"RAP" POLÍTICO E INVOCACIÓN DE FORREST GUMP
Cuando la Transición -ésa que se hizo muerto Franco, pero que hay deshacer y rehacer, porque a ZP y a sus perspicaces secuaces iniciales no les gustó como acababa la película- alguien –no recuerdo quién, quizá Julián Marías- acuñó la noción “inepcia rimada” para referirse a las rimas propagandísticas de dudosa sabiduría que invadieron entonces nuestro escenario socio-político. Sobre la marcha he pensado en las dos que encabezan esta “entrada”. Porque vienen muy a cuento de la actualidad. Pero más que "inepcia rimada", se trata de “rap" político. Lean un poco más, please.
“Estoy decepcionado/ y no me lo esperaba./Porque ayer con De la Vega yo no estaba,/peor de lo que estoy con Rubalcaba./Y si el Gobierno anterior no coordinó, y patinaba,/este Gobierno se hundió y anda en chilaba. /Y cada día y a cada rato,/le dan más cuerda loca al aparato;/ay madre mía, ay madre mía;/ no hay quien aguante ya tanta tontería./Para mañana, ¿que tocará?/¿Abrir un AVE de Atocha a Panamá?”/.
Este “rap”, lo sé, no es muy bueno, pero la realidad es mucho peor.
“A ver” (como suelen empezar sus peroratas los próceres catalanes): el Sr. Caldera, ex-Ministro de Trabajo exilado en su fundación “think-tank”, acaba de lanzar la ocurrencia de poner a los parados a hacer cursos, para reducir su número en un 50% . Pero, bueno, Sr. Caldera, por qué no profundiza, hombre? ¿No se podría poner al 50% de los parados a dar cursos al otro 50% y así se reducía el paro al 0%? ¿Y puestos a tomar el pelo a la ciudadanía con tanta crueldad y tanta saña, en un tema como el del paro (el que hay y el que, por desgracia, va a aumentar), trágico, sangrante, ¿por qué no propone un Decreto-Ley que imponga el empleo de ascensorista en todo edificio de más de 4 (cuatro) plantas (esté o no habitado)? ¿Sabe el Sr. Caldera cuántos empleos se crearían?
“A ver”: poco antes de Caldera, el indescriptible Rodríguez Zapatero (ZP), había lanzado un relanzamiento global de nuestra economía a base de lo verde, lo renovable, lo reciclable y lo reciclado, el coche eléctrico, la moto a pilas con sidecar y los molinos de viento. La verdad es que el lanzamiento fue tan pobre que no alcanzó los cuatro metros. De esa bobada inmensa, de coste inmenso en un país sin recursos, no se ha llegado a hablar ni cuarenta y ocho horas.
Y entonces, en vista de que, como espectadores, preferimos ir al circo clásico en busca de payasos clásicos, el sabio Chaves, dispuesto a todo, suelta el globo de pagar a los funcionarios según su productividad. Y como la tontería y la ignorancia son altamente contagiosas, hay medios de comunicación presuntamente serios que colocan en su edición electrónica una encuesta y a un alto porcentaje de ciudadanos les parece muy bien: “¡que curren los funcionarios de una vez!” A las 24 horas de la Gran Idea, el flamante Ministro de la Presidencia, Sr. Jáuregui, tiene que reconocer que eso ya se está haciendo desde hace tiempo. Los jefes de las unidades administrativas (en algunas Administraciones; no en todas) reparten complementos de productividad entre sus subordinados desde hace años. Pero lo más grande es que esta ocurrencia fantástica la promocionan los que alguna responsabilidad tienen en que hayan engordado más aún las Administraciones Públicas con la minucia de un cuarto de millón de nuevos funcionarios (a dedo, mayormente y, sobre todo, en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas) en poco más de un año. “A ver”: productividad, sí, pero que empiece por los asesores digitales de Zapatero y Chaves: todos a la calle por el mismo camino que los trajo: el dedo. Dicen que los sindicatos de funcionarios padecen, de la base a la cabeza, fuertes escalofríos ante la ocurrencia de Chaves. Escalofríos y convulsiones pueden sentir con el más serio de los motivos. Porque ni la más fértil imaginación hermanada con el más profundo pesimismo se acercarían en sus predicciones a la desolación que es capaz de producir el muy bien alimentado ex–Presidente de Andalucía.
