadie hace nada... de momento.

Bernardo dijo...

Sólo por lo que está haciendo China con sus hijas --y lo que hacemos en España de forma paritaria--, nuestro comercio de deuda con China es lo más parecido que he visto a vender el alma al Diablo.