Por lo demás, entronizado ya Rubalcaba en la Vicepresidencia primera, la coordinación mejoró tanto que, al día siguiente de su toma de posesión, como quien dice, el nuevo Ministro de Trabajo asegura que se mantendrán los 400 y pico euros para los parados sin prestación de desempleo y el día después la vicepresidenta segunda y Ministra de Economía y Hacienda afirma que “de eso nada”, que “ya se verá”. Para más historias estrafalarias, la Ministra de Asuntos Exteriores, Dña. Trinidad Jiménez, no es que no viaje a El Aaiun (Sahara) como solía, sino que ni siquiera puede viajar a Marruecos. ¿Y quién se va a Marruecos? ¡Moratinos, el predecesor de Jiménez, el Ministro cesado!, bueno y bondadoso donde los haya. Y como la cosa saharahui no está nada clara, sino muy oscura, con un “black out” informativo tipo “telón de acero” (salvo para unos pocos privilegiados periodistas franceses: eso se creen), finalmente Rubalcaba se reúne con el Ministro del Interior marroquí y, de policía a policía, se llegan a entender. Un tema de política exterior se “arregla” por los Ministros de Interior. Al fin y al cabo, la cosa va de disturbios.
Pero -he dejado lo mejor casi para el final- ha reaparecido Felipe González en todo su esplendor. Como este gran hombre es, al igual que otros, víctima injusta de un pueblo que no supo reconocer sus cualidades de eminente estadista y como recientemente se ha dado el soberano gustazo de ver a ZP controlado por su gente y ver cómo se salvaba el imperio PRISA, se relaja, se vuelve locuaz (más todavía) y nos cuenta en directo y sin rodeos que aún no sabe si hizo bien o mal al no autorizar que fuesen volados en pedazos, a la vez, todos los jefes etarras. Hay quien piensa que esas declaraciones son una astuta pieza para la pacificación del País Vasco: que haya víctimas etarras del terrorismo de Estado, como hay víctimas de ETA. Pudiera ser que se aprovechara tan clamorosa proclamación de amoralidad con ese fin. Pero me inclino decididamente a pensar que González, sintiéndose triunfante y a sus anchas, dio vía libre a su megalomanía ("¡vean qué poder tenía!") sabiendo que, desde su época dorada hasta hoy, el listón de la moralidad pública ha descendido más aún. ¿Qué “baza electoral” sería un abandono de las armas por ETA a base, entre otras cosas, de su propia asociación de víctimas? ¿Es que de verdad nos toman por tontos de baba? Me parece que sí y también me parece que se equivocan de medio a medio. No veo, desde la llegada de Rubalcaba, cambio de rumbo en este para mí decisivo aspecto de la política: que, si no saben o no quieren hacerlo mejor y nos machacan, pase, pero sin la “propina” de tomarnos por tontos, que ya es ensañamiento.
Tengo mucha admiración a Forrest Gump. Tonto y todo (o haciéndose pasar por tonto a la perfección), saca adelante APPLE (¡ay si hubiese llegado a ver los triunfos del IPhone y el IPad!), se forra pescando camarones con Bubba, hace la guerra y la paz en Vietnam y termina, sencillo él, con su caja de bombones esperando el autobús. Aconsejaría al Gobierno con todos sus altos cargos adyacentes, que viesen cada semana esta película, seguida de un rato largo de silencio reflexivo (para ellos, unos 10 minutos) y una “tormenta de ideas” posterior. No sé si la vida es ya como una caja de bombones. Me temo que eso era en tiempos de la mamá del joven Forrest. Pero sigue siendo cierto que “tonto es el que dice tonterías”.
¿Y de Rajoy, que? Pues lo dicho, escuetamente. Pero ¡cuidadito con esa reunión Ruiz Gallardón-ZP para buscar fórmulas de refinanciación de la deuda “de Madrid” (no: del Ayuntamiento de Madrid)! Eso quizá sea, a fin de cuentas, lo que tiene más peligro o más delito.
1 comentario:
Estimado D. Andrés:
Siguiendo con la analogía (in bonam partem, desde luego), ZP debería hacer suyo lo que le decían a Mr. Gump sus amigos y seguidores: "¡Corre, Forrest, corre!" y que no parara por lo menos hasta llegar a Vladivostok...
... que, por otra parte, es algo que puede ocurrir en 2012, dado que a la pesoe le ha abandonado el desodorante. Los "zejateros" se han cansado de tapar las fetideces de la ¿política exterior? de ZP y, como buenos demócratas que siempre han sido, piden el voto para... el PC reconvertido.
En cuanto al rap, no se haga mala sangre, D. Andrés. Es cierto que nunca se podrá comparar con una fuga de Das wohltempierte Klavier; pero dada la educación y la sensibilidad que corren por el pueblo en estos tiempos oscuros, hasta puede ser la expresión del enfado popular ante una casta política que nos oprime, exprime y deprime...
Saludos,
Aguador.
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